El filósofo del metro dice.
Beneficiar más a quienes más
tienen es vileza, no grandeza
Condonaciones: todos apoyamos
corrupción y hasta importaciones
Roberto Fuentes Vivar*
El
caso de las condonaciones y cancelaciones fiscales que de manera conjunta
dieron a conocer esta semana el Servicio de Administración tributaria (el SAT)
y el Centro de Análisis e Investigación Fundar, se convirtió en un escándalo
porque oficialmente quedó demostrado cómo en los sexenios de Felipe Calderón y
Enrique Peña Nieto se utilizaron cantidades millonarias para favorecer a empresas,
a políticos y hasta a personajes de la farándula.
Más
allá de los escándalos personales como los Yeidckol Polevnsky, Ana Gabriela
Guevara, Carlos Salinas de Gortari y la familia Ruiz Massieu (del Partido Revolucionario
Institucional o Diego Fernández de Cevallos, quien además debe supuestamente
900 millones de pesos de impuesto predial, los empresarios y las empresas han
permanecido intocables mediáticamente.
Lo
grave del asunto es cómo, estructuralmente el fisco apoyó a quienes más tienen,
en detrimento, por ejemplo de la clase media que es la más cumplida en sus
obligaciones fiscales y también la que menos tiene capacidad para poder acceder
a este tipo de beneficios que obtienen las grandes empresas a través de sus ejércitos
de contadores..
El
presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, desde hace algunos
meses señaló que no habrá más condonaciones y hasta firmó un documento en el
cual elimina la atribución presidencial para otorgar esos beneficios.
Pero
vale la pena ahondar en algunos puntos específicos: Las dos bases del datos de
créditos fiscales cancelados y condonados que se dieron a conocer, tras un
largo peregrinar de cuatro años de Fundar para lograr transparentar los
beneficios desde 2017 hasta 2013, suman un billón 88 mil 400 millones a precios
actualizados a 2019.
Esta
cantidad representa dos veces el presupuesto conjunto que para 2020 se ha
pedido para Bienestar, Educación Pública y secretaría de seguridad. Es decir que
Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto regalaron beneficios que duplican los
gastos de las tres secretarías de estado más privilegiadas en recursos para el
próximo año.
Hay
que aclarar que las listas dadas a conocer son incompletas de los dos sexenios
anteriores por dos razones: una que aún no hay datos de la segunda mitad del sexenio
de Peña Nieto. Otra, que 201 grandes contribuyentes se ampararon y el proceso
sigue en curso. En total, los beneficios a amparados representan 273 mil 700
millones de pesos. Esto significa que cada una de las empresas amparadas fue
beneficiada en promedio con más de mil millones de pesos.
Otro
de los aspectos estructurales, de una estructura fiscal que estaba diseñada
para concentrar la riqueza, es que la cuarta parte de los recursos se concentran
en sólo 10 beneficiarios, de los cuales la mitad son entidades públicas y la
mitad privadas.
Y
aquí vale la pena mencionar algunos casos concretos: La paraestatal Comisión Federal
de Electricidad (CFE) es la empresa que aparece como la mayor beneficiaria. El
problema, estructural y de fondo, es que en el periodo en que obtuvo los
perdones fiscales, también se registraron varios escándalos de corrupción. Esto
significa que de alguna manera todos los mexicanos financiamos la corrupción.
La
mayor beneficiaria privada en condonaciones fue el laboratorio Roche en 2013,
con casi tres mil millones de pesos. Ese año, los accionistas de Roche
recibieron un dividendo de ocho francos suizos. Esto significa que los
mexicanos, todos, apoyamos la entrega de ganancias a un puñado de
inversionistas globales y que apoyamos a esa empresa para convertirse, años
después, en el principal laboratorio farmacéutico del mundo.
Por
su parte la lista de beneficiados con la cancelación de créditos fiscales está
encabezada por una persona física: Jesús Manuel Ornelas Herrera, a quien en
2014 se le cancelaron 15 mil 452 millones 186 mil 400 pesos. Se trata de un
importador de autos usados de Baja California. Esto significa que los mexicanos
apoyamos también hasta la introducción de vehículos usados.
Pero
hay más: En las listas aparecen más de 50 empresas transnacionales y, desde
luego, están consorcios del 90 por ciento de los integrantes del Consejo
Mexicano de Negocios (que agrupa a los 60 empresarios más importantes del
país). Poe ejemplo,el actual Antonio del Valle, fue beneficiado a través de Mexichem,
ahora llamada orbia y el anterior Alejandro Ramírez, interpuso un amparo para
Cinépolis.
Entre
las empresas que se encuentran amparadas están: Pfizer, Chedraui, Liverpool,
Palacio de Hierro, 7 Eleven, Cinépolis, Hewlett-Packard, Grupo Carso, América
Móvil, General Motors, Cemex, Minera México y Gruma, Industrias Peñoles,
AT&T, TV Azteca, Grupo Elektra, Cargill, Volkswagen, Televisa, Club
América, Club Necaxa, Cablevisión, Grupo Herdez, Grupo Industrial Saltillo,
Ternium, Arcelormittal, y para qué seguirle. Dice el filósofo del metro: dar
más a quienes más tienen, es vileza no grandeza.
*Comentario para Radio Educación/ 4 de octubre de 2016
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