Un sitio independiente y alternativo para el análisis de la realidad.

Friday, June 26, 2020

El filósofo del metro dice:

Más batas de hospitales
menos camisas de fuerza

México necesita el T-MEC,
pero estar cercano a China

Roberto Fuentes Vivar*

La próxima semana entra en vigor el Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá (el famoso T-MEC) y precisamente en medio de una pandemia, por lo que podría decirse que es el primer acuerdo de la nueva era que habrá de iniciarse en el mundo, luego de que todo el planeta inicie su fase de normalización.
Por eso es el acuerdo que podría marcar una pauta en la economía global para el futuro, siempre y cuando los tres países (principalmente Estados Unidos, que es el socio más poderoso en materia económica) estén conscientes de que muchas de las normas pueden cambiar en el planeta  y tendremos que adecuarnos a un nuevo mundo que comenzará a gestarse en los próximos años.
Por lo pronto, estamos a nivel planetario en un momento crucial, con la mayor recesión de la historia contemporánea y ante una incertidumbre global por el futuro. Por ello hay que preguntarnos si realmente es el momento más adecuado para comenzar un nuevo tratado con nuevas reglas que probablemente envejezcan prematuramente.
Para nuestro país existen infinidad de presiones para que se incie el tratado. Nada más hay que ver las noticias de las más recientes 24 horas.
Ayer  el embajador estadounidense en México, Christopher Landau, decía ante industriales mexicanos que con las reglas actuales que se muestran en nuestro país “no es momento oportuno para invertir”. Agregó que espera que México no desperdicie la oportunidad de atraer inversión extranjera.
“Este es un momento dorado para México para atraer inversión extranjera y espero que no lo desperdicien, francamente, porque para mí sería una tragedia histórica de perder esa oportunidad y esa ventaja no va a estar abierta mucho tiempo más, dijo. Hay que preguntarle a este diplotçatico si él está consciente de que muchas cosas pueden cambiar en los próximos meses
Y hoy, el INEGI dio a conocer la información oportuna de comercio exterior correspondiente a mayo, en la cual se registra un déficit comercial de tres mil 523 millones de dólares, saldo que se compara con el superávit de casi mil millones de dólares obtenido en igual mes de 2019. En los primeros cinco meses de este año, la balanza comercial presentó un déficit de dos mil 888 millones de dólares.
Esto se debe a que las exportaciones totales mostraron una reducción anual de 56.7%, debido a la caída de 56.3 por ciento en las ventas petroleras y de 63.8 por ciento en las manufactureras. Aquí vale la pena mencionar que las ventas automotrices tuvieron un desplome superior a 90 por ciento. También hay que señalar que las compras de México al exterior cayeron pero en un nivel menor al de las exportaciones.
¿Pero qué indican estas cifras? Concretamente dos cosas: una, que la pandemia del Coronavirus ha sepultado (ojalá y solo sea temporalmente) una política iniciada por la IV Transformación para mantener un superávit en nuestra balanza comercial. La otra es que muestra la grave situación de vulnerabilidad en la que se encuentra México en materia de comercio exterior, ante el inicio de operaciones del tratado trilateral, sobre todo porque tenemos que importar muchos de los productos de consumo, intermedios y de capital que necesitamos para subsistir en medio de una pandemia.
Otro de los puntos que hay que analizar, con miras a la entrada en vigor del T-MEC es que aún no se han aprobado muchas de las leyes adicionales a las que se comprometió México y que se encuentran en el Poder Legislativo, como son algunas ambientales y otras en materia de trabajo.
Aquí también hay que hacerse dos preguntas la primera es si estas leyes estarán de acuerdo con las nuevas normas que van a regir al mundo en el futuro y si son o no benéficas para México en estos momentos.
En lo personal creo que, tanto estas leyes como el propio acuerdo trilateral incluyen beneficios para el país que no se habían tomado en cuenta en los otros acuerdos como el TLCAN y ASPAN, en donde aspectos cruciales como los trabajadores y el medio ambiente prácticamente estuvieron ausentes y permitieron una depredación laboral y ambiental en nuestro país como nunca se había visto.
En general los tres países llegan al acuerdo en una situación de extrema debilidad, y con un mayor nivel de interdependencia que en los acuerdos anteriores. Los tres con una recesión que aún no se sabe cuándo terminará. Quizá el más afectado es Estados Unidos, que no sólo enfrenta una guerra con China por el liderazgo mundial, unas elecciones en puerta, y un presidente lacerado por decisiones de política interior, tanto en materia de combate al coronavirus como en materia de racismo.
En fin, ojalá y el Tratado no se convierta en una camisa de fuerza ante los cambios globales por venir tras la pandemia y en el caso de México sería deseable que a pesar del acuerdo nuestro país busque una mayor cercanía con China para no quedarse afuera de los cambios globales que se viven y se acentuarán en los próximos años.
Dice el filósofo del metro: Hoy necesitamos más batas de hospital y no camisas de fuerza.


*Comentario para Radio Educación/ 26 de junio de 2020

0 Comments:

Post a Comment

<< Home

 
EL SENDERO DEL PEJE senderodelpeje.comNoticias sobre Andrés Manuel López Obrador y la política mexicana hacia el 2006