El filósofo del metro dice:
Cuando el bolsillo vota,
los partidos no importan
Las elecciones serán un
plebiscito sobre el modelo
Roberto Fuentes Vivar*
Más allá de las simpatías y militancias partidistas
y de las filias y fobias de cada quien, las próximas elecciones serán una
especie de referéndum o plebiscito en el cual los poco más o menos de 50 millones
de mexicanos que acudiremos a las urnas votaremos por el cambio o la permanencia
del actual sistema económico.
La polarización que se muestra en la sociedad entre
un candidato y los demás, así lo indica. Por un lado uno de los candidatos, el
que se encuentra en el tercer lugar en las encuestas, José Antonio Meade, del
PRI, es el único que defiende a rajatabla el modelo económico actual.
Otro más, el que se ubica en segundo sitio, Ricardo
Anaya, intenta promover una imagen de cambio, pero finalmente está a favor de
muchos de los puntos del modelo económico, como las reformas estructurales.
El que se sitúa como puntero, Andrés Manuel López
Obrador, promueve casi todos los días la necesidad de modificar el sistema
económico actual, para dar paso a un esquema que reivindique el papel de la
sociedad en la política.
Si se toma en cuenta en cuenta que muchos de los
votantes están hartos de la situación que se vive en el país con gasolinazos,
aumentos de precios, enriquecimiento inexplicable de los grandes grupos
empresariales y falta de inclusión de las mayorías en la economía, puede verse
precisamente que nos encaminaos a esa especie de referéndum o plebiscito en el
cual se votara un sí o no al modelo económico.
De hecho todos los días vemos información en uno u
otro sentido. Vemos, por ejemplo que hoy mismo el Fondo Monetario Internacional
aprueba el modelo y por eso mantiene los pronósticos de crecimiento. Vemos
también cómo los negociadores del Tratado de Libre Comercio hacen hasta lo
imposible por lograr un acuerdo con Estados Unidos y Canadá antes de las
elecciones para apuntalar al sistema.
Pero por otro lado vemos cómo se presentan diversos
estudios que dan fe de que en muchos aspectos el modelo económico está agotado.
Un ejemplo es la investigación que presentó esta semana el Centro de Estudios
Manuel Espinosa Iglesias, en la que se indica el 70 por ciento de quienes
nacieron pobres morirán pobres.
Este estudio señala que prácticamente desde que
comenzó a negociarse el primer tratado de Libre Comercio de América del Norte,
es decir desde principios de la década de los noventas a la fecha, los ingresos
de los hogares más pobres se han reducido 20 por ciento, mientras que los de la
clase media lo han hecho en 18 por ciento.
Este reporte,
al igual que el presentado días antes por el Instituto para el Desarrollo
Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) señalan que los jóvenes
prácticamente no tienen esperanzas. Incluso señala que sólo 2.6 millones de
mexicanos perciben más de cinco salarios mínimos, mientras que 11 millones de
personas no reciben ingresos o ganan un salario mínimo.
Vale la pena señalar que estos dos centros, el
Espinosa Iglesias y el de Desarrollo Industrial están ligados a la iniciativa
privada. El primero lleva el nombre de quien fuera uno de los hombres más ricos
del país y el segundo es presidido por un empresario regiomontano, lo que
indica que no son instituciones separadas del sector empresarial.
Si algunos centros ligados a la iniciativa privada
dan cuenta de que el modelo económico ha fracasado al tener estadísticas como
las anteriores, quiere decir que sí hay una fuerte corriente que pugna por
modificar el modelo económico.
Por eso, las de julio más que elecciones serán un
referéndum. Dice el filósofo del metro: cuando el bolsillo vota los partidos no
importan.
*Comentario para Radio Educación/11 de mayo de 2018
0 Comments:
Post a Comment
<< Home