el filósofo del metro dice:
Libre de mercantilismo
debe ser el periodismo
Esta semana, el periodismo
fue noticia de primera plana
Roberto Fuentes Vivar*
Esta semana el periodismo se convirtió en noticia de
primera plana y fue uno de los principales personajes de la agenda nacional.
Antes de explicar a detalle lo que sucedió en la
semana, permítanme dar un ejemplo de la importancia del periodismo en la
historia: fueron los periodistas de hace dos mil años, los que informaron a
Pilatos sobre la existencia de un líder opositor y también fueron los que inclinaron
la balanza para que Jesús fuera crucificado. Cien años después del hecho, fueron
periodistas que hicieron la crónica y escribieron los evangelios que hoy nos permiten
tener este viernes como día de asueto.
Ya en el México de nuestros días, el viernes pasado
se registró el encuentro-desencuentro entre el periodista Jorge Ramos y el presidente
Andrés Manuel López Obrador, en el cual el conductor de noticias estadounidense
insistió en propagar que los homicidios van en aumento, aunque sus datos decían
todo lo contrario. No consiguió obtener una noticia, sino que él mismo se
convirtió en noticia y se produjo un show periodístico que todavía se comenta
en redes sociales.
El lunes, el presidente presentó su lista de las gasolinerías
que venden más caro y más barato y en la misma conferencia pidió prudencia a
los periodistas porque ni no ya saben lo que pasa, les dijo, haciendo referencia
a cómo en las redes sociales se había desacreditado a Jorge Ramos.
Pero los reporteros curiosamente no se quedaron
callados ni pasivos, sino que hicieron periodismo y el martes en los diarios
daban cuenta de que muchas de que muchas de las gasolinerías baratas que habían
enlistado el día anterior estaban cerradas desde hace varios meses.
El miércoles, el presidente López Obrador y el director
de comunicación social, Jesús Ramírez Cuevas, presentaron la nueva política de comunicación
social tanto en conferencia de prensa, como en los lineamientos aparecidos en
el Diario Oficial.
Y ayer la organización Reporteros Sin Fronteras dio
a conocer su clasificación Mundial 2019 de la Libertad de Prensa, en la cual México
aparece como el país más peligroso de América para ejercer el periodismo, al
ubicarse en el lugar 144 del mundo y con la indicación de semáforo en rojo.
Aquí vale la pena señalar que en la clasificación
hay tres países americanos ubicados peor que México, Cuba (169), Venezuela
(148) y Honduras (146). Sin embargo, Reporteros Sin fronteras considera que
aunque en ellos hay más riesgos para la Libertad de Prensa, el territorio
mexicano es más peligroso que en ellos.
Cada uno de estos temas, merece por sí sólo un
análisis, pero por su importancia me referiré con más amplitud al caso de los
lineamientos de comunicación social que fueron presentados anteayer.
En primer lugar, esta nueva política incluye varios
elementos que podrían considerarse como un avance para transparentar las
relaciones entre el gobierno y los medios de comunicación, bajo un marco en el
cual se elimina la ley no escrita que existía en los anteriores gobiernos en el
sentido de que para obtener recursos publicitarios del gobierno había que
Hablar bien del presidente. Concretamente se señala textualmente en uno de los
apartados que queda prohibido hacer uso del presupuesto asignado a publicidad
para presionar, castigar, premiar o coaccionar a comunicadores o medios.
Igualmente, queda prohibida la aplicación de recursos públicos para pagar
notas, entrevistas o imágenes con fines periodísticos.
Concretamente hay varios puntos que llaman la atención
de estos lineamientos:
Uno de ellos es que el presupuesto para publicidad
del gobierno en este año será de Cuatro mil 711 millones de pesos, cifra que
representa la mitad del gasto ejercido en la administración de Enrique Peña
Nieto.
Otro es que se eliminan los contratos anuales que
hacían en el pasado.
Un punto más es que se regresa al uso del llamado
tiempo oficial en los medios concesionados, los cuales prácticamente habían
desaparecido en los anteriores gobiernos.
También se indica que ningún medio de comunicación
podrá concentrar más del 25 por ciento del total, lo que permitirá mayor
equidad en la aplicación del presupuesto.
Uno más de los puntos importantes que no se
contratarán empresas ni agencias para contratar publicidad, ni para producir
materiales, sino que esto último, la producción, se hará directamente a través
de la infraestructura que poseen los medios públicos.
Si bien es cierto que como lo dice la organización
Artículo 19, los lineamientos son insuficientes porque no se deroga la Ley General de Comunicación Social”,
conocida “Ley Chayote”, aprobada en el sexenio pasado, en términos generales los
lineamientos representan un avance para
transparentar las relaciones entre el sector público y los medios.
Lamentablemente sí es previsible que en los medios continúen
los despidos y las reducciones en las prestaciones laborales. Dice el filósofo
del metro: El periodismo sin aspavientos está libre de libre de mercantilismo.
*Comentario para Radio Educación/19 de abril de 2019
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