El filósofo del metro dice:
2019: pagar lo que se deba
y cumplir lo que se pueda
AMLO enfrentará su primer año
con recursos ya comprometidos
Roberto Fuentes Vivar*
Una de las preguntas que nos hacemos millones de
mexicanos es ¿cómo nos va a ir, desde el punto de vista económico, en el próximo
año?
Al respecto existen varias respuestas, si se deja
uno llevar por algunos agentes, como Banamex o las calificadoras, el futuro es
bastante incierto, aunque no tanto como para ocasionar el lunes negro que se
presentó esta semana luego de que el presidente electo anunció la cancelación
del aeropuerto en Texcoco.
Si en cambio atiende uno a los mensajes del propio
López Obrador y de quien será su secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, la
respuesta es que no habrá condiciones que generen incertidumbre para 2019. En
este mismo sentido se manifestaron los alrededor de 30 casas de análisis y
consultores encuestados por el Banco de México a finales de octubre.
Precisamente, tras la actuación de los mercados
(esos seres etéreos que les gusta, como si fuera deporte, imponer sus
condiciones a un país) del lunes pasado, ayer el equipo de transición comenzó a
vislumbrar lo que será el paquete económico de 2018.
Concretamente, López Obrador y Urzúa detallaron algunos
puntos del paquete económico y del presupuesto de egresos para 2019, que será
entregado al Congreso de la Unión antes del 15 de diciembre.
Si bien todavía no existe todavía una cifra exacta
de a cuánto ascenderá el presupuesto de egresos de la Federación para el año
entrante, diversas fuentes han calculado que su monto será de entre 5.4 y 5.5
billones de pesos, poco más de los 5.3 billones de este año.
De esta cantidad, el gasto intocable es de 3.6
billones de pesos que corresponden a 1.2 billones de pesos de nómina y
servicios personales (en este rubro se supone que habrá un ahorro con la
entrada en vigor de la Ley de Salarios Máximos que limita a 108 mil pesos
mensuales las remuneraciones de funcionarios públicos).
También se encuentran como intocables los 725 mil
millones de pesos de la deuda heredada por la actual administración, poco más
de 700 mil millones de pesos para los estados, y 928 mil millones de pesos de
pago de pensiones.
Del resto, se destinarán 327 mil millones de pesos
para siete proyectos prioritarios como el nuevo aeropuerto, el tren maya, la
construcción de 100 universidades, el programa jóvenes construyendo el futuro,
los apoyos a adultos mayores y la construcción de una nueva refinería en Dos Bocas,
Tabasco.
Concretamente la mayor parte de estos 327 mil
millones de pesos serán para los programas de jóvenes y adultos mayores, con
274 mil millones de pesos.
En términos generales, puede observarse, con todos
estos datos, que existen serias limitaciones para poder cumplir todas las
promesas que hizo durante su campaña el presidente electo. Basta decir que casi
el 70 por ciento del presupuesto se encuentra ya comprometido sobre todo por
los gastos corrientes, la deuda pública y las pensiones.
En una carta que me envío personalmente quien será el
secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, señala que se mantendrá la disciplina
fiscal para lograr un superávit primario de 0.8 por ciento, es decir que se
gastará menos de lo que recaude el gobierno.
Desde luego, entre las fuentes de ahorro se
encuentran no sólo lo que economice el gobierno al impedir salarios máximos a
108 mil pesos mensuales, sino también una reducción en los gastos de hasta 50
por ciento en las concesiones de obra que actualmente registran hasta 50 por
ciento de sobreprecio.
Hay varios asuntos que preocupan a diversos
sectores. Uno de ellos es la sequía de recursos a instituciones para ahorrar
recursos. En este caso se encuentra, por ejemplo, la Comisión Federal para la
Protección contra Riesgos Sanitarios, que según especialistas en el sector
salud, podría perder varias funciones como la inspección, lo que significaría
precisamente un riesgo para la población,
Sin embargo quizá la mayor preocupación es de dónde
saldrá el pago de indemnizaciones y compromisos por la cancelación del
aeropuerto de Texcoco. En este sentido Urzúa comentó en una carta dirigida a
los mercados que el “Paquete Económico 2019 detallará los recursos para atender
esos compromisos”.
Lo que sí es un hecho es que si se añade el pago por
la cancelación de Texcoco, el rubro de recursos intocables va a crecer, lo que
significará una limitación más al próximo gobierno.
En este sentido, una de las formas de obtener más
recursos fiscales se conocerá cuando se presenten la Ley de Ingresos y la
miscelánea fiscal de 2018, en donde seguramente habrá algunos candados para
evitar la evasión de las grandes empresas, sin que se aumenten los impuestos, y
con ello obtener más recursos para los siete proyectos prioritarios. Ojalá.
Die el filósofo del metro: el año entrante será de
pagar lo que se deba y cumplir lo que se pueda.
*Comentario para Radio Educaciòn/ 2 de noviembre de 2018
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