El filósofo del metro dice:
Ganar menos puede,
a veces, rendir mas
Urge poner fin a las ganancias
que generan desigualdad social
Roberto Fuentes Vivar*
Ayer
sucedió algo que podría considerarse insólito en el mundo: que un mandatario
presente un video de un empresario extranjero para llamarles de atención a los
hombres de negocios de su país.
Concretamente,
en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un
video del empresario estadounidense, Nick Hanauer.
No
se trata de uno de esos motivadores, ni e esos oradores que dan consejos para
ganar más. Por el contrario, se trata de un hombre de negocios que llama a los
empresarios a ganar menos.
Hanahuer,
quien fue cofundador (como capitalista de riesgo) de Amazon y de una treintena
de empresas, entro otras una que vendió a Microsoft en seis mil 400 millones de
dólares, se autodenomina un plutócrata, miembro del uno por ciento de la
población que acapara el 30 por ciento de la renta nacional estados Unidos.
¿Qué
motivo al presidente López Obrador a presentar su video? Pues nada menos que
este plutócrata hace una llamada de atención a sus pares, los empresarios del
mundo, a moderar sus excesivas ganancias que solo han llevado al planeta a una
desigualdad social insostenible.
“Tengo un mensaje para mis compañeros
plutócratas y multimillonarios y cualquier persona que viva encerrada en una
burbuja: despierten, porque si no hacemos algo para corregir las desigualdades
económicas evidentes en nuestra sociedad, las horcas vendrán hacia nosotros,
porque ninguna sociedad libre y abierta puede soportar este aumento en la
desigualdad económica.”, dijo.
Casi
nadie le prestó atención al mensaje, pero el presidente sí expuso tres temas
que han formado parte de su agenda, que los empresarios moderen sus ganancias,
que ayuden a combatir la desigualdad y que la iniciativa privada opere con un
estricto código de ética.
Desde
luego, el de Hanahuer no es el primer caso de un empresario, académico o político
que augura el fin del actual modelo económico en el mundo porque las ambiciones
de ganancias desmedidas han ocasionado graves desigualdades que son ya
insostenibles.
El
20 de enero de 2009, cuando tomó posesión como presidente de Estados Unidos, Barak
Obama, dijo: “nuestra economía está gravemente debilitada, como consecuencia de
la codicia y la irresponsabilidad de algunos, pero también por el fracaso
colectivo a la hora de elegir opciones difíciles y de preparar a la nación para
una nueva era”. Ahí prometió que no iba a volver a suceder que unos pocos
lucraran con el futuro de muchos.
Tres
meses después, en marzo de 2009, en la 72 Convención Bancaria de Acapulco, Alan
Greenspan, uno de los principales gurúes del neoliberalismo a través de la
Reserva Federal estadounidense, dijo: “nos equivocamos pensamos que (poniendo a
la economía mundial como un automóvil) el coche necesitaba solo un cambio de
aceite, pero también necesita un cambio de motor y tal vez hasta un cambio de
modelo”.
Lamentablemente
a nivel global, no se cambió el modelo, ni siquiera se ajustó el motor. Por eso
el empresario Hanahuer a quien en el video se observa hablando ante hombres de
negocios, señala “el problema no es tener cierta desigualdad. Cierta
desigualdad es necesaria para una democracia capitalista de alto rendimiento.
El problema es que la desigualdad hoy está en máximos históricos y empeora día
a día. Y si la salud, el poder y la renta siguen concentrándose en la cima de
la pirámide, nuestra sociedad pasará de una democracia capitalista a una
sociedad neofeudal como la del siglo XVIII en Francia. Eso era Francia antes de
la Revolución y las turbas con las horcas”.
Como
cosa curiosa, en la misma conferencia de prensa en la que el presidente
presentó el video de Hanahuer, se trató también uno de esos casos de ambición
desmedida de negocios y de corrupción, el de la empresa española OHL y su
participación en el circuito exterior mexiquense, por el cual la Unidad de
Inteligencia Financiera de la secretaría de Hacienda investiga al exsecretario
de Comunicaciones y Transportes Gerardo Ruiz Esparza.
Los
casos de excesivas ganancias son muchos, pero para dar un ejemplo valga el más
reciente informe de la Comisión Nacional bancaria y de Valores: en una economía
con nulo crecimiento, las ganancias de los bancos al cierre de septiembre de
este año, fueron de 121 mil millones de pesos, cifra 2.3 por ciento mayor a la del
mismo mes del año anterior. Incluso sus ingresos por intereses sumaron 683 mil
millones de pesos, con un crecimiento de 9.5 por ciento con relación a igual
periodo de 2018.
Este
tipo de desigualdades son las que ejemplifican la postura de este empresario y
del presidente López Obrador, quien dijo que la actitud del sector privado, debe
de procurar desde luego hacer negocios, pero al mismo tiempo buscar ganancias
razonables y que se respete el marco legal, que se paguen los impuestos. Dice
el filósofo del metro: ganar menos puede a veces rendir más.
*Comentario para Radio Educación/ 8 de noviembre de 2019
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