El filósofo del metro dice:

Una sociedad sin
medios sociales es
una sociedad a medias

La Jornada, un oasis dentro
de la industria mediática

Roberto Fuentes Vivar*

Hoy se cumplen 30 años de que nació el diario La Jornada. Quienes estuvimos en su fundación hace tres décadas recordamos que fue un fenómeno social interesante el que sucedió cuando miles de ciudadanos aportaron dinero para que el periódico pudiera ser una realidad.

La Jornada cubrió una necesidad social y fue producto de un movimiento que surgió en 1976 y del cual nacieron Proceso, UnomásUno y la Jornada, en ese orden cronológico.

Quiero aprovechar precisamente el 30 aniversario de la Jornada para hacer un recuento de cómo se encuentra la industria mediática. Hace 30 años, el Canal 13 y el Canal 7 eran del estado, lo mismo que cadenas de cine y de televisión. La televisión y el cine se privatizaron, el único periódico del estado, el Nacional, cerró sus puertas y el estado se ha achicado en materia mediática.

Después de la Jornada se han creado otros diarios: Reforma, Milenio, La Crónica y la Razón, pero todos ellos son propiedad de empresarios, a diferencia de La Jornada que mantiene una propiedad social y en donde muchos periodistas son copropietarios.

Valgan todos estos datos históricos para comentar cómo se encuentra la industria mediática. Primero, a nivel mundial son cinco grandes consorcios los que controlan la información en el mundo a través de la televisión, la radio y la prensa escrita.

Por eso muchos periódicos independientes se encuentran en franca crisis, como es el caso de Liberación, el diario creado por Jean Paul Sartre y que anunció esta semana una serie de despidos para poder sobrevivir, entre ellos serán cesados 50 de los 130 periodistas con los que cuenta.

A nivel nacional, los periódicos enfrentan también una fuerte crisis por la reducción de la publicidad. Según el INEGI, en México existen mil 953 periódicos. De ellos más de 500 tienen entre uno y cinco empleados, mientras que sólo 10 cuentan con más de 500 trabajadores. Más del 90 por ciento son microempresas.

Por el lado contrario, el propio INEGI reporta que en  julio, los medios masivos de  comunicación (en donde incluye a internet, radio, prensa y otros medios además de la televisión) han aumentado sus ingresos en 2.0 por ciento, pero su personal sólo creció 0.1 por ciento.

Lamentablemente, la bonanza se presenta sólo en el sector de la televisión, pues de acuerdo con la Confederación de la Industria de la Comunicación el 94 por ciento de la inversión publicitaria se destina a la televisión abierta.

En términos generales, el valor de mercado de la publicidad en México es de 160 mil millones de pesos, según la Asociación Nacional de Agencias de Publicidad y gran crecimiento ha sido para la televisión, que concentra la mayoría de esta cantidad.

Aquí déjenme hacer un paréntesis. En lo que va del año (hasta julio), nada más los bancos han invertido 12 mil millones de pesos en publicidad, la mayor parte para la televisión abierta y de paga. Muchos accionistas de los bancos son también accionistas de televisa y tv azteca ¿no existe un conflicto de interés al pasar el dinero de una mano a otra pero de la misma persona?

Precisamente porque la televisión es el gran negocio, personajes como Germán Larrea, Mario Vázquez Raña, Manuel Arroyo, Ariel Picker, Olegario Vázquez Aldir, Francisco Aguirre y Anuar Maccise) son los que están interesados en participar en las nuevas cadenas mediáticas.

¿Será posible, por ejemplo que con los antecedentes éticos de Germán Larrea en Grupo México, pueda siquiera aspirar a tener un medio de comunicación? Pues sí, sí es posible y ahí está pujando por un canal de televisión, mientras ensucia los ríos sonorenses.

En términos generales ¿Qué ha pasado en estos 30 años? Nada más lo siguiente: el periodismo se ha convertido en una mercancía que se vende al mejor postor y los periodistas son cada vez más censurados en sus medios de comunicación. Eso cuando no son asesinados.

Por eso, La Jornada sigue siendo, por su propiedad social, así como Radio Educación, por su propiedad del estado, un oasis. Ojalá lo sigan siendo por muchos años. Como dice el filósofo del metro: una sociedad sin medios sociales es una sociedad a medias.

 

*Comentario para Radio Educación/19 de septiembre de 2014