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Friday, March 06, 2020

El filósofo del metro dice:

Hay fiestas que no hacen ruido
pero hasta te roban la cartera

Se acabó la fiesta de 
la condonación fiscal

Roberto Fuentes Vivar*


La mañanera del miércoles fue especialmente rica en materia informativa. Lamentablemente un episodio trivial en el cual dos comunicadores se enfrentaron entre sí, hizo que se desviara la atención mediática y finalmente los temas relevantes quedaron en segundo término, por lo menos en los diarios y en la mayoría de los noticiarios televisivos y de radio.
En esa conferencia de prensa, el presidente, junto con el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, Santiago Nieto, presentaron un informe de casos atendidos por esa instancia.
La información fue tan abundante que en el informe de la Unidad de Inteligencia Financiero se mencionó que “se han presentado 160 denuncias en 2019, 17 en 2020, que han amparado operaciones por 321 mil millones de pesos en depósitos y 289 mil millones en retiros y que en total existen más de 12 mil cuentas bancarias bloqueadas.
Los detalles fueron todavía más sustanciosos: grupos religiosos coludidos con la trata de blancas, grupos delincuenciales que se investigan por prostitución de menores de edad y hasta el escandaloso caso de que en un mismo domicilio fiscal están registradas más de mil empresas.
Personalmente creo que lo más importante es que por primera vez en la historia, un presidente, desde Palacio Nacional, desnuda el pacto secreto (de hace más de 40 años) entre el gobierno y la iniciativa privada para que las empresas dejaran de pagar al fisco una cifra que puede calcularse en varios billones (con B) de pesos, pues permitió la evasión fiscal desde el sexenio e Luis Echeverría hasta el de Enrique Peña Nieto, a través de la llamada consolidación fiscal.
Es decir que si una empresa tenía muchas ganancias, podía crear otra y otra más para diluir contribuciones y así pagar cero pesos al erario. Precisamente por eso el escandaloso caso de que en un domicilio fiscal se asienten mil empresas.
Concretamente el presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo que hasta 2018 ni siquiera los grandes bancos pagaban impuestos y explicó que este pacto secreto existió nada menos que durante ocho sexenios.
En este sentido el presidente recordó que en una reunión privada en 2006, los empresarios de Monterrey le dijeron al entonces presidente de la Corte, Genaro Góngora Pimentel, de manera tajante: en materia de impuestos “nosotros tenemos un pacto”.
Cómo nació ese pacto o acuerdo secreto que permitía a los empresarios no pagar impuestos. Aquí vale la pena recordar la historia. En aquel entonces yo era un incipiente reportero de El Heraldo de México cuando el 17 de septiembre de 1973 fue asesinado el empresario Eugenio garza Sada. A partir de ahí, la iniciativa privada se comenzó a aglutinar.
Se realizaron una o varias reuniones en una población de Nuevo León llamada Chipinque, en la que los empresarios, molestos con Luis Echeverría, enfocaron todas sus baterías en contra del entonces mandatario.
Crearon rumores de golpes de estado, sacaron miles de millones de dólares al extranjero y comenzaron a vislumbrar un gobierno que estuviera al servicio de los empresarios. A esas reuniones el presidente Luis Echeverría las llamó de los encapuchados de Chipinque.
No es aventurado decir que en Chipinque se comenzó a gestar el modelo económico neoliberal para México que comenzó a operarse con Miguel de la Madrid. Incluso vale la pena recordar que dos años después de la primera reunión en esa población de Nuevo León se creó, en 1975, el Consejo Coordinador Empresarial.
¿Quiénes estuvieron en esas reuniones de Chipinque? Desde luego los principales empresarios del grupo Monterrey, algunos hombres de negocios de la ciudad de México y funcionarios estadounidenses, incluyendo a altos mandos de la Central de Inteligencia (la CIA).
Recuerdo que poco después le pregunté al entonces presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (la coparmex), Andrés Marcelo Sada Zambrano si él había estado en Chipinque. Su respuesta fue un simple sí y no quiso abundar en el tema. Pero más tarde se descubrió que desde la oficina de Sada Zambrano, en la calle de Liverpool en la zona rosa, se difundieron los rumores de golpe de estado en contra de Echeverría.
Parece ser que, para frenar los embates en su contra, el propio Echeverría acordó el pacto para que no pagaran impuestos.
¿Cuánto nos ha costado a los mexicanos ese pacto? Nada más para dar una idea: Según el Servicio de Administración Tributaria (SAT) la cancelación y condonación de impuestos en el sexenio de Felipe Calderón y la mitad de la gestión de Enrique Peña Nieto, fue de más de un billón con B grande de pesos. ¿Cuántos billones fueron en los otros sexenios?
Esto quiere decir, en síntesis, que por esos oscuros acuerdos, toda una generación usó su vida laboral, para subsidiar las canonjías que se otorgaron a un puñado de empresarios.
Afortunadamente,  hace unos días se aprobó que, constitucionalmente se prohíba la condonación de impuestos. Es decir que se terminó ese pacto secreto de Chipinque. Por eso en esa conferencia de prensa retumbó la frase: “¡Se acabó la fiesta!”, aunque muchos no la quieren oir.
Dice el filósofo del metro: Hay fiestas que hacen ruido pero hasta te roban la cartera.


*Comentario para Radio Educación/ 6 de marzo de 2020

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