El filósofo del metro dice:
No hay nada más desigual
que la injusticia fiscal
A revisión los estímulos a
maquiladoras y automotores
Roberto Fuentes Vivar*
Ayer el INEGI
informó que el Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) registró una
caída real de 25.1 por ciento en abril respecto al mes previo. En su
comparación anual, la Producción Industrial retrocedió 29.6 por ciento con
respecto a abril del año pasado.
Por sectores de actividad económica, la Construcción
disminuyó 38.4 por ciento, las Industrias manufactureras 35.5 por ciento, la
Minería 3.6 por ciento y la Generación, transmisión y distribución de energía
eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final fue menor
en 3.5 por ciento…
Uno de los rubros que tuvo una mayor caída fue la Fabricación de equipos de transporte,
es decir la industria automotriz, con un desplome de 83 por ciento en abril y de 26 por ciento entre enero y abril.
Valgan estos datos para comentar precisamente lo que
sucede con la industria automotriz. Durante muchos años, décadas tal vez, se
nos hiso ver que esta industria era uno de los principales motores de la
economía mexicana.
Por ese
motivo y porque supuestamente
generan muchos empleos se convirtió en uno de los sectores más
privilegiados. A algunas armadoras se les regalaron los predios en donde están
instaladas, como Kia en Nuevo León. A otras se les condonaron impuestos o se
les dieron tratamientos privilegiados.
Ahora les comento que ni la industria manufacturera,
ni algunas de sus ramas como la automotriz o la maquiladora son realmente los
motores de la economía, ni siquiera se encuentran entre las principales
empleadoras. Por eso, ya hay una tendencia a revisar los estímulos fiscales que
se les otorgan.
Hace unos días en La Jornada, apareció una
entrevista a la titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel
Buenrostro, en la cual deja varios puntos en claro como que van por 70 mil
millones han dejado de pagar grandes contribuyentes, que existe una especie de
mafia de contadores y abogados que se han dedicado a crear esquemas que rayan
en la defraudación fiscal y que es necesario revisar los estímulos fiscales que
se dan a algunas industrias.
Concretamente la funcionaria dijo que ya se investigan
a muchos despachos contables y que específicamente se están revisando los
esquemas fiscales de la industria maquiladora y de la industria automotriz.
Raquel Buenrostro dijo textualmente: Hay beneficios
fiscales de hace 20 o 30 años que a lo mejor ahorita no son convenientes o
útiles, pero ahí se quedaron. Por ejemplo, por cada peso de IVA que paga el
sector automotriz, el fisco le regresa 3 pesos. El argumento es que genera
empleos. Esos incentivos fiscales hay que revisarlos. Otro que analizamos es el
padrón de la frontera norte, que tiene el beneficio de una tasa menor de pago
de impuestos respecto del resto del país.
Un dato me dejo frío: por cada peso que enteran de
IVA los empresarios automotrices, incluyendo a las armadoras que son empresas
transnacionales, el fisco les regresa tres pesos. Es decir que todos los mexicanos
subsidiamos a una industria que no siquiera
es de las que más empleo generan.
Al respecto La revista Expansión, publicó en
septiembre de 2019 publicó su reporte sobre las 20 principales generadoras de
empleo. Ahí aparecen 10 empresas relacionadas con el comercio (como las
departamentales y de autoservicio), dos paraestatales (Pemex y CFE), cinco
relacionadas con alimentos y bebidas (Bimbo, Arca o Alsea) y otras de servicios
como América Móvil o industriales como Cemex. Pero no hay alguna relacionada
con la industria automotriz.
Otro indicador, es que en el reporte del primer
trimestre del Producto Interno Bruto a precios corrientes se indica que de los 24 billones de pesos que generó la
economía, menos de un billón corresponde a la industria automotriz.
Sin embargo la seguimos subsidiando todos los
mexicanos a través de esquemas fiscales privilegiados. Lo mismo sucede con las
maquiladoras. Por eso, qué bueno que ya se revisan estos casos, concretamente tres que merecen la atención.
Primero, los despachos contables que entorpecen el
pago de contribuciones. Segundo, los estímulos fiscales a la industria
automotriz y tercero el esquema fiscal de las maquiladoras.
Esos tres puntos podrían ser el inicio de una
reforma fiscal que puede devenir tras el Confinavirus, sobre todo si la IV
Transformación realmente decide buscar un trato más justo en las contribuciones. Dice el filósofo del metro: No hay nada más
desigual que la injusticia fiscal.
*Comentario para Radio Educación/ 12 de junio de 2020
0 Comments:
Post a Comment
<< Home