El filósofo del metro dice:

Hubo una vez un país
que se llamaba México

¿Ya se privatizó la rotonda
de los personajes ilustres?

Roberto Fuentes Vivar*

El escándalo de la rotonda de los mexicanos ilustres fue uno de los temas más polémicos de la semana. Inmediatamente se convirtió en trending topic, como dicen los cibernautas y se volvió otra piedra más en el zapato del jefe de gobierno de la ciudad de México, Miguiel Ángel Mancera.

Más allá de todos los dimes y diretes y de los ceses a funcionarios menores de la delegación Miguel Hidalgo por haber autorizado la fiesta, el asunto se presta a muchos análisis conjeturas y hasta alineaciones cósmicas, pues como lo dijo su protagonista fue una noche mágica, en viernes 13..

Primero que nada hay que analizar el contexto en el que se presentó este escándalo mediante el cual la actriz Claudia Cervantes para celebrar sus 35 primaveras como dirían los clásicos del periodismo de sociales.

El asunto,  desde luego tiene una fuerte carga política y partidista y no carece de oportunidad mediática. Resulta que la delegación Miguel Hidalgo, del perredista Víctor Hugo Romo, prestó o alquiló –eso sí nadie lo sabe, pues lo único que si se conoce es que hasta los muertos brindaron con los vivos con tequila Cuervo, una de las empresas promotoras del evento-  el monumento dentro del Panteón de Dolores, para que la actriz celebrara su fiesta de cumpleaños

El asunto pasó de las notas de espectáculos a la política por varias razones: 1.- que la actriz es sobrina del expresidente Felipe Calderón. 2.- que la actriz pertenece a Televisa (en el momento en que continúa la polémica sobre las leyes secundarias en telecomunicaciones). 3.-que el delegado Romo ha trabajado de forma muy cercana al jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, quien actualmente está afectado por las reacciones al endurecimiento del Programa Hoy no Circula.

El préstamo o alquiler de la rotonda de los mexicanos ilustres ha ocasionado la indignación generalizada. Artistas, personajes de la cultura y hasta políticos –excepto del PRD, por supuesto- han solicitado la renuncia del delegado en Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, quien por cierto tiene especial afecto por Televisa, a diferencia de la mayoría de sus compañeros de partido.

Pero quizá lo que hay que pensar es si no se trata de una avanzada para la privatización de los espacios públicos. Imagínense ustedes que el día de mañana el monumento a la revolución sea concesionado a Casa Cuervo para que ahí realice todas sus fiestas.

Qué tal si el parque de la bola se le concesiona a la excervecería Modelo para que realice ahí sus fiestas cuando algún día gane la selección mexicana la copa del mundo.

¿Por qué no concesionar el Palacio Nacional a Banamex para que complete su colección de arquitectura mexicana en el centro histórico.

¿O qué tal si  el Ángel de la Independencia se cede a sus vecinos del banco HSBC o de la embajada estadounidense, para que lo agreguen a sus propiedades y puedan ahí realizar sus fiestas. Claro que tendrían que quitar primero a todos esos molestos manifestantes que afean la imagen de la Ángela.

Lo que no sabemos a ciencia cierta es si precisamente la rotonda de las personas ilustres fue concesionada ya a Televisa –en donde trabaja la actriz del canal de las estrellas- como parte de las negociaciones secundarias de las leyes secundarias en telecomunicaciones.

A lo mejor ya fue así y los mexicanos ni nos enteramos. Si las ondas radioeléctricas se regalan, por qué no los espacios públicos del Distrito Federal. Al fin y al cabo todo México está en venta. ¿o no? Como dice el filósofo del metro: hubo una vez un país que se llamaba México.

*Comentario para Radio Educación/ 11 de julio de 2014