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Friday, August 03, 2018

El filósofo del metro dice:

En Pemex y la CFE
se socializan pérdidas
y privatizan ganancias

Lamentables, las empresas
improductivas del Estado

Roberto Fuentes Vivar*


Hace unos días, Andrés Manuel López Obrador presentó una ampliación de los ejes fundamentales de su política energética y anunció el nombramiento de Octavio Romero Oropeza y Manuel Bartlett Díaz, como director de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, respectivamente.
Más allá de si son o no los personajes idóneos para ocupar estos cargos, ambas paraestatales, desde que fueron renombradas como Empresas Productivas del Estado, se han vuelto improductivas, muestran un alto nivel de endeudamiento y parece ser que la idea de los gobiernos neoliberales era llevarlas a la quiebra.
Por eso, no es coincidencia que el mismo día que López Obrador anunciaba esos nombramientos, Pemex y la CFE presentaban sus reportes financieros a la Bolsa Mexicana de valores, en donde destacaron las pérdidas conjuntas por 191 mil millones de pesos en el segundo trimestre.
Y aquí vale la pena comparar la situación de las dos empresas en un año. Pemex registró entre abril y junio una pérdida neta de 163 mil millones de pesos. El año pasado había tenido utilidades por 32 mil 780 millones de pesos. En el caso de la CFE, hace un año perdió 10 mil millones y en el mismo periodo de este año las pérdidas subieron a 39 mil millones de pesos.
A las pérdidas se suma su deuda. En conjunto, ambas deben más de dos billones de pesos de deuda, de los cuales, casi 100 mil millones de dólares son de deuda externa y 390 mil millones de pesos son de deuda interna. Tan solo este año, tienen una disposición de endeudamiento por 340 mil millones de pesos. De hecho, para este año, solo Petróleos Mexicanos solicito un endeudamiento exterior superior al del Gobierno Federal.
Para el año entrante, si se cumplen los planes de Andrés Manuel López Obrador, seguramente aumentaría la deuda de las dos empresas, pues, analistas de BBVA Bancomer calculan que los planes energéticos del próximo gobierno significarán 0.8 por ciento del Producto Interno Bruto.
A todo esto surge la pregunta ¿Por qué Pemex y la CFE pierden y además se endeudan? La respuesta es muy sencilla, porque han dejado de ser productivas y se enfrentan a depredación financiera. Pemex cada día produce menos y la CFE incluso compra más energía a particulares.
Y en medio de todo se encuentra la depredación de estas empresas del estado por parte de empresarios. El caso más escandaloso es el de la Comisión Federal de Electricidad. Desde hace varios años inició el programa de cambio de medidores o wattorímetros, perjudicando así a millones de usuarios que han visto cómo bimestralmente sube su recibo de luz.
El negocio ha sido redondo para el empresario Carlos Peralta, del grupo Atlacomulco, quien en este sexenio ha obtenido contratos por 12 mil millones de pesos por estos medidores. El mayor cinismo se presentó cuando a principios de este año, las empresas de Peralta obtuvieron una nueva adjudicación, a pesar de que estos consorcios estaban bajo investigación de la Comisión de Competencia por prácticas monopólicas.
Es decir que aún con una empresa con pérdidas y endeudada se recurrió a un contrato poco transparente, para favorecer a un proveedor que es uno de los principales aliados del PRI, al grado de que la esposa de Enrique Peña Nieto, Angélica Rivera, anunció que IUSA la empresa de Peralta construiría 100 casas para damnificados de los sismos de septiembre pasado.
No sé si Romero Oropeza y Bartlett sean las personas idóneas para sus futuros cargos, pero lo cierto es que urge frenar la depredación a favor de empresarios amigos, para convertirlas ahora si en empresas productivas y no improductivas. Dice el filósofo del metro: En Pemex y CFE Basta de socializar pérdidas y privatizar ganancias.

*Comentario para radio Educación/ 3 de agosto de 2018

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