El filósofo del metro dice:
Periodismo no debe ser
sinónimo de letra muerta
El atentado a la libertad de
prensa en Francia, debe abrir
los ojos de los mexicanos
Roberto Fuentes Vivar*
El
ataque realizado anteayer al semanario satírico francés Charlie Hebdo, en el
cual resultaron muertos 12 personas de la redacción, es sin duda el hecho más
lamentable en contra de la libertad de expresión en este año que recién inicia.
El
atentado ha ocasionado el repudio mundial y hasta países como México se han
solidarizado con Francia en este momento. A nivel social, miles de personas
tomaron las calles para protestar contra el atentado a la libertad de
expresión.
En
principio, los perpetradores del ataque son extremistas islámicos, por lo que
inmediatamente se prendió la alarma internacional en contra de grupos
yihdahistas y de organizaciones terroristas.
Se
trata, desde luego, de uno de los hechos más bárbaros cometidos en contra de la
libertad de expresión en toda la historia contemporánea del mundo occidental.
El ataque sorprendió al mundo y el mundo se sorprendió.
Pero
en México lo que sorprende es la incapacidad de sorprendernos ante los
cotidianos ataques internos a la libertad de expresión. No se trata de
violaciones tan bárbaras como la de Francia, y el semanario Charly Hebdo, pero
si hay una sistemática y permanente acción en contra de periodistas que ha
cobrado ya más de 100 víctimas.
Nada
menos unos días antes del bárbaro hecho de París, en Veracruz fue secuestrado
por un comando armado el periodista Moisés Sánchez Cerezo. Los vecinos dieron
cuenta inmediatamente del hecho, pero como siempre la policía llegó tarde.
La
desaparición de este periodista ha ocasionado algunas marchas precisamente en
Veracruz, en donde se ha creado un régimen de terror durante el gobierno del
priista Javier Duarte Ochoa.
Pero
no sólo es Veracruz, son prácticamente todos los estados de la República en
donde se han presentado secuestros. Según la organización Artículo 19, cuyo
representante en México fue agredido durante las marchas de diciembre pasado,
en nuestro país hay un atentado contra un periodista cada 29 horas, es decir
que casi todos los días se presenta algún atentado contra comunicadores.
Según
Darío Ramírez, director general de la agrupación Artículo 19 en México y
Centroamérica, Veracruz es el estado más peligroso de México para el
periodista, con 11 ejecuciones, 12 desaparecidos y 23 exiliados. A todos estos
casos e suma en el Moisés Sánchez.
Artículo
19 documento en los tres primeros trimestres del año pasado 222 agresiones a la
prensa mexicana. De ese total, 94 fueron ataques físicos, 40 actos de
intimidación, 37 amenazas, 23 detenciones arbitrarias, tres asesinatos a
periodistas y el ataque a las instalaciones de un medio de comunicación.
A
su vez, el organismo Reporteros sin Fronteras considera que México figura en
quinto lugar en la lista de países con más periodistas secuestrados, con tres
casos, solo por debajo de Ucrania, Libia, Siria e Irak.
Amnistía
Internacional a su vez considera que hay más de 100 periodistas y defensores de
derechos humanos que han solicitado protección que no han recibido una
respuesta oportuna y efectiva, creando frustración, inseguridad y desilusión.
El
Observatorio de los Derechos Humanos (Human Rights Watch) dice en que en México
fueron asesinados 85 periodistas fueron asesinados
entre 2000 y agosto de 2013, y otros 25 más han sido secuestrados o
desaparecido entre 2005 y abril de 2013.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos también tiene
documentada una fuerte cantidad de casos de asesinatos, secuestros, agresiones
y desapariciones de periodistas. En muchos casos se inculpa inmediatamente al
crimen organizado. Sin Embargo en casi la mitad de los casos están detrás
funcionarios públicos.
Lamentablemente, los casos que han tenido más difusión se
olvidan al poco tiempo, como el asesinato de Atilano Román
Tirado, quien fue ultimado a balazos dentro de la estación de radio en que
transmitía su programa.
El
atentado a la revista Charlie Hebdo unificó al mundo en contra de los ataques a
la libertad de expresión. Pero quizá ya es el momento de que volteemos hacia el
interior y haya una verdadera condena a los secuestros, asesinatos,
desapariciones y agresiones a los periodistas en México. Como dice el filósofo del
metro: Periodismo no debe ser sinónimo de letra muerta.
*Comentario Para Radio Educación/9 de enero de 2015
0 Comments:
Post a Comment
<< Home