El filósofo del metro dice:

La migración es una 
verde bendición, pero 
una oscura maldición

Graves las cifras de detenidos
en la frontera sur de México

Roberto Fuentes Vivar*

Así como la inseguridad y la corrupción, el tema migratorio se ha convertido en uno de los que permanentemente están en la agenda nacional.

Nada más basta ver hoy las cifras que da a conocer El Universal en el sentido de que este año (en cuatro meses) han sido detenidos 52 mil 195 extranjeros por las autoridades del Instituto Nacional de Migración. Y de estos casi 40 mil han sido deportados.

Pero lo más grave es que si se miran con detenimiento estas cifras encontramos que en enero fueron 8 mil 500 los detenidos y en abril la cifra casi se triplicó hasta más de 20 mil 500. Es lógico que la mayor cantidad de migrantes detenidos sea de centroamericanos, pero lo curioso es que en segundo lugar y tercer lugar se encuentran ya ciudadanos que vienen de Ásia y de África.

Y aquí vale la pena detenerse en algunas reflexiones: el fenómeno migratorio en México, se encuentra dividido en dos grandes vertientes. La primera, la de los emigrantes mexicanos que se van a Estados Unidos y que envían remesas.

En este sentido, en marzo ingresaron a México dos mil 897 millones de dólares por remesas, cifra 8.3 por ciento mayor que la del mismo periodo del año pasado. En el primer trimestre la cifra fue de siete 699 con un aumento de 7.1 por ciento sobre 2018.

Esto quiere decir en términos generales que en materia económica, la emigración de mexicanos sigue siendo una de las industrias más rentable para nuestro país por dos razones. No solo es la que más crece (más incluso que la industria bancaria) mientras que muchos sectores se encuentran en franca desaceleración. La otra es que las remesas son el mayor ingreso de divisas en estos momentos, superando al turismo y al petróleo que fueron en décadas anteriores los pilares para la llegada de dòlares.

Desde luego esta bonanza de las divisas es la que ilumina la otra vertiente: el camino de miles de centroamericanos, asiáticos, africanos y caribeños que ingresan a México para tener como destino final el american way of life de Estados Unidos.

De hecho el tema es de tal manera importante que en su primer análisis serio sobre el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, BBVA Bancomer afirma que la migración es el eje rector de este documento dado a conocer hace algunos días.

La institución bancaria señala que, a diferencia de otros sectores en los cuales no hay una metdología, en el tema migratorio si se definen tres estrategias concretas.  1.- Programas sociales sectoriales para contener el flujo migratorio; 2. -Acuerdos entre México, Estados Unidos, Guatemala, Honduras y El Salvador para reactivar la economía y bienestar de Centroamérica; y 3.- establecer medidas para garantizar el tránsito o la integración de migrantes a México.

En el plan Nacional de Desarrollo se señala textualmente que México “atacará las causas profundas de la emigración mediante la creación de empleos dignos, el desarrollo regional, la edificación de un estado de bienestar y el impulso a los procesos de construcción de la paz. El propósito de esta política es que ningún ciudadano mexicano se vea obligado a abandonar su lugar de residencia por pobreza, marginación, falta de perspectivas de realización personal o inseguridad”.

Pero por el otro lado, es decir el de México como país de paso para Estados Unidos, el Plan de Desarrollo dice que se ejecutarán programas sociales sectoriales que sirvan como "cortinas" para captar el flujo migratorio en su tránsito hacia el norte, como los proyectos del Tren Maya, el Corredor Trans-Ístmico y la Zona Libre de la Frontera Norte.

Y aquí hago un paréntesis ayer platique con el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat y me dijo que además de estos programas en unos días más se anunciará una nueva carretera transistmica y me decía que existe por parte del gobierno federal una gran fluides de recursos para cualquier proyecto que sirva para detonar el desarrollo del sur del país y frenar la migración.

Otro fenómeno es el la violencia migratoria que se ha acrecentado al grado de que hace unos días fue atacada la Estación Migratoria Siglo XXI, ubicada en Tapachula, Chiapas. En este sentido, el comisionado de Instituto Nacional de Migración, Tonatiuh Guillén López, designó a un equipo líder coordinado por del Director General de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos del instituto, Luis Alberto Cortés Ortiz, para atender la emergencia. Este funcionario parece ser que ya tomó el toro por los cuernos y logró controlar la emergencia, incluso presentando denuncias penales por los daños a las instalaciones de la estación migratoria Siglo XXI.

Pero el reto es enorme porque estamos viendo como atraídos por el fenómeno económico de las remesas, tenemos una mayor llegada de migrantes de todo el mundo que difícilmente llegarán a Estados Unidos, mientras nuestro país, con una economía que no crece lo suficiente, carece de recursos para alojarlos pues ni siquiera existe empleo de calidad para todos los mexicanos. Dice el filósofo del metro: La migración es una verde bendición, pero una oscura maldición

*Comentario para Radio Educaciòn/ 3 de mayo de 2019.