El filosofo del metro dice:

El pez por su boca muere;
la pesca, por el olvido

Inicia huelga de pescadores

Ya somos importadores de pescado

Roberto Fuentes Vivar

Así como el 2007 comenzó con un alza en el precio del maíz y 2008 con tomas de puentes internacionales y protestas generalizadas en todo el país por la entrada en vigor del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, 2009 se inicia con un paro de pescadores.
En los tres casos las protestas son perfectamente válidas y tienen un origen común: el abandono del sector primario de la economía, es decir el sector agropecuario y pesquero.
En el caso del paro pesquero, a pesar de que es incipiente pues solo participan según los reportes de prensa unas dos mil embarcaciones, es decir menos del cinco por ciento de las más de 100 mil existentes en todo el país, la razón es el aumento en el precio del combustible, lo que hace incosteable la actividad pesquera para pequeños y grandes pescadores. Precisamente por eso participan en la protesta miembros de la cámara empresarial del ramo.
A este aumento en los precios del dísel marino se suma un hecho mucho más profundo: el abandono en que las autoridades han sumido a la pesca en los más recientes quince años. Como consecuencia de ese abandono la producción pesquera ha retrocedido de manera sistemática.
Nada más como ejemplo, hay que señalar que hace 15 años cuando existía una secretaría de pesca y muchas de las especies marítimas estaban reservadas a las cooperativas, la producción nacional llegó a más de dos millones de toneladas. Hoy es menor a un millón y medio de toneladas.
En estos 15 años se han abierto todas las posibilidades para que capital mexicano y extranjero participen en la producción pesquera, sobre todo en la acuacultura, olvidándose cada vez más la pesca ribereña y de altura. Sin embargo, si se atiene uno a las cifras, la estrategia ha fracasado.
De la pesca dependen directamente unos 300 mil mexicanos que viven en condiciones de pobreza y hasta pobreza extrema, pues los apoyos oficiales se destinan a los capitales que llegan a instalar granjas acuícolas y no a los pescadores.
México, por sus características, podría una de las principales potencias pesqueras del mundo, ya que existen alrededor de tres millones de kilómetros cuadrados susceptibles de ser explotados. Sin embargo, países como Chile o Perú tienen mayor producción que nuestro país.
El abandono de las autoridades hacia la pesca ha hecho también que la mayor parte de los mexicanos no tengan acceso a los productos pesqueros por los altos precios que alcanzan en el mercado, en donde un kilo de pescado es superior al de carne de cerdo, pollo o pescado.
De hecho, esta huelga pesquera debe ser una llamada de atención a Felipe Calderón y Alberto Cárdenas, para recuperar un sector que se encuentra debastado y que ha demostrado, con creces, que las medidas neoliberales sólo han servido para borrar del mapa a sectores enteros de la producción.
Como dice el filósofo del metro: El pez por la boca muere. La pesca por el olvido.

Comentario para Radio Educación/2 de enero de 2009