El Filósofo del metro dice:
En México, todas las
lunas son lunas de sangre
La violencia vuelve a ganar la
primer plana de los periódicos
Roberto Fuentes Vivar*
Fuera
del caso de Iguala y los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, que tiene
connotaciones políticas muy especiales, creo que vale la pena analizar el
crecimiento de la violencia y la inseguridad en nuestro país y sus
consecuencias económicas y sociales.
En
primer lugar, la nota roja ya volvió a ganar las primeras planas de los
periódicos incluso sin el caso Ayotzinapa, lo que no ocurría desde que tomó
posesión Enrique Peña Nieto, quien al parecer negoció con los medios el
ocultamiento de la inseguridad para dar una percepción de que la violencia
había sido el síndrome característico de los gobiernos panistas.
En
esta semana se han presentados muchos hechos en los cuales se demuestra que la
violencia es el principal problema de México, incluso mayor que en los
gobiernos panistas. En este sentido es importante señalar algunos de estos
elementos y sus consecuencias económicas.
Uno
de ellos es que el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, mencionó en una
entrevista con El Universal publicada hoy que la violencia comienza a afectar
el desarrollo económico del país, por lo que es preocupante, aunque asegura que
no ha habido fuga de capitales.
Los
datos del Banco de México demuestran precisamente lo contrario. Sí hay una
fuerte fuga de capitales, al grado de que en el primer semestre del año
salieron alrededor de cuatro mil millones de dólares para ser invertidos por
mexicanos en el exterior, más otros 10 mil millones de dólares que el banco
central anota en su rubro de errores u omisiones, es decir 14 mil millones de
dólares.
Otro
elemento es que los principales socios comerciales de México como Estados
Unidos o la Unión Europea ya ponen en duda las inversiones a nuestro país. El
ejemplo más concreto es que hoy miembros del parlamento Europeo exigieron
cancelar el acuerdo global firmado por México y el viejo continente.
En
el ámbito interno, el Consejo Coordinador empresarial dio a conocer hace unos
días, un comunicado en el cual indica textualmente que “el crimen organizado y
la corrupción, en gran medida, forman parte de un mismo problema, o están
entrelazados, y se alimentan mutuamente. La lucha a fondo contra la impunidad
es lo que está haciendo más falta en México. Este es el gran reto de los
mexicanos, para la transformación a fondo”.
Sobre
las repercusiones en la economía de este mismo problema como le dice el Consejo
Coordinador Empresarial, la encuesta que realiza el Banco de México entre
analistas económicos señala que el 24 por ciento de los analistas considera a
la inseguridad como el principal freno del desarrollo. Esta cifra es 30 por
ciento más alta que la tuvo Felipe Calderón en los momentos en que la violencia
parecía haberse salido de las manos.
Otro
dato interesante es que hace unos días se presentó la Encuesta Nacional de
Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe, 2014), en donde se
informa que en un año hubo 33 millones de delitos y 22 millones de víctimas y que
el costo económico de la delincuencia ascendió a costo económico de la
delincuencia de 213 mil millones de pesos anuales.
La
situación es tan grave que el presidente de la principal empresa de seguridad
privada, Grupo Multisistemas de Seguridad Industria, Alejandro Desfassiaux, dijo
que en México, el mercado de la inseguridad sobrepasa al de la seguridad en un
promedio, alrededor de 10 veces y que en nuestro país, la cultura de seguridad
es más reactiva que preventiva, por lo que es indispensable cambiar esta
actitud, ya que siendo más proactivos en la prevención, los gastos, daños y
pérdidas que ocasiona la inseguridad en general, pueden disminuir considerablemente.
Por
último, vale la pena mencionar que contrariamente a lo que se dice en los
medios de comunicación los estados en donde más crece la delincuencia es en las
entidades gobernadas por el PRI. Concretamente la tasa de delincuencia por cada
100 mil habitantes creció 63.9 por ciento en un año en el estado de México,
43.9 por ciento en Tlaxcala y 42.4 por ciento en Coahuila, los tres en manos
del Revolucionario Institucional.
Como
dice el filósofo del metro: En México la luna de sangre es de todos los días.
*Comentario para Radio Educación/ 10 de octubre de 2014
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