el filósofo del metro dice

Dime cuánto debes y
te diré quién eres

El populismo hace
crecer la deuda de EU

Roberto Fuentes Vivar*

A pesar de que esta semana se presentaron varios acontecimientos que ayudaron a los mercados a recuperar parte del terreno, las condiciones que han llevado a Estados Unidos a estar al borde de la recesión no solo continúan sino que se agravaron.

De hecho, el paquete de ayuda para la población mediante el que los contribuyentes recibirán como subsidio una devolución de sus impuestos, significó un endeudamiento adicional de 145 mil millones de dólares para el gobierno estadunidense.

Con este programa -apoyado por todas las fuerzas políticas-, la deuda total de Estados Unidos casi llega a los diez trillones de dólares, es decir 10 millones de millones de dólares y significa alrededor del 70 por ciento del producto interno bruto del país más poderoso del mundo.

El nuevo paquete de subsidios ha ocasionado que la deuda nacional estadunidense crezca a un volumen de mil 500 millones de dólares al día, es decir más de un millón de dólares por minuto.
Esto significa, en términos generales, que cada ciudadano en Estados Unidos tiene una deuda de más de 30 mil dólares al momento de nacer.

Esta cantidad significa 10 veces más que la deuda por habitante en México que asciende a 35 mil pesos, contando incluso deuda interna y deuda del IPAB y es superior en casi 20 veces al monto que debía cada mexicano cuando se decretó la crisis de la deuda externa en la década de los ochenta del siglo pasado.

Desde luego que en ese momento a México le hubieran prohibido endeudarse más y, sobre todo, para otorgar subsidios, pero en Estados Unidos la cosa es diferente y todos los sectores están de acuerdo en que se actúe bajo los principios más diabólicos del populismo para salvar a la economía estadunidense.

Lamentablemente, esta bomba de tiempo que representa la crisis estructural de Estados Unidos, al no tener los elementos para crecer de manera sana, afectará a México de muy diversas maneras.

Por lo pronto, tanto el Banco de México, como todos los bancos y el propio gobierno federal, ya han reducido las expectativas de crecimiento, cuando apenas se inicia el segundo mes del año y queda aún un largo trecho por recorrer.

Desgraciadamente, la economía de Estados Unidos está mostrando que sus síntomas de enfermedad están mucho más allá de una burbuja temporal o coyuntural y se sitúan en el caso de un padecimiento estructural. Como dice el filósofo del metro: Dime cuánto debes y te diré quién eres.

*Comentario para Radio Educación/1 de febrero de 2008