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Friday, September 01, 2017

El filósofo del metro dice:

Otro sexenio perdido y
el bienestar en el olvido

El informe de EPN sin bases ni 
sustancia y con datos sesgados


Roberto Fuentes Vivar*

Como cada primero de septiembre, el presidente en turno debe entregar al Congreso de la Unión, el informe del estado que guarda la nación. Esta tarde el secretario de gobernación estará en San lazaron para entregar formalmente los documentos y posteriormente Enrique Peña Nieto se reunirá con sus allegados para sustentar un mensaje y presentar los datos que hablan bien de su gestión, además de la avalancha de spots que ya se presentan desde hace varios días en los medios audiovisuales.
Seguramente en la reunión y en eventos posteriores, Peña Nieto destacará algunas estadísticas, como la creación de empleos o hasta el informe del Consejo Nacional para la Evaluación de las Políticas Sociales, el Coneval, que supuestamente habla de la reducción de la pobreza.
Pero lo que no va a mencionar es que, por lo menos en materia económica y social, el actual es un sexenio perdido, así como la década de los ochentas del siglo pasado fue la década perdida. Los datos que demuestran esta afirmación son muchos:
-La inflación se encuentra en los niveles más altos en una década y ya hasta se presentó una nueva metodología del INEGI para tratar de atenuar el incremento del Índice Nacional de Precios al Consumidor. Incluso el INEGI anunció que va a dejar de medir los precios de la canasta básica.
-El crecimiento económico en los primeros cinco años de gobierno de Enrique Peña Nieto es de apenas dos por ciento, cuando prometió niveles de al menos el doble. En este sentido vale la pena mencionar que al cierre del primer semestre del año hubo un incremento del PIB de tres por ciento, superior al esperado por las autoridades, el nivel de avance sigue siendo mediocre y no es suficiente para crear empleos de calidad. Por eso, el salario mínimo en nuestro país se ha devaluado hasta convertirse en uno de los más bajos del mundo
-Esta misma semana el INEGI presentó los resultados de la Encuesta Nacional Ingreso Gasto 2016, documento que sirve de base para medir la pobreza. En este informe se señala que en 2016 hubo una mejora en los ingresos de los mexicanos, con respecto a 2014.
-Sin embargo, haciendo un análisis puede observarse que en 2012, la última encuesta levantada antes de que tomara posesión peña Nieto, el promedio de ingresos de los mexicanos era de 43 mil 931 pesos por trimestre y por familia. La cifra se redujo en 2016 a sólo 43 mil 36 pesos, lo que significa que las familias mexicanas recibimos menos ingresos que antes de que tomara posesión el actual inquilino de Los Pinos.
-Llama la atención dentro de la misma  Encuesta que la clase media es la más afectada por la reducción de ingresos, al grado de que el decil XII, es decir el 10 por ciento de las familias mexicanas que reciben trimestralmente entre 15 y 20 mil pesos, muestra un descenso sistemático de ingresos, pues pasó de 55 mil 119 pesos a 449 mil 2018, es decir que hay una desaparición de más de seis mil pesos en cuatro años.
-En materia de concentración del ingreso también hay un sexenio perdido pues el 10 por ciento más pobre vive con 25 pesos diarios, mientras que el más alto recibe 512 pesos.
Llama la atención que en cada hogar existen 2.45 perceptores de ingresos, pero sólo 1.69 personas ocupadas, lo que significa que buena parte de los ingresos provienen de ayudas del gobierno, de la iniciativa privada o de las remesas.
-Pero quizá lo más grave es que los ingresos de los mexicanos se utilizan básicamente para que las familias se alimenten, se transporten y paguen a los bancos. Rubros como la diversión o los cuidados de la salud son cada vez más exiguos.
-Los mexicanos gastamos 331.5 mil millones de pesos trimestrales en alimentos, bebidas y tabaco, que significan el 35.2 por ciento del total del gasto familiar. Hace cuatro años la cifra representaba solo el 34 por ciento. En los tres deciles más pobres el gasto en alimentación llega a más del 50 por ciento del gasto total.
-El segundo rubro en que gastamos los mexicanos es en erogaciones financieras, es decir pagar deudas, ya sea a familiares, bancos o tarjetas de crédito. Nada más en este rubro gastamos 165 mil 512 millones de pesos trimestrales, es decir casi cinco mil pesos por cada familia.
-Otro de los grandes gastos de las familias mexicanas es el transporte (que incluye desde lo que erogamos en el transporte público, hasta la compra de autos y refacciones). Destinamos nada menos que 182, 174 millones de pesos al trimestre.
-Es decir que entre alimentos, pago a bancos y transporte destinamos casi tres cuartas partes de los 941 mil 750 millones de pesos que significan el gasto total de las familias mexicanas al trimestre.
¿Qué significan todos estos datos? En síntesis que en este sexenio los mexicanos ganamos menos y, por ende, la mayor parte de los ingresos se gastan en alimentos, transporte y pago de bancos. Es decir que, otra vez, vivimos un sexenio perdido. Por eso, poco tiene que decir Peña Nieto en su informe. Dice el filósofo del metro: Un sexenio perdido y el bienestar en el olvido.

*Comentario para Radio Educación/ 1 de septiembre de 2017


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