El filósofo del metro dice:

El pescado siempre se
pudre por la cabeza

Recursos para la reconstrucción
en la opacidad de la IP y EPN

Roberto Fuentes Vivar*

A  un mes del sismo todo ese impulso que motivó a miles de ciudadanos a movilizarse en apoyo al rescate se ha convertido en ira social contra la opacidad con que se manejan los recursos para la reconstrucción.

La realidad hoy es que ha comenzado a desatarse una imparable especulación inmobiliaria y que la sociedad civil nuevamente está en manos de grupos poco transparentes para dirigir el destino del país y los recursos destinados a las víctimas del sismo.

Existen varias demandas sociales que han  expresado en manifestaciones como las que realizaron ayer en Paseo de la Reforma y que se escuchan como letanía en las redes sociales:

Una de ellas es que se presenten datos reales que puedan cuantificar y cualificar la magnitud del desastre. En este sentido cada semana Enrique Peña Nieto da a conocer nuevas versiones, por ejemplo, sobre el costo de la reconstrucción. Ahora dice que serán 48 mil millones de pesos y una semana antes había calculado 10 mil millones de pesos menos.

Otra de las demandas es que no sea con créditos como se apoye a quienes perdieron o vieron afectado su patrimonio inmobiliario, sino que se utilicen las donaciones solidarias nacionales y extranjeras. En este caso hay que señalar que existe malestar porque incluso los créditos serán canalizados por Virgilio Andrade, el oscuro personaje que perdonó escándalos como el de la Casa Blanca.

Otra más es que precisamente se transparente el dinero que ha llegado de donaciones, lo cual será prácticamente imposible, porque todo ese dinero va a ser administrado por el gobierno de Enrique Peña Nieto en colaboración con el Consejo Coordinador Empresarial, a través del fideicomiso Fuerza México. Por cierto que ese concepto, Fuerza México, fue creado por los empresarios mucho antes del sismo, desde el ocho de febrero de este año, recaude y vigile el dinero solidario.

Lamentablemente, el papel de la iniciativa privada durante el sismo ha sido prácticamente de lucro y así lo demuestran varios hechos:

Fueron precisamente empresarios afiliados a alguna cámara quienes, sin recato alguno construyeron los edificios colapsados.  Fueron también empresarios los que intentaron ocultar a sus muertos en instalaciones como las de Liverpool, Palacio de Hierro, Soriana o Walmart. Son también los empresarios quienes están obligando a sus empleados a trabajar en  inmuebles dañados y que incluso impiden el paso a autoridades de Protección Civil. Son también los empresarios quienes hicieron donaciones solo para evadir impuestos y quienes harán gala de altruismo con el dinero donado por la sociedad en las cajas que redondean sus cuentas.

Pero lo más grave, quizá es que son los empresarios quienes están provocando a un mes de la tragedia, una de las mayores especulaciones inmobiliarias de la historia. En este sentido hay reportes de que las rentas en la ciudad de México, en colonias de clase media han subido hasta 50 por ciento por la alta demanda, provocada por personas que perdieron sus casas y requieren urgentemente un lugar para vivir.

Un estudio realizado por la empresa transnacional inmobiliaria Properati señala que en tan solo un mes, en la delegación Miguel Hidalgo aumentó de 43 mil a casi 46 mil pesos en promedio el costo el metro cuadrado. De acuerdo con esta investigación existe un boom por rentar o comprar casas en las delegaciones Cuauhtémoc  Benito Juárez y Miguel Hidalgo. En todas ellas hay aumentos desmesurados tanto en las rentas como en la venta. También se han disparado en muchos casos, los precios de los materiales de construcción al menudeo, debido a la alta demanda.

Lamentablemente, serán los organismos ligados con esta especulación inmobiliaria los que entre comillas transparentarán los recursos donados por la sociedad civil. Dice el filósofo del metro: el pescado siempre se pudre por la cabeza.

*Comentario para Radio Educación/20 de octubre de 2017