El filósofo del metro dice:
Tratado habemus
justicia laboral
no sabemus
Las artimañas empresariales
en contra de los trabajadores
Roberto Fuentes Vivar*
Finalmente el Senado estadounidense ratificó ayer el
Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), con lo que se dio un
paso firme para su posible operación, aunque todavía faltan algunos detalles
para que se haga realidad, como la firma de Donald Trump y la ratificación en
Canadá. Incluso después de todas las ratificaciones y firmas, se calculan tres
meses para que se ponga realmente en operación.
Tras la aprobación estadounidense en el senado,
prácticamente todos los actores de la economía y la política de México se
congratularon del hecho. Incluso hasta algunos analistas consideran que la
firma del T-MEC y el principio de acuerdo que se firmó esta semana entre China
y Estados Unidos, podrían ocasionar un aumento de entre medio punto y un punto
del Producto Interno Bruto mexicano.
Y aquí vale la pena retomar dos puntos de la
historia. La primera es que este tratado el T-Mec es la tercera generación del
acuerdo inicial, el TLC que se firmó entre Carlos Salinas de Gortari, George
Bush y Brian Mulroney. La segunda fase fue el ASPAN que negociaron y firmaron
Vicente Fox, George Bush hijo y Paul Martin por Canadá. Esta alianza firmó en
lo oscurito y no pasó por el senado de la República.
Algo interesante es que los firmantes de las tres
versiones el acuerdo, por parte de Estados Unidos han sido presidentes del
Partido Republicano, mientras que por México los presidentes han sido del PRI,
del PAN y ahora de Morena.
El otro punto a destacar que tiene que ver con la
historia, es que desde que comenzó a negociarse esta tercera versión del TLCAN,
el punto en el que se centraron las diferencias fue el laboral, pues desde
Canadá y desde Estados Unidos se presentaron presiones para que hubiera mejores
condiciones laborales y salariales en nuestro país.
Incluso, dentro el acuerdo se convino que Estados
Unidos incluya en su cuerpo diplomático en México una especie de agregados
laborales que estarán encargados de que vigilar que se cumplan las leyes en esa
materia en nuestro país. Hasta el momento no se sabe cómo van a operar ni si
violan o no la soberanía nacional.
Precisamente porque el laboral fue el tema de mayor
discusión en las negociaciones, vale la pena retomar algunos puntos de la
conferencia mañanera de anteayer del presidente Andrés Manuel López Obrador,
pues se presentó una situación que podría ser desastrosa y hasta motivo
precisamente de la vigilancia laboral estadounidense.
Quizá el ejemplo más destacable es que 14 mil
empresas despidieron a 60 mil trabajadores en el último mes del año pasado. En
total el despido de trabajadores en el último mes del año pasado fue de 380 mil
trabajadores. Hasta el presidente lo consideró como “¡Algo increíble!”.
¿Qué significan esos despidos? Concretamente que
existen prácticas muy arraigadas en muchas empresas para no reconocer los
derechos de los trabajadores, no pagar prestaciones, no pagar impuestos. De
hecho “Por eso, ya se reformó la ley y es delito grave lo de la falsa
facturación y lo de la defraudación fiscal, y muchos no lo saben: y sí es
delito grave, el implicado no tiene derecho a fianza”.
Fuera de los casos de subcontratación que son muy
específicos, existen prácticas empresariales que pueden considerarse
aberrantes. Nada más para abundar en estas 14 mil 553 empresas, Todas ellas
despidieron a toda su nómina en diciembre. Se trata de compañías que tienen
entre 100 y 500 empleados.
Otro ejemplo que vale la pena mencionar, dentro de
las aberraciones laborales y fiscales que existen en nuestro país. Una sola
persona es representante legal de 488 empresas, 461 constituidas entre el 2012
y 2015, además de tener participación accionaria en 10 empresas adicionales;
sin embargo, esta persona no presenta declaraciones fiscales.
En la conferencia mañanera del miércoles el jefe de
la Unidad de Inteligencia Financiera Santiago Nieto presentó una especie de
catálogo de malas prácticas empresariales para evadir al fisco, no pagar al
IMSS y no responsabilizarse de las obligaciones laborales de sus trabajadores.
Esto lo hacen declarando pérdidas fiscales, aunque
en realidad tengan ganancias millonarias, utilizando prestanombres,
triangulando recursos entre empresas, presentando facturas falsas, presentando
contabilidad engañosa, moviendo a sus trabajadores entre una razón social y
otra y utilizando diversas artimañas para no cumplir con los trabajadores, ni
con el seguro social ni con el fisco.
Incluso hay casos de personajes que se han
infiltrado en la IV Transformación y que han incurrido en este tipo de
cuestiones, como el senador Pedro Haces, suplente de Germán Martínez Cázares
quien fue el primer director del IMSS en este sexenio. Este personaje es líder
de un sindicato nacional, dirigente en una central obrera y además empresario.
Para colmo su empresa, según un audio, está involucrada en un desvío de fondos
por 30 millones de pesos del Seguro Popular.
En términos generales qué bueno que se firmó el
Tratado México Estados Unidos Canadá y ojalá sirva para mejorar las condiciones
laborales de los mexicanos. Como dice el filósofo del metro: tratado habemus,
justicia laboral no sabemus.
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