El filósofo del metro dice:
Éramos pobres
y seremos más
De cómo los mexicanos
subsidiamos a los ricos
Roberto Fuentes Vivar*
Éramos muchos y pario la abuela, es uno de los
refranes que más puede ubicar la situación actual de la economía mexicana, en
la cual al malestar que vive una gran parte de la población se suma que ahora
la inmensa mayoría de los ciudadanos subsidia a los muy pocos ricos del país y,
para colmo, hasta a los ciudadanos estadounidenses.
Esta mañana, el Banco de México nuevamente colocó 400
millones de dólares mediante dos subastas para proveer de liquidez al mercado
cambiario. Sin embargo, el peso mexicano continúo haciéndose chiquito y hace un
rato se cotizaba en 17.50 unidades por divisa estadounidense.
De acuerdo con muchos analistas, la razón para que
el peso pierda fuerza es, como siempre, la incertidumbre internacional, sobre
todo por la reunión de la reserva federal estadounidense, que se realizará la
semana próxima y en cual, supuestamente ahora sí, está prevista un alza en las
tasas de interés.
Sin embargo, hay otro fenómeno nacional que tiene
que ver con la pérdida de valor de la moneda, es que cada año se requieren más
dólares en diciembre por dos motivos: uno que las empresas tienen que pagar sus
deudas en esa moneda.
La otra es que alrededor de ocho millones de
mexicanos acostumbran viajar al extranjero cada año y para ellos las vacaciones
de diciembre son una de sus temporadas favoritas. Lamentablemente para que esos
viajeros tengan un dólar barato, el Banco de México gasta las reservas, lo que
significa que de alguna manera todos los mexicanos subsidiamos el viaje de
estos privilegiados.
Otra de las razones por las que el dólar se encarece
es que las divisas que llegan por ventas
de mercancías a México siguen en picada, como lo indica el INEGI en su reporte de hoy en el cual informa que la
Producción Industrial del país disminuyó 0.1% en octubre de este año respecto a
la del mes inmediato anterior, debido precisamente a que las mercancías que
vendemos a Estados Unidos no son tantas como en otros meses u otros años.
Desde luego que la caída del precio del petróleo también
se suma a las presiones contra el peso. En este sentido hay que señalar que la
mezcla de crudos mexicanos se encuentra en apenas 29 dólares por barril, uno de
los precios más bajos de la historia.
Estamos vendiendo el precio de crudo a sólo 18
centavos de dólar, es decir a alrededor de tres pesos, cifra que equivale a un
cuarto de litro de agua embotellada., en el mercado de las tiendas de
conveniencia.
Precisamente, con la frase inicial de éramos muchos
y parió la abuela, vale la pena mencionar ¿Por qué se le ocurrió al director de
Pemex, Emilio Lozoya, anunciar precisamente el descubrimiento de yacimientos
petrolíferos precisamente cuando el precio del crudo está en los suelos?
Un anuncio de este tipo, a nivel internacional, hace
inmediatamente que bajen los precios internacionales pues contribuye a
fortalecer la idea de que hay sobreoferta de crudo ¿será la idea del director
de Pemex que los precios sigan bajando?
Para colmo, también hace unos días el mismo director
de Pemex anunció que fueron inauguradas gasolineras de la empresa productiva
del estado, antes paraestatal, en Estados Unidos, en donde se vende el litro a
sólo seis pesos mexicanos, mientras que aquí pagamos casi 14 pesos.
Con cada peso de más que pagamos los mexicanos
estamos subsidiando a los automovilistas de Estados Unidos y con cada dólar que
subasta el Banco de México estamos subsidiando a los viajeros mexicanos que van
al exterior. Ni modo, como dice el filósofo del metro: éramos pobres y seremos
más.
*Comentario para Radio Educación/ 11 de diciembre de 2015
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