El filósofo del metro dice:
Consulta es una palabra
médica pero también social
Habitantes de Tehuacán ponen un
"hasta aquí" a EPN por sus tierras
Roberto Fuentes Vivar*
Enrique Peña Nieto festejó ayer su cumpleaños y lo
más seguro es que tuvo que ingerir una buena dosis de alka seltsers para
aliviar las agruras causadas por los corajes que le han hecho pasar muchos
mexicanos que no lo quieren.
Un ejemplo es lo que sucedió anteayer en Puebla, en
el Valle de Tehuacán. Se trata de algo inédito. Peña Nieto iba a grabar un spot
–fuera de agenda y sin prensa-, pero los habitantes tomaron la carretera y no
lo dejaron pasar, por lo que la filmación prevista para su informe de gobierno
quedó cancelada.
Se trata de un hecho insólito, pues que yo recuerde
nunca se había impedido de tal manera a un presidente llegar a sitio alguno en
la República Mexicana. Pero se trata también de una respuesta lógica de la
población a cientos de proyectos que no son consultados con las comunidades.
Concretamente, los pobladores no están de acuerdo
con la forma en que se ha manejado la declaración de patrimonio mixto de la
humanidad la zona de Tehuacán, pues nunca fueron consultados y se enteraron por
la prensa.
Muchos de los habitantes de este valle de Tehuacán basan
su sustento en aprovechar recursos naturales y hasta minerales de esa zona y el
gobierno hasta el momento no les ha ofrecido alternativa alguna que pueda
garantizar su forma de vida. Por eso, entraron en rebeldía e impidieron la
entrada a Enrique Peña Nieto.
La zona del Valle de Tehuacán tiene importancia
histórica y ambiental, pues lo mismo ahí fue encontrado el vestigio más antiguo
del maíz, que alberga cactus gigantes. Incluso recuerdo que hace casi 40 años,
cuando yo era funcionario del Instituto Nacional Indigenista me tocó dar la noticia
que ahí se habían encontrado rocas con una antigüedad de 113 millones de años.
Fuera de si es positiva o no la declaración de
patrimonio mixto de la humanidad por parte de la Unesco, lo que ilustra la
rebeldía de los habitantes es que nunca fueron consultados y todos los trámites
se han hecho a sus espaldas.
Esta actitud del gobierno mexicano parece ser una
constante, pues nada menos esta semana se dio a conocer que, por ejemplo, en
Guerrero, un grupo de indígenas obtuvo una victoria legal para detener una
minera que pretendía extraer oro y plata de sus tierras, las cuales habían sido
concesionadas por la Secretaría de Economía a una empresa peruana-británica.
Desde luego nunca hubo una consulta y el gobierno dispuso de 59 mil hectáreas para
entregarlas a un consorcio extranjero que operaría el proyecto minero Corazón
de las Tinieblas. Finalmente el centro de derechos humanos Tlachinollan asesoró
a los afectados y logró una victoria legal que puede considerarse ejemplar a
nivel nacional.
Estos, son solo dos casos en los que la comunidad
protestó porque no fue consultada sobre el futuro de su patrimonio y ocurrieron
en el lapso de una semana.
Pero no son los únicos. He tenido la oportunidad de
platicar en varias ocasiones con Nieves García-Manzano, la principal directiva de GMI Consulting, una empresa que se dedica a
la gestión social, precisamente a hacer
evaluaciones de impacto social y ambiental y a realizar consultas con las
comunidades en donde se realizarán proyectos sobre todo energéticos.
De acuerdo con ella, hay más de 100 proyectos de
infraestructura que se encuentran en riesgo por posibles conflictos sociales, De
hecho, hay 32 proyectos de energía que han presentado algún conflicto social,
incluidos siete gasoductos, ocho hidroeléctricas, y un pozo petrolero ubicado
en Veracruz que fue adjudicado en la Ronda Uno de Pemex.
De acuerdo con esta especialista, hay un vacío
jurídico afecta a las dos partes, pues por un lado no se garantizan las
consultas con la comunidad ni la evaluación del impacto social de un proyecto,
mientras que por el lado de los empresarios existe incertidumbre y las
inversiones se ponen en peligro.
Concretamente, en el sector energético, urgen leyes
secundarias después de que se realizó la reforma energética. Paralelamente es necesaria
una ley de consulta indígena y a las comunidades, para que puedan realizarse
planes de gestión social en los proyectos.
De hecho, lo que pasó en Tehuacán, un día antes del
cumpleaños 51 de Peña Nieto, es un síntoma del descontento que se vive en
muchos lugares del país, en donde cientos de miles de campesinos e indígenas
han visto afectado su patrimonio sin haber sido consultados.
Desde luego, el actual gobierno federal ha sido
insensible a las demandas de la población y desde luego ha sido reacio a
escuchar a las comunidades en donde se desarrollan los proyectos, ejemplos hay
cientos, hasta el caso del socavón. Por eso ojalá el caso de Tehuacán, que
adquiere dimensión internacional, sirva para que las autoridades tengan
conciencia de que antes de disponer de los bienes de una comunidad, se le debe
consultar. Dice el filósofo del metro: consulta es una palabra médica, pero
también social.
*Comentario para Radio Educación/21 de julio e 2017
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