El filósofo del metro dice:
Entre los pobres
también hay clases ¿ves?
Nueva metodología y
cambios frotalecen
el modelo económico
Roberto Fuentes Vivar*
Esta semana los mexicanos nos volvimos más pobres y, para colmo, se anunció una profundización del modelo económico que nos ha llevado a ser el país con menos crecimiento en toda América Latina y quizá en el mundo.
En primer lugar, se presentó la nueva medición de la pobreza en México y el nuevo secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix, nada mas tomó posesión y dijo que en el primer semestre de este año un millón y medio de mexicanos se incorporaron a las estadísticas de pobreza.
Es decir que a pobreza en México creció del 47 al 48, en un periodo en el que el encargado de luchar contra la pobreza era Ernesto Cordero, quien fue premiado por ello como secretario de Hacienda en lugar de Agustín Carstens, a su vez, propuesto por Felipe Calderón como gobernador del Banco de México.
Pero ¿qué significan todos estos cambios? En primer lugar representan una salida casi de emergencia para la segunda mitad de la administración de Felipe Calderón y para que logre tomar las riendas totales de la política económica y social del país, al nombrar a personajes leales y amigos personales al secretario de Hacienda, el gobernador del Banco de México y el secretario de Desarrollo Social.
La designación que había sido más anunciada es la Agustín Carstens en el Banco de México. Su llegada en el caso casi seguro de que el Senado la apruebe, significará varias cosas. En primer lugar la pérdida de autonomía del banco central, en segundo la continuidad de un modelo económico que según el informe de la Comisión Económica para América Latina y el caribe, la CEPAL, nos ha llevado a marchar a contracorriente y a ser el país con la mayor recesión del subcontinente en este año y con muy poco avance para el siguiente.
Otro de los significados de la llegada de Carstens al banco de México, es la aplicación a pie juntillas de las políticas del Fondo Monetario Internacional, organismo del que fue directivo hasta hace unos meses.
Todo esto, el nombramiento de Carstens, la designación de Cordero en Hacienda y de Félix en desarrollo Social, no significa otra cosa que mayor poder de Los Pinos para manejar el combo, el triple play y la ventanilla única.
De hecho, el anuncio del Consejo de Evaluación de la Política Social, de modificar la medición de la pobreza también tiene que ver con estos enroques de Calderón con miras a concluir sus últimos tres años de gobierno.
La ecuación es muy sencilla. La política económica tendrá una sola dirección y sus consecuencias sociales se medirán de manera diferente a como se hacía. Ahora habrá seis variables de pobreza en vez de tres. Es decir que entre los pobres también habrá clases sociales.
Es muy probable que para un futuro, las nuevas estadísticas puedan alinearse a las necesidades electorales de 2012 del partido o de los grupos en el poder.
Por lo pronto, hoy somos más pobres que hace seis meses por una política económica contraria a la que se impuso en el mundo para combatir la crisis. Como dice el filósofo del metro: Yo soy pobre clase B ¿y tú?.
*Comentario para Radio Educación/11 de diciembre de 2009
0 Comments:
Post a Comment
<< Home