El filósofo del metro dice:
En la era de economistas
se destruyó la economía
Las elecciones acabaran con
el imperio de los economistas
Roberto Fuentes Vivar*
Esta semana se presentaron varios indicadores sobre
comportamiento económico de México en el primer trimestre del año, los cuales
indican que nuestro país vive una situación de estancamiento en general, de
retroceso en algunos casos y de crecimiento en otros.
En
primer lugar, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (el INEGI) dio a
conocer que el Producto Interno Bruto creció entre enero y marzo 1.1 por ciento
con relación al trimestre anterior y de 2.3 por ciento en comparación con el
mismo lapso del año pasado.
Lo primero que puede
observarse de estas cifras es una situación desigual, pues el sector primario
avanzó 5.2 por ciento, mientras que el secundario sólo se incrementó 0.3 por
ciento y el terciario 2.9 por ciento. Estos dos últimos significan el 96 por
ciento del Producto Interno Bruto y son los que están prácticamente estancados.
Si se analizan las
cifras y los cuadros del INEGI, prácticamente todas las ramas del sector
industrial tienen caídas o muestran ya una franca recesión con caídas desde
hace más de un año. La Minería, la construcción, la industria petrolera y las
industrias manufactureras están en una situación crítica con nulo crecimiento.
En forma paralela,
también el INEGI reportó la situación de los servicios y del comercio, que en
conjunto representan más del 70 por ciento del empleo en el país y en los dos
casos hay retrocesos en el mes de marzo. Los Servicios Privados no Financieros
reportaron una disminución de 0.3 por ciento en sus ingresos y en las empresas
comerciales disminuyeron 0.8 por ciento.
Sin embargo, la Presidencia de la República y la Secretaría
de Economía festinaron que en el primer trimestre del año el flujo de Inversión
Extranjera Directa (IED) a México aumentó 19.6 por ciento, con lo que se rompió
el récord sexenal de llegada de capitales foráneos.
De hecho echaron las campanas al vuelo porque en
este sexenio han llegado casi 182 mil millones de dólares. Pero su apoyo al
desarrollo es un mito..
Veamos los datos y los mitos. En primer lugar no
toda el dinero que mencionaron Enrique Peña Nieto y la Secretaría de Economía
llegó al país. De los nueve 502 millones de dólares, menos de mil 500 millones
de dólares fueron de inversiones nuevas, es decir dinero fresco. La mayor parte fue de reinversión de utilidades.
¿Realmente la reinversión de utilidades genera
empleos? Veamos un caso. Los cinco principales bancos extranjeros que operan en
México (BBVA Bancomer, Citibanamex, Santander, HSBC y Scotiabank) registraron
utilidades por más de 250 mil millones de pesos en los más recientes cinco años.
En esos cinco años el número de empleados bancarios se redujo de 239 mil 166 a 235
mil, es decir que aunque se reinvirtieran las utilidades las fuentes de trabajo
se redujeron, lo que rompe el mito sobre los capitales foráneos.
Pero hay otra cuestión interesante: estos informes
trimestrales, son casi los últimos de la era en que México ha sido gobernado
por economistas (que estudiaron economía o administración o alguna maestría o
doctorado en esa materia). Salvo que ganara las elecciones José Antonio Meade,
del PRI, los comicios marcaran el fin de una era.
Un breve paréntesis histórico. Después de la
revolución México fue gobernado por militares. Posteriormente hubo una etapa de
siete sexenios de abogados. Con Miguel de La Madrid, se inició la era de los economistas.
Seis sexenios ininterrumpidos.
El hecho real es que, con los abogados, el
crecimiento de la economía fue de seis por ciento anual, con los economistas de
2.5 por ciento al año. En síntesis, los peores sexenios en crecimiento, como lo
demuestran los datos de esta semana, han sido los de los economistas. Dice el
filósofo del metro: Los economistas son los únicos profesionales que aplican la
receta del bacalao a los tacos al pastor.
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