El filosofo del metro dice:

Haznos libres
para liberarnos
del libre mercado

¿Realmente habrá otro
modelo económico?


Roberto Fuentes Vivar*

Esta semana se presentaron varias noticias que confirman la enfermedad del sistema económico mundial.
Primero que la economía de Estados Unidos descendió 0.3 por ciento. Segundo que la economía de España cayó por primera vez en 12 años. En toda la eurozona el PIB comenzó a descender desde agosto. En Japón hay un descenso de 0.7 por ciento y la única potencia que sigue creciendo es China, aunque a menor ritmo que en años pasados. En nuestro país, oficialmente hubo un crecimiento de 1.7 por ciento, el cual es insuficiente para poder mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
Otro elemento que confirma la enfermedad del sistema es el consenso de los 22 países iberoamericanos, incluyendo a México y España, para modificar el modelo financiero mundial. En este sentido, Felipe Calderón, ya incluso modificado su discurso –aunque no su política- para que haya más estado y menos libre mercado.
Al parecer el sistema de Breton Woods, ya tocó fondo y su prevalencia comienza por primera vez en 64 años a ponerse en duda, incluso en Estados Unidos, en donde el candidato demócrata Barak Obama precisamente lo que propone es un cambio, lo que seguramente hará que el próximo martes los ciudadanos estadunidenses voten masivamente a su favor, aunque quién sabe si el establishment lo deje llegar a la presidencia.
El caso es que probablemente ahora sí los gobiernos del mundo acepten modificar el sistema financiero internacional, para crear un nuevo modelo económico mundial.
Sin embargo, hay muchas preguntas que surgen de manera instantánea.
¿Hasta dónde los presidentes de países, industrializados o subdesarrollados, como México, van a promover que haya más estado y menos libre mercado si esto significa enfrentarse a los grandes intereses internacionales?
¿Hasta dónde las grandes empresas transnacionales, muchas de ellas con poder superior a presidentes o primeros ministros, van a ceder algunos de los beneficios que les han otorgado los gobiernos?
¿Hasta dónde los dueños de los capitales golondrinos por alrededor de un billón de dólares que circulan libremente por los mercados del mundo van a aceptar que los gobiernos les impongan reglas?
¿Hasta dónde un nuevo modelo podrá crear equidad si en los más recientes 30 años se ha promovido el enriquecimiento del 0.01 por ciento de la población mundial a costa de 99.9 por ciento restante?
¿Quién o qué gobiernos serán los que promuevan la nueva arquitectura financiera y bajó que reglas?
¿Hasta dónde permitirán los gobiernos neocoloniales que han gobernado al mundo durante los últimos sesenta años que sus países satélites tengan mayor participación en la economía mundial?
Como dice el filósofo del metro: ¿somos tan libres como para liberarnos del libre mercado o seguiremos pidiendo nuestra calaverita?

*Comentario para Radio Educación/31 de octubre de 2008