El filosofo del metro dice:

Debatir no
empobrece,
cerrarse sí.

Urge revisar el modelo económico

Roberto Fuentes Vivar*

Prácticamente las principales noticias que ocurrieron esta semana tuvieron entre sí un tema común: el modelo económico.
Las diferencias entre Felipe Calderón y su homólogo venezolano, Hugo Chávez no son otra cosa que formas diametralmente opuestas de abordar la economía de sus países. Es decir un sistema abierto contra un sistema planificado centralmente.
La marcha de la tortilla también fue una manifestación bastante numerosa de organizaciones campesinas, obreras, sociales y políticas que demandan modificaciones al modelo económico de apertura que sigue nuestro país.
Las declaraciones del gobernador del Banco de México en el sentido de que no hay inflación sino sicosis de aumentos de pecios y de desestimar un aumento salarial de emergencia como medida para aumentar el poder adquisitivo de la clase trabajadora, son también una llamada de atención sobre el modelo económico, es decir si debe mantenerse o no la contención salarial cuando la contención de precios ya se ha eliminado.
Incluso el informe sobre la deuda y las finanzas publicas, difundido esta semana y en el cual se indica que en el primer mes de gobierno de Felipe Calderón se contrató nueva deuda interna por casi 350 mil millones de pesos, es también un síntoma de que debe comenzarse a debatir acerca de si es necesario reformar o reforzar el modelo.
Este modelo que México maneja no es nuevo ni siquiera fue iniciado por el Partido Acción Nacional cuando llegó a la presidencia, sino que ya cumplió la mayoría de edad y tiene más de 20 años de estar en plena vigencia. Por eso quizá ha llegado el momento de hacer un alto en el camino y consolidar los beneficios y corregir las fallas que ha demostrado en modelo neoliberal.
Lamentablemente, desde hace varios años la sociedad ha manifestado en las urnas la necesidad de modificar este modelo económico, pero no se le ha hecho caso.
Concretamente en las elecciones del año pasado, solo el 33 por ciento de las personas que votaron lo hicieron a favor de una continuidad en el modelo, lo que significa que dos de cada tres sufragios pidió modificar el sistema vigente o definitivamente cambiarlo.Si Felipe Calderón, como lo ha manifestado en varias ocasiones, está dispuesto a atender los llamados de la sociedad, quizá es el momento de abrir un debate serio acerca del modelo económico de sus ventajas y de sus desventajas, de sus aciertos y de sus errores y de sus beneficios y de sus maleficios. Como dice el filósofo del metro: debatir no empobrece, cerrarse sí.
*Comentario para Radio Eeducación/ 2 de febrero de 2007.