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Friday, November 14, 2014

El Filósofo del Metro dice:

Cuando tenemos para gas
se descompone la estufa

A la mala economía se suma
la baja en el precio del crudo

Roberto Fuentes Vivar*

La caída de los precios del petróleo significa un problema mayúsculo para la economía mexicana que se suma a la inseguridad, al escaso crecimiento económico y a la contracción del mercado interno.
El hecho de que la mezcla mexicana ronde los 70dólares por barril es la peor noticia que podemos recibir los mexicanos, en estos momentos en que se celebra el engendro llamado Buen Fin y que no es otra cosa más que incentivar, de manera artificial, el consumo a través del endeudamiento cada vez más preocupante de los mexicanos.
Pero así como millones de mexicanos se endeudarán en sus tarjetas de crédito y luego no podrán cubrir ni siquiera los pagos mínimos ante su banco, el gobierno mexicano ha tenido la mala fortuna de endeudarse cada vez más, mientras que una de sus principales fuentes de ingreso se está cayendo, el petróleo.
Nada más para dar una idea de lo que representa el ingreso petrolero para el gobierno federal, hay que señalar que 40 centavos de cada peso de los ingresos que sirven para el presupuesto de egresos de la  federación viene precisamente de los hidrocarburos.
La situación es tan grave que no sería extraño que muchas de las obras del Programa Nacional de Infraestructura tengan que ser pospuestas porque nada más en lo que va del año, los precios del petróleo se han reducido 30 por cientoen lo que va del año.
Precisamente para contrarrestar esta baja en los ingresos petroleros, el gobierno firma cada año un seguro petrolero, el cual cubre una posible baja como la que se está viendo en la actualidad.
Para este año, el gobierno pagó una cobertura de 543 millones de dólares que seguramente será utilizada. Para el año entrante el pago será de 773 millones de dólares y cubre únicamente 228 millones de barriles.
De acuerdo con la información del INEGI, entre enero y septiembre, las exportaciones petroleras fueron de 34 mil millones de dólares, es decir casi cuatro mil millones de dólares inferiores a las del año pasado.
Esto significa una tragedia para la economía nacional, pues además del petróleo, las exportaciones de mercancías no han tenido el crecimiento esperado, debido a la debilidad económica internacional y particularmente a la lenta recuperación de Estados Unidos.
Para el próximo año, se previó un precio del crudo promedio de 79 dólares por barril, cifra casi 15 por ciento superior a la actual cotización, lo que significa que los gurús de la economía, concretamente el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, le apuesta a una recuperación de los precios en el futuro casi inmediato.
Lamentablemente, parece ser que el señor Videgaray no ha visto los más recientes reportes de  la Agencia Internacional de Energía, que indican que la baja en los precios del petróleo continuará por lo menos hasta junio de 2015.
Esta agencia señala hay “pocos signos” de que la oferta disminuya pese al descalabro de los precios, que ha sido del 30 % para los crudos de referencia como el Brent desde que llegaron a su pico más alto en junio de este año.
Cabe señalar que en esta crisis de precios, el director de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, ha actuado con mesura, pues incluso ha reducido la producción, a diferencia de lo que ocurrió con los gobiernos panistas que aumentaban la producción para vender más aunque fuera a precios bajos.
En términos generales ¿cuáles pueden ser las consecuencias de esta caída en los precios para todos los mexicanos?
Son varias. Una de ellas es que, al no obtener ingresos suficientes, seguramente el Servicio de Administración Tributaria endurezca sus métodos de cobranza y aumente a vigilancia sobre los contribuyentes cautivos.
Otra es que probablemente algunas obras tengan que posponerse con su consecuente eliminación de puestos de trabajo prometidos.
Una más es que las supuestas bondades de a reforma energética podrían quedar aplazadas porque las grandes empresas transnacionales interesadas no están en un momento para planear un futuro.
Otra más es que los compromisos  futuro que se hagan como parte de la reforma energética se firmen con precios muy bajos y con consecuencias negativas a futuro.
En fin, la caída de los precios del crudo es una tragedia más que se suma a las tragedias personales de millones de mexicanos. Como dice el filósofo del metro: cuando tenemos para gas se descompone la estufa.

*Comentario para Radio Educación/ 14 de noviembre de 2014

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