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Friday, February 24, 2017

El filósofo del metro dice:

Economía que no se
siente en el bolsillo
es una simple cifra

En México se redujo 20% 
el PIB per cápita en 2016

Roberto Fuentes Vivar*

El INEGI dio a conocer el miércoles que el producto interno bruto de México durante 2016 creció 2.3 por ciento en términos anuales, lo que significó una sorpresa para la mayoría de los analistas que esperaban una cifra menor, incluso por abajo del dos por ciento. Y aquí hay que mencionar que desde hace pocos más de seis meses, cuando entró a presidir el instituto Julio Alfonso Santaella, los números que maneja esta institución, encargada de la información oficial del estado mexicano han sido tan favorables al gobierno de Enrique Peña Nieto que hasta se han presentado fuertes debates como el de la medición de la pobreza que no convenció a nadie.
Ahora, el debate que persiste y continuará por varios meses es si realmente la economía mexicana creció a los niveles que dice el INEGI.
Desde luego que no todo es positivo en este crecimiento sorpresivo de la economía, porque si analiza el valor total de la economía, 20 billones 730 mil millones de pesos, entre el número de mexicanos actuales, alrededor de 130 millones, se puede calcular lo que se llama en PIB per cápita o PIB por habitante.
De acuerdo con una operación muy sencilla, dividir esta cantidad los poco más de 20 billones de pesos, entre los 130 millones de mexicanos y posteriormente traducirla a dólares a un tipo de cambio de 21.50 pesos por moneda estadounidense, como estaba en diciembre del año pasado, el PIB por habitante de 2016 fue de sólo 7 mil 563 dólares anuales.
Hay quienes, han basado la misma cifra con un dólar más barato y calculan que el PIB por habitante fue de ocho mil 500 dólares, en números cerrados, lo cual en principio podría resultar alto.
Sin embargo, si se analiza el PIB per cápita o por habitante de años anteriores, resulta que aún con las cuentas favorables, uno una caída de 10 por ciento con respecto a 2015, cuando el PIB por habitante era de 9 mil 445 dólares. Y la cifra es todavía más descendente si se compara con 2014 cuando el PIB por habitante era de 10 mil 800 dólares.
En síntesis, el PIB por habitante cayó entre 10 y 20 por ciento durante el año pasado, a pesar del alto crecimiento sorpresivo de 2.3 por ciento que anunció el INEGI y es de más de 30 por ciento si se compara con la situación de 2014.
Desde luego que ni la economía ni el PIB por habitante fueron parejos durante el año pasado. Por ejemplo, el sector primario, conformado por alrededor de 20 millones de mexicanos representó solo 4.4 por ciento del PIB total es decir que uno de cada cinco trabajadores mexicanos se repartió menos del cinco por ciento de la producción nacional.
Concretamente, el valor del sector primario de la economía fue de 836 mil millones de pesos, lo que dio como resultado un PIB per cápita de apenas menos de dos mil dólares anuales para los campesinos y productores de alimentos del país.
La economía secundaria valió 6.4 billones de pesos y representó el 32.9 por ciento del PIB total. La economía secundaria es la industrial, la que transforma los productos básicos en productos terminados.
Así nos encontramos con que entre el que saca el producto de la tierra y el que lo transforma, significaron menos del 40 por ciento de la producción nacional. Es decir que de cada peso que se produce en México el 40 por ciento es de quienes sacan productos de la naturaleza y quienes lo transforman.
El resto, es decir 12.2 billones de pesos o 62.7 por ciento de la economía total, corresponde al sector servicios, es decir a quienes venden, publicitan, acaparan, concentran, comercializan y llevan a las casas de los consumidores los productos que hicieron quienes trabajaron en la economía primaria y secundaria.
Esto significa en síntesis que vivimos una terciarización de la economía, lo cual según algunos autores como Noam Chomsky o el premio nobel de economía Joseph Stiglitz va a llevar a un colapso a la economía mundial y desde luego a nuestro país.
Así las cosas, durante el año pasado puede decirse que la economía creció, pero la economía de los mexicanos se redujo a sólo alrededor de ocho mil dólares al año, contra nueve mil del año anterior y los únicos que ganaron fueron quienes acapararon o vendieron los productos que se fabricaron en el sector primario y secundario. Dice el filósofo del metro: economía que no se siente en el bolsillo, es simple cifra

 *Comentario para Radio Educación/ 24 de febrero de 2016

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