Este año no hubo
última cena, sino
cena de festejo de
los exonerados
En semana santa, Pilatos
liberó a los delincuentes
Roberto Fuentes Vivar*
En esta semana santa definitivamente los
descendientes de Poncio Pilatos han estado muy activos liberando o indultando
delincuentes. Según los evangelios de Marcos y Lucas, hace unos dos mil años
este personaje del nuevo testamento liberó a Barrabás en vez de a Jesús, por
aclamación popular. Y desde luego se lavó las manos como una forma de aducir
que esa exoneración había sido responsabilidad de otros y no suya directamente.
Los nuevos Pilatos de este siglo, en México, se han
dedicado en esta semana santa a sacar de las cárceles a personajes que
estafaron a la sociedad. O bien se han hecho de la vista gorda y no quieren
saber nada de los posibles delincuentes que deberían estar tras las rejas precisamente
por aclamación popular.
De hecho, hay doce casos –como si fueran los 12 apóstoles
que acompañaron a Jesús en su última cena- en lo que los poncios pilatos de la
actualidad se han mostrado tan indulgentes como hace 20 siglos lo hizo el
procurador romano.
Nada más para comenzar este conteo de los 12
indultos, hay que señalar que ayer fue liberado nada menos que Amado Yáñez,
aquel personaje dueño de la empresa Oceanografía, tras pagar una fianza de
siete y medio millones de pesos. Cantidad muy menor a las 30 monedas que
supuestamente recibió Judas por traicionar a Jesús, pero también infinitamente
menor al fraude por el que fue acusado.
También en este jueves santo, el exgobernador
panista de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat, quien fue exonerado por
la simulación de un robo de equipo de telecomunicaciones y la adquisición de
equipo tomográfico que nunca fue entregado. Pues sí ese mismo personaje ayer
acusó ayer a su sucesor el priista Carlos Lozano de la Torre por el delito de
peculado.
Otro a quien los Poncios de este siglo XXI no quieren
tocar a es al alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, el futbolista que ayer
fue acusado de haber participado o financiado la muerte de un empresario
morelense. La acusación la hizo nada menos que uno de los supuestos asesinos
del concesionario de la Feria de Cuernavaca.
Desde luego que uno de los casos más sonados de esta
semana santa es el de Tomas Yarrington, el exgobernador de Tamaulipas, detenido
en Italia y quien seguramente no pisará suelo mexicano, pues las autoridades de
nuestro país prefieren lavarse las manos y que se quede en Italia o sea enviado
a Estados, pero no a esta tierra y menos ahora durante la pasión de Iztapalapa.
Así como en el nuevo testamento se menciona que
algunos de los discípulos de Jesús eran hermanos, concretamente Pedro y Andrés
y Juan y Santiago, aquí en México hay personajes que aunque no son hermanos si
tienen el mismo apellido y los Pilatos de este siglo supuestamente no pueden
encontrarlos para que haga justicia: César Duarte de Chihuahua y Javier Duarte
de Veracruz. En ambos casos hay muchos motivos para su encarcelamiento porque
su enriquecimiento inexplicable, sí puede explicarse en ambos casos. Endeudaron
a sus respectivos estados y se convirtieron en millonarios que supuestamente
andan viajando por el mundo, pero nadie los puede encontrar.
Otro de los escándalos que se ha presentado en esta
semana santa es el de los sobornos de la empresa Obederecht a Petróleos
Mexicanos y desde luego el exdirector de esa empresa Emilio Lozoya ha sido
mencionado públicamente como uno de los beneficiarios, aunque Poncio Pilatos se
hace de la vista gorda para no ir tras él. Seguramente, al igual que en el caso
de Oceanografía saldrá exonerado.
Pero quien más ha gozado de los beneficios de la
amnistía pilatiana o ponciana, es el ex gobernador de Coahuila, el mismísimo que
fue detenido en España, el priista Humberto Moreira, a quien como Barrabás se
le liberó de la cárcel y ahora anda tan activo que hasta busca ser diputado en
su entidad.
Uno más de los personajes que gozan de la protección
de los Pilatos modernos es Roberto Borge, el exgobernador de Quintana Roo,
sobre quien pesan seis órdenes de aprehensión, pero nadie –al igual que en los
casos de los otros dos priistas apellidados Duarte- sabe dónde está.
En el estado de México ha estado Poncio Pilatos muy
activo lavándose las manos, pues lo mismo ha indultado al exgobernador Arturo
Montiel (por el caso del secuestro de sus hijas), que se ha lavado las manos en
el caso OHL, que por cierto salpica a muchos
personajes priistas que actualmente están en campaña por esa entidad.
Y para no sólo mencionar a priistas y panistas, hay
un caso que seguramente llegará a los
expedientes de los descendientes del procurador romano es el del gobernador
perredista Silvano Aureoles de Michoacán, de quien muchos piden ya su
destitución y que sea juzgado por la muerte de campesinos de Arantepacua,
municipio de Nahuatzen.
Estos son sólo 12 casos mexicanos que parecen haber
sido abordados por Poncio Pilatos, quien se sigue lavando las manos. Dice el
filósofo del metro: Este año no hubo última cena, sino cena de festejo para los
exonerados.
*Comentario para Radio Educación/14 de abril de 2017
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