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Friday, October 10, 2014

El Filósofo del metro dice:

En México, todas las

lunas son lunas de sangre


La violencia vuelve a ganar la

primer plana de los periódicos


Roberto Fuentes Vivar*



Fuera del caso de Iguala y los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, que tiene connotaciones políticas muy especiales, creo que vale la pena analizar el crecimiento de la violencia y la inseguridad en nuestro país y sus consecuencias económicas y sociales.

En primer lugar, la nota roja ya volvió a ganar las primeras planas de los periódicos incluso sin el caso Ayotzinapa, lo que no ocurría desde que tomó posesión Enrique Peña Nieto, quien al parecer negoció con los medios el ocultamiento de la inseguridad para dar una percepción de que la violencia había sido el síndrome característico de los gobiernos panistas.

En esta semana se han presentados muchos hechos en los cuales se demuestra que la violencia es el principal problema de México, incluso mayor que en los gobiernos panistas. En este sentido es importante señalar algunos de estos elementos y sus consecuencias económicas.

Uno de ellos es que el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, mencionó en una entrevista con El Universal publicada hoy que la violencia comienza a afectar el desarrollo económico del país, por lo que es preocupante, aunque asegura que no ha habido fuga de capitales.

Los datos del Banco de México demuestran precisamente lo contrario. Sí hay una fuerte fuga de capitales, al grado de que en el primer semestre del año salieron alrededor de cuatro mil millones de dólares para ser invertidos por mexicanos en el exterior, más otros 10 mil millones de dólares que el banco central anota en su rubro de errores u omisiones, es decir 14 mil millones de dólares.

Otro elemento es que los principales socios comerciales de México como Estados Unidos o la Unión Europea ya ponen en duda las inversiones a nuestro país. El ejemplo más concreto es que hoy miembros del parlamento Europeo exigieron cancelar el acuerdo global firmado por México y el viejo continente.

En el ámbito interno, el Consejo Coordinador empresarial dio a conocer hace unos días, un comunicado en el cual indica textualmente que “el crimen organizado y la corrupción, en gran medida, forman parte de un mismo problema, o están entrelazados, y se alimentan mutuamente. La lucha a fondo contra la impunidad es lo que está haciendo más falta en México. Este es el gran reto de los mexicanos, para la transformación a fondo”.

Sobre las repercusiones en la economía de este mismo problema como le dice el Consejo Coordinador Empresarial, la encuesta que realiza el Banco de México entre analistas económicos señala que el 24 por ciento de los analistas considera a la inseguridad como el principal freno del desarrollo. Esta cifra es 30 por ciento más alta que la tuvo Felipe Calderón en los momentos en que la violencia parecía haberse salido de las manos.

Otro dato interesante es que hace unos días se presentó la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe, 2014), en donde se informa que en un año hubo 33 millones de delitos y 22 millones de víctimas y que el costo económico de la delincuencia ascendió a costo económico de la delincuencia de 213 mil millones de pesos anuales.

La situación es tan grave que el presidente de la principal empresa de seguridad privada, Grupo Multisistemas de Seguridad Industria, Alejandro Desfassiaux, dijo que en México, el mercado de la inseguridad sobrepasa al de la seguridad en un promedio, alrededor de 10 veces y que en nuestro país, la cultura de seguridad es más reactiva que preventiva, por lo que es indispensable cambiar esta actitud, ya que siendo más proactivos en la prevención, los gastos, daños y pérdidas que ocasiona la inseguridad en general, pueden disminuir considerablemente.

Por último, vale la pena mencionar que contrariamente a lo que se dice en los medios de comunicación los estados en donde más crece la delincuencia es en las entidades gobernadas por el PRI. Concretamente la tasa de delincuencia por cada 100 mil habitantes creció 63.9 por ciento en un año en el estado de México, 43.9 por ciento en Tlaxcala y 42.4 por ciento en Coahuila, los tres en manos del Revolucionario Institucional.

Como dice el filósofo del metro: En México la luna de sangre es de todos los días.
 
*Comentario para Radio Educación/ 10 de octubre de 2014

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