El filósofo del metro dice:
Para sembrar, primero hay
que remover escombros
Tersos, pero tensos los dos
primeros meses de AMLO
Roberto Fuentes Vivar*
Ayer se cumplieron los dos primeros meses de
gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Desde luego que aún es muy
pronto para poder hacer una evaluación, pero sí hay algunos elementos
interesantes que vale la pena analizar.
En primer lugar puede comentarse que sí hay, por lo
menos en la economía algunos cambios de fondo y otros sólo de forma. No hay por
el momento elementos para asegurar que si habrá un cambio radical en el modelo
económico.
De hecho, puede afirmarse que incluso hay señales
contradictorias por parte de los agentes económicos. En este sentido, por
ejemplo, hoy se presentaron dos documentos que tienen que ver con la percepción
de estos agentes.
El primero, la encuesta que realiza mensualmente el
Banco de México entre una treintena de casas de análisis. Los resultados son
que se espera un crecimiento menor al que se preveía hace un mes, en el
Producto Interno Bruto, pero por el lado positivo solo 16 por ciento de los
analistas ven en la incertidumbre económica interna un obstáculo para el
desarrollo, cuando hace un mes la cifra era de 23 por ciento. Aquí puede
observarse una mejora en los analistas que tanto criticaron a López Obrador en
su campaña.
El otro documento es el Índice de Confianza
Empresarial que elaboran el INEGI y el Banco de México. Este indicador mostró un
incremento de 1.6 puntos es decir que hay mayor confianza de los empresarios
sobre todo en el sector manufacturero que por primera vez se ubicó arriba del
50 por ciento de confianza. Lamentablemente, desde hace casi dos sexenios todavía
la iniciativa privada señala que no es el momento oportuno para invertir.
Contrariamente a la confianza que se comienza
vislumbrar se oponen algunas reacciones negativas, como la de la calificadora
Fitch que esta semana decidió degradar los bonos de Petróleos Mexicanos. Aquí
nada más hay que acordarnos del ridículo que hicieron las calificadoras en el
momento de la burbuja hipotecaria, al otorgar altas calificaciones a papeles
que no tenían valor alguno, mientras que ahora degradan, por la deuda contraída
en el sexenio anterior, a la empresa que puede ser considerada como un ícono de
la presente administración.
En este sentido, en los dos meses de gobierno de
Andrés Manuel López Obrador, sí puede observarse que hay un cambio de fondo en
el sentido de volver a convertir el sector energético y específicamente el
petrolero, en un elemento importante para la economía nacional. El otro
elemento de fondo es la lucha contra la corrupción en este sector.
Otro aspecto que vale la pena comentar de estos dos
meses es precisamente que se comenzaron a destapar las cloacas del sector
petrolero. Creo que en general los mexicanos no estábamos conscientes de cómo
se había incrustado la delincuencia en Petróleos Mexicanos.
La simple manta y los explosivos que se encontraron
ayer en una camioneta en Guanajuato, permiten ver lo arraigado de la
delincuencia al interior de la paraestatal. A pesar de que una manta (como
cualquier anónimo, aunque a veces supuestamente esté firmado) debe tratarse con
pinzas y mirarse con lupa, sobre todo periodísticamente, sí denota hasta dónde
se están tocando intereses delincuenciales que los ciudadanos ni siquiera nos
imaginábamos su existencia y que estaban tan incrustados como cáncer en la
economía.
El propio presidente en su conferencia mañanera
mencionaba que el aspecto más doloroso en estos dos meses fue la explosión en
Tlahuelilpan, Hidalgo, por las víctimas que perdieron la vida.
Por el lado contrario señalaba el aumento de
salarios como uno de sus primeros logros, pues dijo que era un incremento que
no se había presentado en más de 16 años. También mencionaba como positivos
otros dos elementos: el peso que se ha revaluado en días recientes, y la Bolsa
Mexicana de valores que ha tenido una de las mejores semanas en muchos años.
En síntesis, los dos primeros meses de gobierno han
sido tersos y hasta positivos en la economía, pero persiste en el ambiente,
sobre todo debido a algunos conflictos regionales, la percepción de que hay
muchos intereses y grupos políticos que están dispuestos a poner piedras en el
camino al nuevo presidente de México. Y eso lo vamos a ver con mayor claridad
en los próximos meses. Dice el filósofo del metro: Para sembrar, primero hay
que remover escombros.
*Comentario para Radio Educación/ 1 de febrero de 2019
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