El filósofo del metro dice:
Cuando llegan los Reyes Magos
traen regalos, cuando no, pues no
Estaban tan pobres que
se llevaron los zapatos
Roberto Fuentes Vivar*
Esta mañana, los mexicanos nos levantamos de la cama
a mirar nuestros zapatos, con la esperanza de que los reyes magos nos hubieran
dejado un regalo. Lamentablemente en la mayoría de los casos los zapatos estaban
vacíos. No sólo no contenían presente alguno, sino que en muchos casos, ni
siquiera zapatos había porque los reyes magos aprovecharon para llevárselos y
quizá empeñarlos en la sucursal más próxima del Monte de Piedad.
Desde luego que estos famosos Santos Reyes
recibieron millones de cartas de los mexicanos en los cuales se les pidió que
intercedieran para dar marcha atrás al gasolinazo. Cuando recibieron el arsenal
de misivas, Melchor, Gaspar y Baltasar trataron de hablar con Enrique Peña
Nieto pero no lo encontraron porque estaba de vacaciones y cuando regresó no
tuvo tiempo de recibirlos porque estaba tratando de resolver asuntos
relacionados con la estabilidad macroeconómica y la inestabilidad política.
El caso es que los Reyes Magos no cumplieron los
deseos de echar para atrás el gasolinazo y para colmo hasta metafóricamente se
llevaron los zapatos usados, pues los mexicanos hemos tenido que observar cómo
el Banco de México ha utilizado más de mil millones de dólares para tratar de
defender al peso. Dentro de una semana, cuando se dé a conocer el estado de las
reservas internacionales, nos vamos a encontrar con que el instituto central ha
gastado más dinero vendiendo dólares en los mercados internacionales, que los
mil 600 millones de dólares que la Ford iba a invertir en San Luis Potosí.
En este entorno, desde luego a Enrique Peña Nieto
los Santos Reyes no le trajeron nada y su zapato quedó no precisamente vacío,
sino lleno de cartas de inconformidad por el gasolinazo y exigiendo su
renuncia. Incluso ni siquiera le
trajeron una buena dosis de ranitidina u omperazol para impedir que los corajes por las
manifestaciones en su contra se conviertan en problemas gástricos.
Hay varios personajes a los que los reyes Magos si
trajeron regalos. Uno de ellos es Luis Videgaray, quien recibió como presente
su reincorporación a la política, ahora como secretario de Relaciones Exterior,
en un movimiento que ha sido considerado como el primer nombramiento en México,
hecho por un presidente electo de Estados Unidos. Además, lógico, el ahora
canciller se ubica para muchos a la cabeza de la posible carrera en la sucesión
presidencial por su partido, el Revolucionario Institucional.
Otro personaje favorecido es nada menos que Carlos
Slim, quien ya es ventaneado en las redes sociales como un posible aspirante a
la presidencia para 2018, lo que seguramente no es del agrado de Enrique Peña
Nieto, aunque sí del próximo presidente estadounidense, Donald Trump.
Por cierto, que Trump sí recibió no solo uno sino
muchos regalos. El principal, desde luego se lo dio la automotriz Ford, al
anunciar que invertirá 700 millones de dólares en una planta en Estados Unidos,
en lugar de la que planeaba instalar en territorio mexicano.
Aún antes de ser presidente, Trump, ya se convirtió
en el hombre más poderoso del mundo y seguramente así lo dará a conocer la
revista Forbes en su próxima edición sobre los personajes súper poderosos del
planeta.
Claro que Trump y los inversionistas estadounidenses
recibieron como regalo de reyes los dólares que salió a subastar el Banco de
México, pues la mayor parte de ellos se vendió precisamente en Nueva York. Si
bien es cierto que el monto de estas intervenciones de Banxico es confidencial,
ayer por lo menos cuatro agentes del mercado confirmaron que fueron mil
millones de dólares tan solo en la jornada del 5 de enero. Hoy continuó esta
intervención y probablemente la cantidad sea similar.
Y aquí vale la pena preguntar ¿Qué hubiera pasado si
esos millones de dólares que fueron a parar a manos de los especuladores se
hubieran invertido en una planta automotriz nacional? Seguramente la economía
no andaría tan mal.
Pero volviendo al asunto de la Ford, uno de los
hechos más concretos es que, por primera vez en muchos años, un presidente –aun
antes de tomar el poder- muestra que un gobierno está por encima de las
empresas, lo cual definitivamente viene a darle un golpe mortal al modelo
globalizador que ha dirigido al mundo durante los más recientes 30 años. Y eso
ameritará muchos análisis posteriores.
En fin, los reyes Magos, quizá afectados por el
gasolinazo, dejaron vacíos los zapatos de los mexicanos o de plano, como
explicamos antes, se los llevaron. Dice el filósofo del metro: cuando los reyes
magos llegan traen regalos, cuando no, pues no.
*Comentario para Radio Educación/6 de enero de 2017
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