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Friday, October 06, 2017

El filósofo del metro dice:

Sismo económico también
necesitará reconstrucción

Reconoce México posible
fracaso en ronda TLCAN

Roberto Fuentes Vivar*

Finalmente parece ser que el gobierno y los empresarios mexicanos han comenzado a aceptar la posibilidad de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte sea finalmente derogado, echado a la basura o simplemente se convierta en letra muerta.
Por lo menos así lo demuestran las declaraciones del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, luego de tres rondas de negociaciones en las cuales Estados Unidos ha impuesto su voluntad, en contra de sus contrapartes mexicana y canadiense.
Ayer, ante empresarios latinoamericanos, dijo que el gobierno de Donald Trump ha adoptado una estrategia donde le ponen dinamita a toda la negociación para luego establecer un sistema de intercambio de posiciones para empezar a cerrar capítulos, pero no es posible hacerlo en una negociación que va demasiado rápido y no hay tiempo que perder en fuegos artificiales.
En síntesis el lenguaje de Guajardo comenzó a cambiar y por primera vez ha comenzado a analizar la posibilidad de que fracasen las negociaciones, porque el gobierno estadounidense insiste en negociar puntos con los que no están de acuerdo ni México ni Canadá. por eso el funcionario mexicano hasta se atrevió a decir que México va a dejar de apoyar a Estados Unidos, en temas como el migratorio o el de la seguridad..
Las declaraciones de ayer se realizaron en un foro empresarial que se celebra en Los Cabos y ahí estuvo Juan Cortina Gallardo, presidente de la cámara azucarera, cuyos acuerdos sobre el dulce fueron el preámbulo de las negociaciones del TLCAN.
Juan Cortina, en su carácter presidente del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), dio un giro de 180 grados al discurso de la política económica mexicana, al asegurar que hay que volver la vista a los países latinoamericanos, ante un eventual fracaso de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Textualmente dijo:  “Durante décadas los mexicanos sólo hemos volteado hacia Estados Unidos, pero ante los desafíos que plantean las medidas económicas proteccionistas de Trump es necesario y urgente activar todos los mercados a los que tiene acceso nuestro país, de ahí que lograr un nivel profundo de integración con países en América Latina puede fortalecer la economía mexicana, empezando por las pequeñas y medianas empresas  que son las que generan la mayor parte de los empleos en la región”.
Paralelamente, en Washington, el ex representante comercial de la Casa Blanca y ex presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, consideró que existe 50 por ciento de probabilidad de que el presidente Donald Trump retire a Estados Unidos del TLCAN en un año. Se trata de un riesgo muy serio, dijo.
Ante esta posibilidad que cada día se vuelve más de que fracase el Tratado de Libre Comercio, incluso en la cuarta ronda de negociaciones que se inicia la semana entrante, hay muchas cuestiones que que analizar.
Quizá la primera es la falta de información del gobierno hacia los mexicanos, pues muchas de las noticias que han surgido acerca de las negociaciones, han surgido del extranjero, mientras que las autoridades nacionales han mantenido silencio y hasta fueron de los que promovieron que se firmara una cláusula de confidencialidad durante las pláticas. Es decir que los mexicanos estamos muy al margen de todo lo que sucede en las negociaciones, a las cuales por cierto no acuden representantes sociales ni obreros, sino solamente el gobierno y el sector empresarial.
Otro punto que hay que analizar es que el gobierno mexicano ha actuado mal y a destiempo, supeditado en todo momento a las directrices de Estados Unidos. Nada más para explicar estas afirmaciones, vale la pena  mencionar que desde el 17 de julio de 2016, hace más de un año, cuando Trump fue elegido candidato a la presidencia, mostró como una de sus promesas de campaña la salida del TLACN. Es decir que hubo mucho tiempo para planear estrategias. Otro elemento que pudo haber utilizado el gobierno fue haber aplazado la tercera ronda de negociaciones, que se realizó mientras al interior del país había una emergencia nacional por el sismo. Haber mantenido una posición en la que le interesaba más el mercado interno que el externo, pudo haber sido un síntoma de fuerza  ante Estados Unidos que no se quiso utilizar.
Ahora, finalmente ya se acepta que el TLCAN puede naufragar y si se pone en el contexto mundial, el fracaso de este bloque global y los graves problemas que enfrenta Unión Europea luego del Brexit y las elecciones de Barcelona del domingo, apuntan a que los dos grandes bloques comerciales del mundo comienzan a agrietarse.
Quizá es el momento de que los líderes globales se den cuenta de que algo tiene que cambiar y el gobierno de México comience una política que privilegie el mercado interno y a nivel exterior recurra a los que históricamente habían sido sus aliados, es decir los países de América Latina.
termino con una parábola: en que se parecen los edificios destruidos en el sismo y la economía nacional basada en los tratados comerciales, en que ambos estaban construidos sobre cimientos débiles y hasta falsos en muchos casos. Por lo pronto, la aceptación de que el TLCAN puede fracasar es una llamada de atención al gobierno mexicano. Ojalá la entienda. Dice el filósofo del metro: el terremoto económico puede ser estremecedor y también requerirá reconstrucción.

*Comentario para Radio Eeducaicón/ 6 de octubre de 2017 

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