El filósofo del metro dice:
El abuso transnacional
es producto neoliberal
¿Detendrá AMLO actitudes
como la de VW de Puebla?
Roberto Fuentes Vivar*
Todavía
faltan más de tres meses para que tome posesión como presidente de la República
Andrés Manuel López Obrador y una de las preguntas que prevalece en el ambiente
político y económico del país es si realmente acabará con los vicios que la
política neoliberal ha generado en México.
Al
respecto, de repente hay señales encontradas. Por ejemplo en el caso del nuevo
aeropuerto de la ciudad de México, en donde parece ser que la decisión, se
construya donde se construya, es que la iniciativa privada tendrá una gran
tajada.
Otra
de las señales enfrentadas es que ayer López Obrador se reunió por casi 10 horas
con los miembros del Consejo Mexicano de Negocios y todos salieron contentos y
hasta la foto se tomaron. Sin embargo, López Obrador no se ha reunido con los
microempresarios que están en contra de las políticas neoliberales.
Por
el lado contrario, hoy aparece una entrevista en El Universal con Yeidkol
Polensky en la cual la dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional asegura
que definitivamente no habrá posturas neoliberales, en el gabinete del próximo
presidente de la República.
Paralelamente
también fue designado Ignacio Ovalle al frente de la oficina de seguridad
alimentaria de México, mientras que se ha negado el acceso a López Obrador, a
los organismos campesinos contrarios al neoliberalismo.
Y
en todo este entorno de si se mantendrán o no las políticas neoliberales en el
próximo sexenio, hay un caso que ejemplifica muy claramente los excesos del neoliberalismo
en México: el de la empresa alemana Volkswagen en Puebla.
Este
caso y también el de la otra empresa alemana ubicada en Puebla, la Audi, ilustran
cómo se privilegian los intereses de una empresa transnacional y hasta a algunos
políticos mexicanos por sobre los campesinos y hasta sobre la seguridad
alimentaria.
El
affaire Volkswagen es inédito en el país. Resulta que desde hace varios meses la
empresa automotriz comenzó a bombardear las nubes para impedir que el granizo
caiga sobre sus depósitos de autos, lo que ha ocasionado que la lluvia deje de
caer sobre las siembras de al menos tres municipios cercanos.
Concretamente
la empresa se queja de que en 2017 el granizo les ocasionó pérdidas por 20
millones de dólares, mientras los campesinos de Cuautlancingo, Coronango y
algunas comunidades rurales de la capital poblana demanden una indemnización de
70 millones de pesos, porque dicen que hay dos mil hectáreas de cultivos
afectadas por los cañones antigranizo de la automotriz.
La
empresa ha reconocido que utiliza estos cañones a los que llama “dispositivos
sónicos antigranizo”. En total cuenta con tres de estos aparatos. Incluso
circula un video en el cual se pueden escuchar detonaciones cada 10 segundos.
Al
respecto varios académicos poblanos han señalado que los bombardeos a las nubes
sí modifican el ciclo natural de las lluvias tan necesarias para la agricultura,
mientras que académicos de la UNAM señalan que se trata de un “mito”.
Lamentablemente,
los cañones sí existen y sí son reconocidos por la empresa, que argumenta tener
permiso para su utilización por parte del gobierno del estado. El gobierno
federal hasta el momento no se ha manifestado al respecto y la empresa sigue
bombardeando nubes, ante el enojo de los campesinos que ya han tomado
carreteras y han hecho plantones en la entrada de la fábrica automotriz.
Otro
de los abusos de las transnacionales automotrices es el de la alemana Audi
también en Puebla. Su instalación costó
a los mexicanos casi 10 mil millones de pesos de las arcas públicas. Ahora se
pretende ubicar al municipio de San José Chiapa (donde está instalada la
planta) de las zonas económicas especiales y según una investigación de la
Jornada de Oriente se prevé privatizar al agua afectando a los campesinos de
una de las principales zonas maiceras del país. Quizá la única beneficiaria
será la ya gobernadora electa de Puebla, Martha Erika Alonso, quien es
propietaria de casi 123 hectáreas cercanas.
Estos
son algunos ejemplos del abuso neoliberal a favor de las transnacionales y en
contra del campo. La pregunta es si el próximo gobierno los frenará, porque ese
fue el mandato que los mexicanos dieron a López Obrador. Dice el filósofo del
metro: el abuso transnacional es el fruto neoliberal.
*Comentario Para Radio Educación/17 de agosto de 2018
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