El filósofo del metro dice:
IPAB quiere decir
Instituto de Protección
al banquero
¿Por qué el silencio de
Meade en el caso de Ficrea?
Roberto Fuentes Vivar*
Conforme pasan los días se van descubriendo más
detalles del cochinero que las autoridades permitieron a Ficrea y de las
inequidades que se van a cometer con los ahorradores. También conforme pasan
los días se va haciendo más patente cómo, cuando en 1998 se creó el Instituto
de Protección al Ahorro Bancario las autoridades únicamente pensaron en los
grandes capitales pero no en los posibles defraudados.
Detrás de los negocios de Ficrea, en donde su
propietario adquirió con el dinero de los ahorradores lo mismo yates, aviones
que propiedades inmobiliarias en México, Estados Unidos y España, hay una
historia de posibles complicidades de las autoridades.
Antes de hablar de los acontecimientos más recientes
del caso Ficrea, hay que hacer algo de historia: en 1983, con las ideas de dos
personajes que luego serían presidentes de la república, Carlos Salinas de
Gortari y Ernesto Zedillo se creó el Fideicomiso de Cobertura de Riesgos
Cambiarios (El Ficorca). Hay que recordar que incluso a Zedillo se le llegó a conocer
como el doctor Ficorca. Pues este fideicomiso utilizó nada menos que 12 mil
millones de dólares para salvar a unas 20 empresas que tuvieron pérdidas
cambiarias durante la crisis de 1987, en donde se protegió a las empresas, pero
no a los ahorradores que resultaron defraudados por la crisis bursátil de ese
año.
Poco después, en 1990, se creó el Fondo Bancario de
Protección al Ahorro (Fobaproa) que gasto más de 50 mil millones de dólares
para salvar a las empresas de la crisis de 1995 y no precisamente a los
ahorradores que fueron víctimas de la usura de una banca recién privatizada.
En 1988, para convertir el Fobaproa en deuda pública,
se aprobó la creación del Instituto Bancario de Protección al Ahorro y se
estipuló, en ese entonces que este instituto sólo protegería el ahorro de los
clientes hasta determinada cantidad. Hoy en su página de internet el IPAB dice
que garantiza
tus ahorros bancarios hasta $2, 109,237.60 pesos.
Sin embargo, la Comisión Nacional Bancaria
y de Valores, está dispuesta únicamente a dar a cada ahorrador la suma de 131
mil pesos, cifra que equivale a menos del 10 por ciento, de la que tienen
derecho según el IPAB.
Para colmo, las autoridades encabezadas
por Jaime González Aguade (por cierto uno de los alumnos del Ficorca), únicamente
pretenden distribuir entre los siete defraudados unos mil millones de pesos, a
pesar de que al momento de intervenir al Ficrea, la Comisión Bancara recuperó 3
mil 200 millones de pesos, dinero que sería suficiente para pagar los dos mil
700 millones de pesos que exigen los defraudados.
Otro de los aspectos que tiene que tiene que ver con
el caso Ficrea es el de los defraudados institucionales, como el Tribunal
Superior del Distrito Federal, el gobierno y el poder judicial del estado de
Coahuila y algunas entidades del gobierno de Oaxaca, que fueron defraudados en
conjunto por más de 300 millones de pesos, pero sólo los pretender dar menos de
500 mil pesos.
Cabe señalar que las operaciones anómalas de Ficrea
fueron detectadas desde 2012 por la calificadora de valores mexicana NR, pero
la Comisión Nacional Bancaria y de Valores decidió actuar hasta dos años
después.
En este sentido, hay una especie de encubrimiento a
una sociedad financiera que había apoyado a los gobiernos priistas de Humberto
Moreira y Ulises Ruiz. ¿Por qué no actuó de inmediato la autoridad? En que va a
utilizar el dinero rescatado, en rescatar al empresario o en rescatar a los
defraudados?.
Otro asunto que también llama la atención es el
silencio que ha mantenido sobre el caso el secretario ejecutivo del IPAB, Lorenzo
Meade Kuribreña, hermano del secretario de relaciones exteriores y también
parte del equipo que desde hace 20 años se formó con el Ficorca y el Fobaproa.
Hay muchos casos que todavía están por salir a la luz
pública, como una empresa mezcalera que fue apoyada por Ficrea a través de sus
empresas filiales mediante las que creo que el fraude: Monka Comercial, Baus
& Jackman y Leadman Trade.
Po quizá lo más grave del caso es que, al igual que
con su abuelo el Ficorca y con so padre el Fobaproa, el IPAB seguramente
protegerá a las empresas, pero no a los ciudadanos que depositaron de buena fe
sus recursos en la sociedad financiera popular. Como dice el filósofo del
metro: IPAB quiere decir Instituto de Protección a banqueros.
*Comentario de Radio Educación/2 de enero de 2015
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