El filósofo del metro dice:

Los economistas
convirtieron el
pretexto en ciencia

La economía mexicana está mal
problemas internos, no importdos

Roberto Fuentes Vivar*

Esta mañana se presentaron los resultados de la encuesta que mensualmente realiza a finales el Banco de México entre unas 30 casas de consultoría económica. Nuevamente se redujo la expectativa de crecimiento económico para este año de 2.65 a 2.56 por ciento.


El hecho de que cifra sea más optimista del 2.4 por ciento que asignó el Fondo Monetario Internacional hace unos días, puede atribuirse a que mientras el Banco de México levantaba la encuesta, la secretaría de Hacienda presentaba el reporte de las finanzas públicas y ahí señalaba que el crecimiento económico se había acelerado en el segundo trimestre, lo que seguramente influyó en los analistas encuestados.

La realidad es que ni el sobrejercicio presupuestal por 32 mil 473 millones al cierre de junio ni la idea del gobierno de enrique peña nieto y Luis Videgaray de que el gasto público sea el motor del crecimiento, pudieron evitar el desastre que ha sido este año en materia económica.

Porque muchos otros datos señalan una triste realidad. Los empresas no invierten y como muestra se encuentra la caída de 10 por ciento en la inversión de las empresas de la bolsa en el primer semestre y el mercado interno sigue en contracción con retrocesos en el comercio y los servicios, porque la población no tiene dinero para gastar, a veces ni siquiera para satisfacer sus necesidades básicas.

Pero vale la pena utilizar la encuesta del Banco de México para analizar que es lo que sucede en la economía. Dentro de este sondeo mensual, el banco central pregunta a los economistas cuáles son los factores que frenan el crecimiento del país.

En primer lugar se encuentra la inseguridad que desde enero de este año se encuentra como el principal factor que entorpece la economía, con niveles superiores incluso a los que se mantuvieron durante el gobierno de Felipe Calderón.

Lamentablemente la situación de la inseguridad es tal que hasta el Centro de Estudios Económicos del Sector privado ha manifestado su preocupación por la forma en que inhibe la inversión en todo el país.

En segundo lugar se ubica la debilidad del mercado interno que sigue gravitando sobre los economistas como un pesado lastre para el desarrollo nacional, pues la población se encuentra en una situación de sobrevivencia, en la que lo único que puede hacer es pagar bancos y adquirir comida.

Un tercer factor interno que entorpece el crecimiento, es la política fiscal que vive México. Aquí vale la pena señalar que precisamente por los nuevos impuestos que comenzaron este año, muchas empresas han reducido sus planes de expansión, lo que afecta a empresarios, trabajadores y hasta al mismo fisco que deja de recibir contribuciones.

El cuarto punto es la incertidumbre sobre la política económica. En este sentido, los analistas no están seguros del rumbo que va a tomar la economía va tomar en los próximos meses, incluso ni siquiera de las reformas estructurales vayan a dar resultad en un futuro cercano, como lo señala el propio Fondo Monetario Internacional, que señaló que hasta dentro de cinco años se verán los resultados de la reforma energética.

Otros factores de origen internacional también preocupan a la economía nacional. Sin embargo tienen un peso de menos de 25 por ciento en el total de las respuestas que dieron los economistas al ser entrevistados.

En términos generales la economía mexicana está mal por la situación interna, no por los informes que llegan del exterior, como el crecimiento de 4 por ciento de Estados Unidos, el cual supuestamente debería impulsar al crecimiento de México. Como dice el filósofo del metro: los economistas son los profesionales que convirtieron el pretexto en ciencia.

*Comentario para Radio Educación/ 1 de agosto de 2014