El filósofo del metro dice:
Los jóvenes ya no
usan lentes oscuros,
los traen integrados
Los jóvenes mexicanos,
en la total desesperanza
Roberto Fuentes Vivar*
Hoy
se conmemora el Día Internacional de la Juventud y aunque suene a lugar común
los jóvenes mexicanos no tienen nada que festejar, pues viven en un mundo que
nos entiende ni ellos lo entienden.
Por
eso, el panorama que se presenta para los jóvenes mexicanos es el de un futuro
incierto, con mercado de trabajo cada día más
precario gracias a la reforma laboral aprobada en 2012 y con una marcada
exclusión por la reforma educativa que solo prevé la inclusión a universidades
de una minoría de los jóvenes.
Son
muchas las estadísticas para demostrar que los jóvenes mexicanos se enfrentan a
una fuerte desesperanza. Aquí van algunas:
Según el INEGI en este momento hay 31 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años, que representan el 25.7% de la población total. La desocupación en este grupo de edad es del doble del promedio nacional y llega a más de ocho por ciento, mientras que el promedio es de sólo 4 por ciento. Esto indica claramente que el aparato productivo que debe generar casi dos millones de empleos anuales para dar trabajo a este grupo, ha sido incapaz de hacerlo y únicamente genera anualmente entre 500 y 600 mil fuentes de empleo, cuando más 800 mil en un año extraordinario. Esto significa que al menos dos de cada tres jóvenes no encuentran trabajo.
Según el INEGI en este momento hay 31 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años, que representan el 25.7% de la población total. La desocupación en este grupo de edad es del doble del promedio nacional y llega a más de ocho por ciento, mientras que el promedio es de sólo 4 por ciento. Esto indica claramente que el aparato productivo que debe generar casi dos millones de empleos anuales para dar trabajo a este grupo, ha sido incapaz de hacerlo y únicamente genera anualmente entre 500 y 600 mil fuentes de empleo, cuando más 800 mil en un año extraordinario. Esto significa que al menos dos de cada tres jóvenes no encuentran trabajo.
Por
eso, tienen que huir del país en búsqueda de mejores oportunidades de trabajo.
Así lo demuestra la más reciente encuesta nacional de dinámica demográfica, la
cual señala que la mitad de los emigrantes internacionales salieron de México
cuando tenían entre 15 y 29 años de edad.
Al
no encontrar trabajo millones de jóvenes intentan seguir estudiando, pero sólo
uno de cada cuatro mexicanos de 20 a 24 años asiste a la escuela y sólo el 7.1
por ciento de quienes tienen entre 25 y 29 años está inscrito en alguna institución
educativa.
Por
eso, precisamente el drama los famosos Ninis, que ni estudian no trabajan y
cuyo número asciende oficialmente a 6.2 millones de mexicanos, pero algunas
cifras de académicos la sitúan en 12 millones.
Qué
hacen los jóvenes que no han encontrado ni trabajo ni pueden estudiar: ingresar
a la economía informal. Por eso casi dos
de cada tres jóvenes que trabajan lo hacen precisamente en la economía
informal, según las estadísticas del INEGI.
Fuera
de la informalidad, del trabajo formal y del estudio, los jóvenes se dedican a
ver la televisión y participar en las redes sociales, cuando tienen acceso a
una computadora. Por eso dos de cada tres jóvenes destinan en promedio 9.7
horas a la semana a ver la televisión, mientras que casi 60 por ciento de jóvenes de 15 a 29 se
dedican a revisar su correo, consultar redes sociales o chatear.
Ante
este negro panorama en el cual los jóvenes no pueden integrarse al mercado
laboral ni al educativo y ante la desesperanza que significa encontrar una
plaza laboral precaria que no pueda cubrir sus necesidades financieras, hay
otras dos estadísticas que forman parte de la historia negra del México
contemporáneo.
Una
de ellas es que de los nacimientos
ocurridos en el trienio 2011-2013, siete de cada 10 se dieron entre las mujeres
de 15 a 29 años de edad y uno de cada seis fue de una adolescente de 15 a 19
años de edad. Es decir que se trata de jóvenes, hombres y mujeres que al no
tener ocupación, tienen el sexo como una de los pocos elementos de recreación a
los que pueden acceder y frustran sus vidas muchas veces con embarazos no
deseados.
Otra
estadística negra es que más del 50 por ciento de las defunciones totales de
los jóvenes se deben a causas violentas como las agresiones, los accidentes
terrestres y el suicidio.
Esta
es una síntesis de la situación que viven los jóvenes mexicanos el día de hoy,
en su día. Pero eso sí, las grandes corporaciones internacionales ya les han
aplicado apodos como Generación X, kippers, dinkys, millenialls y más
recientemente generación Z, para incluirlos en el mundo como sujetos de
consumo, cuando en México, más del 80 por ciento de los jóvenes no pueden
satisfacer siquiera sus propias necesidades inmediatas. Como dice el filósofo
del metro: la juventud fue un divino tesoro que se ensombreció con lentes
oscuros.
*Comentario Para Radio Educación/ 12 de agosto de 2016
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