El filósofo del metro dice:
Le quitaron un pelo
al gato de Larrea
Maraña de intereses en
el caso de Grupo México
Roberto Fuentes Vivar*
El asunto del
ecocidio causado por Grupo México al arrojar residuos tóxicos a un rio de
sonora, cumplió ya un mes de que salió a la luz pública, por parte del gobierno
de ese estado.
Sin embargo, el
asunto sigue creciendo en intensidad mediática al grado de que ayer el secretario
de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong canceló una reunión con el gobernador
panista de Sonora, Guillermo Padres. Ayer mismo fue detenido en ese estado el
luchador yaqui Mario Luna, quien está en contra del gobierno por intentar
desviar el rio yaqui para beneficiar a empresarios y ayer también se impuso por
parte del gobierno federal la medida de
que Grupo México cree un fideicomiso de dos mil millones de dólares para
beneficio delos afectados por el derrame.
Todos estos
elementos dan una idea de la serie de intereses que están en conflicto y de los
personajes que de alguna u otra manera tienen que ver con el asunto
Aquí una
relación de los hechos y su contexto.
Primero que nada
sí hay una actitud ecocida de Grupo México, la cual no tiene disculpa y tampoco
se resolverá a través de las agencias de relaciones públicas, ni de los
“cañonazos” que ha soltado la empresa de Germán Larrea para tratar de aminorar
la relevancia del asunto.
2.-El gobierno
del estado de Sonora, del panista Guillermo Padrés, se ha encargado de mantener
el asunto en la opinión pública. Desde la primera noticia dada a conocer a
través del titular de Protección Civil de la entidad hasta las reuniones con
funcionarios federales, el gobierno de Sonora parece tener la consigna de
mantener el asunto en el ánimo político y mediático.
3.-Cabe señalar
que cuando estalló el escándalo y se dio a conocer públicamente el derrame de
Grupo México, en la capital del país, un grupo de intelectuales, líderes
sociales y académicos se reunieron para apoyar la lucha de los Yaquis en contra
del proyecto de Padrés de desviar el río para beneficiar a diversas empresas y
quitar el agua a los miembros de esa y otras etnias de la región.
4.-Por esos
días, también se discutían dos asuntos relacionados con el sindicato minero y
Napoleón Gómez Urrutia: su ficha policial y unos días después su nacionalidad
canadiense. Este sindicato ha sido enemigo acérrimo de Grupo México y ha estado
promoviendo que el asunto no se olvide y que crezca, al menos mediáticamente.
5.- Desde que
comenzó el problema, no es el único caso en Sonora.pues después del derrame de Grupo
México, un tres descarrilló con 240 toneladas de ácido sulfúrico entre Nogales
y Santa Cruz y supuestamente según las autoridades estatales, no hubo derrame. También
días después se dio a conocer un derrame de cianuro sobre un río en Durango,
por parte de una minera, pero se olvidó casi inmediatamente.
6.-Al
interior del gobierno federal existen dos corrientes sobre el caso. Una,
encabezada por el titular de Semarnat, Juan José Guerra Abud, que busca dar a
Grupo México un castigo ejemplar (quizá hasta el retiro de concesión). La otra,
del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, que mantiene una postura más
blanda en contra del grupo de Larrea.
7.-Grupo
México ha intentado convencer a los medios de que sí hubo un accidente y que
actúa en consecuencia apoyando a la población damnificada, pero una buena parte
de la opinión pública considera que se trata de mentiras.
8.-El
sindicato minero de Napoleón Gómez Urrutia –con fuertes alianzas incluso en el
Poder Legislativo- busca que el ecocidio sirva para quitar la concesión a Grupo
México y, por lo tanto, su interés es mantener el conflicto a toda costa.
9.-Después de
que estalló el conflicto, se dio a conocer que la Comisión Nacional del Agua
(Conagua) inició una investigación para determinar si la presa que se ubica
dentro de terrenos propiedad del gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, cuenta
con los permisos de construcción y concesiones de agua.
Además de estos
intereses están también los de Manlio Fabio Beltrones, exgoberndor de Sonora y
quizá el legislador más influyente del país, los del excandidato a la
presidencia de Estados Unidos, John
McCain, quien supuestamente es socio de Larrea en algunas minas de Arizona.
Lo que sí es un hecho
es que los dos mil millones de pesos del fideicomiso son una bicoca tal que
representan el 1 por ciento de la fortuna personal de Germán Larrea, calculada
en casi 15 mil millones de dólares o el 0.4 por ciento de la capitalización de mercado de Grupo
México. Como dice el filósofo del metro: le quitaron un pelo al gato de Larrea.
*Comentario para Radio Educación/12 de septiembre de 2014
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