El filósofo del metro dice:
La solidaridad es invisible
cuando hay negocio
Más desempleo y bajan
ingresos en las viviendas
Roberto Fuentes Vivar*
Los
informes que presentó ayer el INEGI sobre cómo han afectado el Coronavirus y el
Confinamiento a la economía son, como se dice ahora, imperdibles, porque
presentan un diagnóstico inicial del desastre ocasionado por la pandemia.
En
primer lugar hay que decir que se trata de tres encuestas concretas: Una sobre el
Impacto Económico generado por Covid-19 otra sobre las Agencias Funerarias y
una tercera sobre el mercado laboral.
La
primera de las encuestas fue levantada a finales de mayo y principios de junio,
es decir hace más de un mes, la segunda se realizó en abril, es decir hace tres
meses. Por ello puede considerarse que los resultados son apenas iniciales,
pues estamos a mediados de julio y hay muchas empresas que apenas están
comenzando a despedir personal.
Pero
bueno ¿què es lo que dicen las encuestas?
En
primer lugar retomo lo que ha sucedido en las empresas mexicanas y aquí nos
encontramos con una especie de paradoja, pues si bien la mayoría de los
negocios se queja de la falta de apoyo, la realidad es que solo la mitad de
ellos cumplieron con las normas dictadas por el decreto de contingencia.
Los
informes del INEGI, indican poco más de la mitad instrumentaron paros técnicos
como medida de prevención, mientras que 93.2 por ciento registró al menos un
tipo de afectación y la mayoría priorizó el no despido de personal por sobre la
reducción de remuneraciones y/o prestaciones.
Llama
la atención que, a pesar del decreto que definía las actividades esenciales, no
existió una gran diferencia, pues el 41.4 por ciento de las esenciales registró
paros técnicos o cierres temporales, mientras en el caso de las no esenciales
fue 50.5 por ciento.
La
mayor afectación para las empresas de todos tamaños fue la disminución de los
ingresos, con 91.3 por ciento. Le siguió la baja demanda que a nivel nacional
se reportó en 72.6 por ciento de los establecimientos consultados.
Un
punto interesante es que solo 7.8 por ciento obtuvo algún tipo de apoyo,
mientras que el resto (92.2 por ciento) no recibió ayuda de ninguna índole,
principalmente porque no tenían conocimiento de los programas de apoyo federales
estatales o municipales.
La
mayoría de las empresas encuestadas considera que una de las políticas más
necesarias para apoyarlas en esta pandemia por COVID-19, es el aplazamiento de
pagos por servicios en un 47.0 por ciento, la transferencia de efectivo con
41.3mpor ciento y el acceso a créditos nuevos con 41.0 por ciento.
Si
me lo permiten paso a otro ¿Qué ha pasado en las viviendas?
De
los 25.6 millones de viviendas, que hay en el país, en 17 millones de ellas se
redujeron los ingresos percibidos por salarios. Es decir que dos cada tres
hogares mexicanos tienen ahora menos recursos y están en una etapa de
supervivencia.
Paralelamente,
en uno de cada tres hogares, alguno de los miembros de la familia ha perdido el
empleo.
Estos
dos datos han ocasionado que millones de familias hayan tenido que recurrir a
sus escasos ahorros, a pedir dinero prestado a familiares, a endeudarse con
bancos o con agiotistas y hasta a vender el patrimonio familiar.
Otro
dato interesante es que casi en el 70 por ciento de las viviendas (es decir en 17.5
millones), algún integrante tuvo necesidad de movilizarse fuera de su vivienda
por motivos laborales.
Cuando
se habla ya no de los hogares, sino de personas ocupadas, nos encontramos con
que 61.5 por ciento de los trabajadores, es decir uno de cada dos vieron
afectados su salario y concretamente 46.1 por ciento de las personas ocupadas
registró una disminución de su sueldo.
A
esto se aúna que hay 12 millones de personas ausentes del trabajo por motivo de
la pandemia y como la esperanza nunca muerte, 42.3 por ciento de ellos considera
que retornará a su trabajo al terminar la contingencia.
Otro
dato que vale la pena mencionar es que, en 98.8 por ciento de las viviendas sus
integrantes dicen estar informados de la situación de la pandemia. 85.5% por
ciento utiliza la televisión como principal medio, 44.4 por ciento las redes
sociales, 33.6 por ciento, internet,
29.7 la radio y 5.1 por ciento otros medios.
Sin
embargo, la desinformación es de tal magnitud que por ejemplo en las empresas
la falta de información ocasionó que no acudieran a solicitar, ni siquiera a
informarse de los posibles apoyos.
En
síntesis este es el primer recuento de los daños. Seguramente en los próximos
meses los datos de desempleados, caída de ingresos de los hogares y venta del
patrimonio familiar aumentarán, sobre todo porque muchos de los grandes almacenes
de productos básicos han aumentado sus precios de manera insensible. Dice el
filósofo del metro: la solidaridad es invisible cuando hay negocio.
*Comentario para Radio Educación/ 24 de julio de 2020
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