El filosofo del metro dice:
El pánico es
hijo del dios Pan
La economía, entre el miedo y el pavor
Roberto Fuentes Vivar*
Esta primer semana laboral del año ha sido extraordinaria en en estricto sentido de la palabra, pues las señales económicas que se han enviado nacioal e internacionalmente no son alentadoras y sí propician un ambiente de miedo que permea hacia todos los sectores y hacia todas las clases sociales.
Lo único que queda en claro es que nadie sabe qué va a pasar este año, pues en Estados Unidos el presidente electo Barak Obama dice que la recesión puede durar varios años, en todos los sectores y elñ desempleo puede convertirse en galopante, mientras que las estadísticas indican que en 2008 nuestro vecino norteño tuvo la mayor desocupación desde 1945.
En México las señales tampoco son claras, pues el índice de confianza del consumidor se encuentra en su nival más bajo desde que se creo este indicador, mientras la inflación de 2008 fue mayor a la esperada y el sector industrial, concretamente el manufacturero, está en su mayor declive en más de una década.
Paralelamente, el optimismo oficial parece ir decayendo cada vez más, pues hace un mes el secretario de Hacienda auguraba un crecimiento de 1.8 por ciento, 15 días después lo bajó a 0.7 por ciento y ayer definitivament dijo que la economía no crecerá durante 2009.
Mientras tanto, las diferencias entre la secretaría de Hacienda y el Banco de México siguen siendo cosa de todos los días, pues hoy mismo Guillermo Ortiz consideraba demasiado optimista el pronóstico de cero crecimiento.
En este sentido, los pronósticos de crecimiento para este año son tan disparatados y han tenido que moverse en menos de un mes tan drásticamente que hay analistas que auguran una caída de hasta dos por ciento en el producto interno bruto, mientras que otros opinan igual que Agustin Carstens.
El programa anticrisis que presentío esta semana Felipe Calderón es un catálogo de buenas intenciones que logró el consenso de una buena parte de la sociedad. Lo que hay que indicar es que si ls 25 acciones concretas se llevan a cabo sí swe podrían paliar algunas consecuencias de la crisis internacional, pero eso, está por verse.
Mientras tanto, los trabajadoes tienen miedo de ser despedidos, los empresarios tienen miedo de que sus ventas se caigan, los inversionistas tienen miedo de perder sus ganancias y la mayor parte de la sociedad tiene miedo de que este año los ingresos no alcancen para satisfacer las necesidades.
Lamentablemente, el miedo, sobre todo de los empresarios puede crear un círculo vicioso, pues si por miedo despiden a trabajadores por temor a que sus ventas se reduzcan, tarde o temprano harán realidad esa caída en sus ingresos, pues los trabajadores que despidieron no podrán comprar y se sumarán a otros despedidos que tampoco podrán hacerlo.
Ojalá el miedo y la incertidumbre sean de corto plazo, por el bien del país. Como dice el filósofo del metro: la palabra pánico proviene del dios pan, que se dedicaba a tocr la flauta y perseguir ninfas.
Comentario para radio educación/ 9 de enero de 2009
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