El filósofo del metro dice:
Neoliberalismo significa
Seguir las recetas bien
aunque nos lleve el tren
Noveno aumento a
las tasas de interés
Roberto Fuentes Vivar*
Otra vez el Banco de México aumentó las tasas de
interés. Y lo hizo presumiblemente con el afán de que la noticia pasara casi
desapercibida por tratarse de un momento en el cual hubo hay una oleada de
información de otras fuentes como el asesinato a periodistas y la risible
respuesta de Enrique Peña Nieto, las declaraciones del secretario de estado estadounidense,
Rex Tillerson, sobre el narcotráfico y la violencia o el inicio de negociaciones
del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
En ese entorno en el cual a nadie parece interesarle
la economía y lo que sucede a su bolsillo, el banco central elevó ayer la tasa
de referencia en un cuarto de punto para ubicarla en un interés de 5.75 por
ciento.
Se trata del noveno aumento desde 1975 y del sexto
consecutivo, es decir que prácticamente en cada reunión de los miembros de la
Junta de Gobierno se ha registrado un alza. Y, como sucedió ayer, todos los
miembros de la junta levantaron la mano en favor del incremento.
¿Por qué el Banco de México insiste en aumentar las
tasas de interés? Para responder esta pregunta hay que hacer un ejercicio que
nos remonte a la filosofía del neoliberalismo y sus recetas. Supuestamente un
alza en las tasas de interés, bajo esa óptica, tiende a reducir la inflación.
La inflación, según ellos, se debe a que hay mucho
dinero en el mercado y por eso suben los precios. Por ende aumentando el precio
del dinero a través de subir las tasas de interés se reduce precisamente la
circulación de dinero y con ello se frena la inflación. Esta es en síntesis la
teoría de los neoliberales. Hay que encarecer el dinero para que haya menos
inflación. Generalmente a este tipo de medidas se les llama contraccionistas,
porque tienden a contraer el mercado.
Es decir que el Banco de México aumentó las tasas de
interés porque hay presiones inflacionarias y por lo tanto hay que encarecer el
crédito para que haya menos dinero en el mercado y así reducir los aumentos de
precios.
Es algo así como si una alberca está llena y el
flujo de agua amenaza con desbordarla. La lógica sería entorpecer el flujo de
agua para que no se desborde. Hasta ahí podría uno estar de acuerdo.
Sin embargo, se les olvida a los neoliberales que
están en la Junta de Gobierno que al limitar o entorpecer ese flujo de agua se
está afectando a todo un sistema que está detrás y que en un momento dado puede
afectar a tal grado de que en vez de exceso de agua se convierta en una sequía
tal que obligue a cerrar la alberca.
¿Por qué? Buenos vamos a ver algunas de las
consecuencias: Una, al aumentar las tasas de interés, como puede observarse, se
encarecen los créditos ¿Y qué va a hacer un empresario si le aumenta el costo
del dinero? Seguramente lo va a reflejar en un aumento de los productos que
vende, ya sean chocolates, garnachas en la esquina o sofisticados servicios cibernéticos.
Desde luego, a los prohombres que dirigen el Banco
de México, se les olvida que en México la inflación se mide por lo que se llama
Índice Nacional de Precios al Consumidor, no índice de dinero en el mercado,
por lo cual atacan a un frente, aunque se dispare el otro.
Una segunda consecuencia es que al aumentar las
tasas de interés del Banco de México, automáticamente se encarece el crédito
que pagamos las familias por ejemplo en las tarjetas de plástico que se han
convertido en un elemento casi necesario para llegar al fin de quincena y que
cada vez más se utilizan para adquirir bienes de consumo necesarios como la
canasta básica. En este sentido, los grandes beneficiarios son los bancos y
grandes cadenas de autoservicio y departamentales que en el primer trimestre de
este año obtuvieron ganancias de dos dígitos.
Pero hay otro factor que influye en el aumento en
las tasas de interés, es que al subirlas se otorga un premio mayor a los
grandes inversionistas, nuevamente los bancos y los grandes capitales nacionales
e internacionales, que pueden desviar su dinero a otros países que ofrezcan
mayores recompensas.
En este sentido, la violencia, la muerte de
periodistas, la incertidumbre, la mala administración gubernamental y otros
vicios que se viven en nuestro país obligan a las autoridades a brindar mayores
estímulos para que el dinero no se vaya del país y este estímulo es precisamente
pagar más a quien invierte en papeles especulativos mexicanos.
En términos
generales, el aumento en las tasas de interés beneficia a unos cuántos (como
quienes cobran intereses) y perjudica a todos porque los precios van a seguir
subiendo. Pero así son las reglas del neoliberalismo. Dice el filósofo del
metro: neoliberalismo significa seguir las recetas bien, aunque nos lleve el
tren.Comentario para Radio Educación/ 19 de mayo de 2017
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