El filósofo del metro dice:
Los neoliberales desafían la
física; se caen hacia arriba
Carstens dejará Banxico igual que
cómo lo tomó: inflación y tasas altas
Roberto Fuentes Vivar*
Ayer fue uno de los peores días para la economía de
los mexicanos. Volvieron a subir las tasas de interés para ubicarse en siete
por ciento y se dio a conocer que la inflación en la primera quincena de mayo
que se ubicó en 6.3 por ciento.
En ambos casos, la inflación y las tasas de interés,
se ubicaron en niveles de hace ocho o diez años, lo que significa un retroceso para
la vida diaria de los mexicanos que tenemos que comprar productos y víveres más
caros con intereses más altos, mientras que los salarios perdieron una batalla
más en su guerra contra los precios.
¿Y Quién es el responsable de estos dos eventos de
este oscuro jueves? Pues nada menos que Agustín Carstens, el gobernador del
Banco de México, quien ahora parece ser que finalmente tiene sus días contados
en el organismo central.
Existe una fuerte discrepancia entre los analistas
económicos. Por una parte hay quienes aseguran que el de ayer fue el último
tasazo de Carstens y quizá de este año, mientras que otros piensan que antes de
salir podría presentarse otro nuevo aumento en las tasas de interés.
Por lo pronto, parece ser finalmente que el gobierno
y el grupo de neoliberales que están al frente de la economía nacional, ya
decidieron que el actual secretario de Hacienda, José Antonio Meade sustituya a
Carstens en el banco central.
Con esto la historia se repite: Carstens era
secretario de Hacienda de Felipe Calderón cuando abandonó ese cargo para ocupar
el Banco de México. Con ello sustituyó a Guillermo Ortiz Martínez, quien a su
vez había sido secretario de Hacienda de Ernesto Zedillo antes de ocupar el
cargo.
Cuando Carstens presentó su renuncia –ilegalmente porque
debió haberlo hecho ante la Junta de Gobierno y no ante Enrique Peña Nieto-
dijo que en julio abandonaría el puesto, pero posteriormente reculó y dijo que
hasta noviembre.
El hecho es que parece que será en julio cuando se
presente una propuesta concreta del sucesor de Carstens y sea avalada por el
Senado de la República. Es previsible que de tratarse de Meade, la aprobación
sea un mero trámite administrativo.
Por eso quizá hoy, después del golpe de ayer a las
familias mexicanas, valga la pena hacer un recuento de quien estuvo al frente
del Banco de México en los últimos siete años.
1.- Va a dejar las tasas de interés a un similar en
el que las tomó, es decir que prácticamente durante su gestión no hubo logro
alguno en este sentido.
2.-Va a dejar la inflación en el mismo nivel que
cuando asumió el cargo, en 2010, lo que significa que tampoco en la reducción del
Índice Nacional de Precios al Consumidor hubo logro alguno.
3.-Para colmo, Carstens dejó durante su estadía una
devaluación de más del 70 por ciento, pues en 2010, cuando tomó posesión se
encontraba en 12 pesos y lo deja ahora arriba de 19 pesos o más de 20 si se
toma en cuenta el promedio de los meses recientes.
Lamentablemente, en el caso de las tasas de interés,
el propio Banco de México se ha dado a la tarea de limpiar las huellas del
desastre. Uno de los ejemplos es que hasta 2015, antes de que empezara la
tendencia alcista en los réditos, este organismo publicaba un reporte mensual
de los intereses básicos en tarjeta de crédito e hipotecarios. Sin embargo dejó
se presentar ese reporte.
Sin embargo, si se toman en cuenta algunas otras
fuentes, como la Condusef, puede observarse que de 2000 hasta 2012 hubo una
tendencia descendente de las tasas. Sin embargo, esa reducción se detuvo y
desde hace dos años comenzaron nuevamente a subir.
Basta señalar que los intereses en créditos
hipotecarios llegaron a reducirse hasta siete por ciento. Hoy se encuentran
nuevamente hasta arriba del 12 por ciento. Los de tarjetas de crédito
descendieron hasta alrededor de 20 por ciento y hoy nuevamente están arriba del
50 por ciento en algunos casos.
En el caso de la inflación, el dato de ayer de 6.30
por ciento es el más alto desde hace ocho años, es decir que estamos precisamente
a niveles que no habían visto desde que Agustín Carstens tomó posesión como
gobernador del Banco de México.
En síntesis, este personaje dejó la inflación y las
tasas de interés igual que como las tomó y la paridad del peso la deja bastante
peor que cuando asumió el cargo.
Ahora, como premio dirigirá el Banco de Pagos
Internacionales, al igual que su antecesor en el banco de México, Guillermo
Ortiz. Parece ser que el escalafón neoliberal ya se consolidó: de secretario de
Hacienda a gobernador del Banco de México y de ahí al banco de Pagos
Internacionales. No importa si fracasaron.
Dice el filósofo del metro: en el neoliberalismo la
física se cae para arriba.
*Comentario para Radio Educación/23 de junio de 2017
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