El filósofo del metro dice:
El virus de la esperanza
renació en la cuarentena
Después del coronavirus cambios
en el modelo económico global
Roberto Fuentes Vivar*
Ayer se realizó una especie de reunión virtual de
emergencia del Grupo de los 20 países con las mayores economías del mundo
(G-20), en el cual se anunciaron dos cuestiones. La primera es que ya
prácticamente el planeta está en recesión por la pandemia de coronavirus.
La segunda que en conjunto se planea una inyección conjunta
de cinco billones de dólares para apuntalar la economía global para
contrarrestar los efectos económicos negativos que ha producido la pandemia en
la población.
En esa
reunión el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió una tregua económica
para estabilizar los mercados y terminar con la alta especulación, dijo que hay
que evitar las acciones monopólicas de las empresas a nivel global y reiteró la
importancia de que por encima de las economías se apoye a la sociedad y
principalmente a quienes menos tienen.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo
Ebrard, llamó a establecer un compromiso común de las grandes potencias para la
recuperación económica mundial, porque el daño “va a ser inmenso y desigual… Es
ahora o nunca, no podemos pensar que haya un orden mejor en el ámbito global si
hoy no podemos con esta pandemia y no hay solidaridad”.
Esta reunión virtual del grupo de los 20, al igual
que la actuación de los países más ricos del mundo occidental, parecen indicar
que Después del Coronavirus (DC) la economía global sufrirá cambios
estructurales, en los cuales se avizora un freno al neoliberalismo salvaje,
para dar lugar a otras medidas como la nacionalización de empresas y hasta la
prohibición de tenencias accionarias en manos extranjeras.
En ese entorno se encuentra, por ejemplo el plan de
2.2 billones de dólares en Estados Unidos (el mayor en toda su historia). Este
plan consiste en ayudas directas a las familias, fondos para desempleo, así
como cientos de miles de millones en forma de préstamos blandos a pequeñas empresas.
Incluso, como en México, el plan incluye el envío directo de cheques por mil
dólares a los ciudadanos más vulnerables para impulsar el consumo.
En Alemania, el ministro de Finanzas, Olaf Scholz,
anunció que el Gobierno está preparado para tomar participaciones en las
empresas para compensar el impacto del coronavirus. Incluso mencionó la posible
nacionalización de empresas.
En Francia, el ministro de Economía y Finanzas,
Bruno Le Maire, también hablo de la posibilidad de nacionalizar empresas y de
entrega de beneficios directos a las familias más desprotegidas.
En España, ya se activó una medida que pone un
límite de 10 por ciento a los inversionistas extranjeros, en las empresas
cotizadas en bolsa como una forma de blindar a las compañías españolas.
En el Reino Unido se anunciaron apoyos para los
trabajadores y para las pequeñas
empresas y otras medidas como la suspensión de pagos de hipotecas.
En Italia se
plantea un proyecto para nacionalizar la aerolínea Alitalia y el gobierno
anunció la suspensión del pago de hipotecas, y ayuda financiera para personas y
pequeñas empresas afectadas.
En México el presidente Andrés Manuel López Obrador
anunció un adelanto de los subsidios para las personas mayores, créditos
blandos con intereses menores al seis por ciento al año para micro y pequeñas
empresas y dejó en claro cuatro cosas: Primero. ¡Nada de rescates al estilo del
periodo neoliberal, que les daban a los bancos, a las grandes empresas, no!
¡Que ni estén pensando en que va a haber condonaciones de impuestos u otros
mecanismos que se usaban antes! 2.- Primero estarán los más necesitados. 3.- No
se suspenderán las obras públicas que son prioritarias para su gobierno y 4 que
no se recurrirá a créditos ni al FMI.
En general, ningún país habla de salvamentos a los
grandes empresarios y mencionan la posibilidad de salvar grandes empresas a
través de la nacionalización, en un entorno en el que el Fondo Monetario
Internacional ha recibido solicitudes de préstamo de más de 80 países: Parece
ser que el grito generalizado, incluso en Estados Unidos, es “primero los
pobres” y ya no rescate de empresarios, sino apoyo a pequeñas y medianas
empresas.
Si se analizan los planes de todos los países, puede
observarse que ya hay un cambio en el discurso neoliberal y han regresado
conceptos que hasta hace unos meses estaban vetados como como “nacionalización”
o “limitación accionaria a extranjeros”.
Quienes no han entendido este cambio mundial en el
que primero está la sociedad y después las empresas, son los organismos empresariales
mexicanos que en esta semana, en tres ocasiones, volvieron a pedir planes de
salvamento similares a los rescates del pasado.
Definitivamente si se avizora una recesión
probablemente larga en el mundo, pero algo va a cambiar en la economía global
en la era DC Después del coronavirus. Dice el filósofo del metro: el virus de
la esperanza renació en la cuarentena.
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