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Wednesday, October 11, 2006

El Filosofo del metro dice:

¿El trabajo también
es de quien lo trabaja?

Una de las causas de la desigualdad en México es, precisamente, la forma en la que se ha dejado en manos de los empresrios la creación de empleos. Para dar una idea de la forma enq ue se distribuye el trabajo basta decir que tres millones de mexicanos "dobletean" chamba, mientras que el 52 por ciento de los capitalinos desempleados tienen estudios profesionales.
Es decir que los empresarios sólo generan empleos de bajos salarios y poco o nada hacen para satisfacer las necesidades del país en materia de egresados universitarios.
A continuación, dos textos. Uno de Roberto Fuentes Vivar sobre los retos del empleo en el DF y el otro aparecido en el Universal, en los cuales se muestran las paradojas del trabajo. Entre cada uno de estos escritos están insertadas canciones de Rockdrigo González.

El reto de Ebrard

Roberto Fuentes Vivar

Uno de los principales problemas que enfrenta el país es el desempleo y para Marcelo Ebrard eliminar la desocupación es uno de los retos más importantes, porque en el Distrito Federal el problema adquiere dimensiones muy especiales, distintas a las del resto del país.
Por ejemplo ¿sabían ustedes que uno de cada dos desempleados en el Distrito Federal cuenta con estudios profesionales, mientras que ninguna de las personas desocupadas carece de primaria?
Pero vayamos por partes. Al analizar el desempleo en el Distrito Federal surgen muchas variantes.
En primer lugar, los analistas económicos, la mayor parte amantes de las corrientes neoliberales, han emprendido una campaña desde hace varios años para insistir en que el mayor desempleo se encuentra en la capital del país, lo cual no es del todo cierto.
Como muestra basta analizar los más recientes informes del INEGI. En uno se indica que el Distrito Federal ocupó el segundo lugar crecimiento del empleos en la industria maquiladora, sólo superado por San Luis Potosí.
En otro sí se refuerza la idea de un fuerte desempleo en la capital, pues el INEGI considera que es del cinco por ciento y el Distrito Federal ocupa el segundo lugar en desocupación, después de Coahuila.
Este dato, sacado de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo en el segundo trimestre del año y dado a conocer hace unos días, es el que da pie para que los analistas gobalifílicos enfoquen sus baterías contra las autoridades capitalinas, porque supuestamente no han sabido crear empleos.
Sin embargo, hay otra estadística que se considera una de las más confiables, que desmiente el alto desempleo en el Distrito Federal, la del Instituto Mexicano del Seguro Social, en donde se indica que en los últimos dos años no se ha perdido una sola fuente de trabajo en la capital, ni siquiera por el plantón que supuestamente iba a causar el cese de miles de trabajadores.
Por el contrario, en el Distrito Federal se han creado, nada más de enero a agosto, alrededor de 120 mil trabajos para llegar a tres millones 245 mil 980 trabajadores afiliados al seguro social.
De los nuevos trabajos 60 mil fueron en los servicios, 20 mil en el comercio, 15 mil en la industria y 15 mil en la construcción.
Pero sí existe un problema grave que es con el que debe lidiar Marcelo Ebrard: el desempleo en la capital es básicamente profesional. Según el INEGI el 52 por ciento de los desocupados capitalinos cuenta con estudios profesional y el otro 48 por ciento se concentra entre personas que estudiaron la primaria y la secundaria, por lo que no hay desempleados sin instrucción o con la primaria sin terminar.
A nivel nacional, las cifras son diferentes, pues sólo el 19 por ciento de los desempleados cuenta con estudios superiores y la mayor parte de los desempleados, el 27 por ciento, no terminó la primaria.
Vale la pena aclarar que estas cifras son de los desempleados totales, es decir que durante tres meses han buscado trabajo y no han laborado ni siquiera dos horas por semana. Es decir que estos desempleados están aparte de las personas subempleadas que terminaron una licenciatura pero que trabajan como taxistas o como vendedores de enciclopedias.
¿”Qué quiere decir esto? ¿qué las universidades están creando desempleados? ¿qué la oferta de educación superior es mayor que la posibilidad de crear empleos para los egresados? ¿qué existe un divorcio entre el sector productivo y el educativo? ¿O simplemente que los empresarios crean empleos baratos y no tienen la intención de generar fuentes de trabajo bien remuneradas, sino que buscan explotar a quienes estudiaron una carrera profesional ofreciéndoles labores por debajo de su capacidad?
En síntesis, se trata de un problema grave que deberá solucionar Marcelo Ebrard, pues son varios miles de millones de pesos los que el estado invierte en educación superior para que los empresarios los subutilicen.

Buscando trabajo

Rockdrigo González

Los días de la semana me levantaba temprano
Comprando el periódico, buscando trabajo
Trabajo me costaba no encontrar trabajo
Como traía unos pesos en la bolsa no cejaba
Y hacía largas colas llenando papeles
Hasta que me decían que luego me hablarían

Trabajo, buscar trabajo
Cuanta gente no anda buscando trabajo

Luego me salí con mi guitarra por las calles
A cantarle a la gente de cosas que pasan
O mis dificultades de encontrar trabajo
Ellos me decían -Bueno, es bueno hacer algo-
Pero sería mejor si tuvieras un trabajo
Pero sería mejor si tuvieras un trabajo

Trabajo, buscar trabajo
Cuanta gente no anda buscando trabajo

Luego, alguien me dijo como le debería de hacer
Fue cuando compuse una canción de amor
Me la eché a la bolsa y la llevé a un promotor
El me dijo - Bueno, esto se puede vender, mano-
Con esto algún dinero pronto he de tener
Ahora sólo canciones de amor yo quiero componer

Trabajo, buscar trabajo, carajo
Cuanta gente no anda buscando trabajo




Tres millones de
obreros sobreviven
con doble chamba

Eduardo Jardón
El Universal
Miércoles 11 de octubre de 2006

Óscar Camacho trabaja como profesor de educación física de lunes a viernes, pero los fines de semana cambia el pants por el traje para desempeñarse como músico en eventos sociales.
Como él, uno de cada 14 trabajadores en México tiene más de una ocupación.
Aquí se encuentran desde profesionistas que los fines de semana son comerciantes, empleados que trabajan medio tiempo en un taxi, o bien, personas con trabajo que tienen en el campo una ocupación secundaria, por citar algunos casos.
Los registros del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), contabilizaron, por vez primera, al segundo trimestre de este año a 2 millones 956 mil personas ocupadas, de un total de 42.2 millones, que tienen una segunda profesión u oficio.
Una cuarta parte de éstos pertenecen al sexo femenino. La mayoría de este grupo de la población ocupada, 37% del total, encontró la oportunidad de tener un segundo ingreso realizando alguna actividad en el mercado informal.
Lo anterior se refiere a los trabajos que se desempeñan en una unidad económica no constituida en sociedad, operan a partir de los recursos de los hogares, y entre sus características está el hecho de que no llevan un registro contable de sus actividadades.
Otra cantidad importante, poco más de un millón de trabajadores, tiene su segunda ocupación en negocios familiares y en empresas constituidas en sociedades e instituciones, según las cifras trimestrales del la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Para 660 mil ocupados, su segunda actividad la realizan en agricultura de autosubsistencia. Esto ocurre cuando la producción se dedica en su mayor parte al consumo personal y sólo una pequeña proporción es utilizada para su venta o trueque.
Si se clasifican de acuerdo con su profesión u oficio, se tiene que hay 262 mil profesionistas y técnicos que tienen más de una ocupación; hay 195 mil que son trabajadores de la educación y otros 67 mil se emplean como choferes.
También se tiene que poco más de un millón laboran en el sector agropecuario y 35 mil son funcionarios del sector público, privado y social. Asimismo, 505 mil son comerciantes y 291 mil laboran en servicios pesonales.
De acuerdo con especialistas, en muchos casos la flexibilidad de horarios y la necesidad de más ingresos le permite a un número importante de trabajadores tener más de una ocupación, pero una proporción también significativa lo hace porque la posibilidad de laborar más tiempo en su actividad principal es limitada.
Los datos de la ENOE indican que al menos un millón de personas que laboran buscan incrementar su jornada laboral para tener más ingresos.
Además, otros 244 mil trabajan a la semana sólo 35 horas por cuestiones de mercado, es decir, están dispuestos a trabajar más tiempo del que su actual empleo les permite.

Balada del asalariado

Rockdrigo González

Me asomé a la ventana y vi venir al cartero
Me entretuve pensando en una carta de amor
Más no, no, no, era la cuenta del refri y del televisor

Me asomé a la ventana y vi venir a Romero
Me entretuve pensando en que venía a saludar
Más no, no, no, eran seis meses de renta que tenía que pagar

Me asomé a mis adentros, sólo vi viejos cuentos
Y una manera insólita de sobrevivir
Miré hacia todos lados, dije ¿Dios que ha pasado?
Nada muchacho, sólo eres un asalariado

Por la puerta han entrado mi mujer y mis hijos
Preparo la alegría que nos va acariciar
Más no, no, no, la despensa y la escuela se tenían que pagar
Pagar, pagar, pagar, sin descansar
Pagar tus pasos, hasta tus sueños
Pagar tu tiempo y tu respirar
Pagar la vida con alto costo y una moneda sin libertad

Suben las cosas, menos mi sueldo
¿Qué es lo que me espera en este lugar?

Me fui para la iglesia a buscar un milagro
Rezándole al retablo quise ver la cuestión
Más no, no, no, lo que vi fue al diablo de la devaluación

Me asomé a mis adentros y solo vi cuentos…
Me asomé a la ventana y vi venir a tu hermana

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