El filósofo del metro dice:
2017, año de la depresión de
muchos y jolgorio de pocos
Los ganadores de este año
fueron la bolsa y los bancos
Roberto Fuentes Vivar*
Hoy es el último día hábil del año, por lo que vale
la pena hacer un recuento de quienes fueron los grandes perdedores y ganadores
de 2017.
En estos momentos la Bolsa Mexicana de Valores está
cerrando su última jornada de 2017, en un nivel de casi 50 mil puntos, lo que
significa un avance anual de alrededor de 10 por ciento, con respecto al cierre
del año pasado.
Sin embargo, dentro de la propia bolsa de valores
hay datos que vale la pena mencionar. Uno de ellos es que el financiamiento
bursátil llegó a 600 mil millones de pesos, con un crecimiento de 19 por
ciento. Concretamente en el mercado accionario, es decir las empresas que
emitieron acciones, el crecimiento fue de 70 por ciento.
Con esto, los grandes ganadores del año son los 210
mil inversionistas de las casas de bolsa, es decir menos de 0.2 por ciento de
la población mexicana que obtuvo jugosas ganancias.
Otros de los ganadores fueron los bancos que este
año tendrán utilidades históricas de alrededor de 120 mil millones de pesos,
las mayores ganancias de la historia, debido a que sus ingresos por el cobro de
intereses y comisiones avanzaron más de 15 por ciento en promedio. Desde luego
que estas ganancias también ayudaron a llenar las cuentas bancarias de estos
200 mil inversionistas de las casas de bolsa.
Sin embargo, al país no le fue tan bien.
Para comenzar, las operaciones con el exterior, que
son desde hace años el pilar de la economía mexicana, no fueron tan buenas y
aunque hubo un aumento en las exportaciones, el saldo final de la balanza
comercial será de un déficit de más de 10 mil millones de dólares.
El petróleo, otro de los pilares de la economía
mexicana tuvo un año ambivalente, pues por una parte mejoraron los precios del
crudo, pero al mismo tiempo tuvimos que comprar más gasolina para cubrir el
mercado nacional. Por eso, hasta noviembre había un incremento de 23 por ciento
en las exportaciones petroleras pero un crecimiento de 33 por ciento en las
importaciones petroleras. En términos llanos, por cada peso que vendimos de
crudo, tuvimos que gastar dos pesos en comprar productos petrolíferos, por lo
que al cierre de 2017 habrá un déficit de casi 20 mil millones de dólares solo
en el sector petrolero.
Quizá los dos únicos sectores relacionados con las
relaciones de México con el exterior que tuvieron un avance son el turismo y las
remesas. Precisamente los envíos de dinero de mexicanos a territorio nacional
han roto diversos récords en este año y es presumible que cierren el año casi
en 30 mil millones de dólares, casi 50 por ciento más que el dinero que ingresó
por venta de petróleo.
Pero, ya aterrizando de los miles de millones de
dólares a los pesos mexicanos, los ciudadanos de este país vamos a cerrar el
año con un dólar que se vende en 20 pesos y con una inflación que tiende a
dispararse y a salirse de control por parte del Banco de México.
De hecho, la inflación este año será la más alta de
una década y eso sin contar con los aumentos que se han vivido en los últimos
días y que son un atentado contra la sociedad, pues los supermercados han
aprovechado esta temporada para re etiquetar productos a diestra y siniestra.
La economía, en general permaneció prácticamente
estancada y millones de mexicanos permanecen desempleados, subempleados o
percibiendo salarios que apenas permiten la supervivencia.
Pero eso sí, los señores de la bolsa y de los bancos
tienen mucho para festejar, pues sus ingresos crecieron a dos dígitos. Por eso,
han sacado capitales por casi 20 mil millones de dólares durante este año. Dice
el filósofo del metro: 2017 fue orgullo de pocos y depresión de muchos.
*Comentario para Radio Educación/ 29 de diciembre de 2017
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