El filósofo del metro dice:

Diputados:
del olvido al
no me acuerdo


Recuerden que la sociedad
los llevó a donde están

Roberto Fuentes Vivar*

sta semana ha sido sido de discusiones, negociaciones, encuentros y desencuentros acerca del paquete económico para 2010. Si bien no se han logrado avances, sí existen algunos indicios interesantes que vale la pena comentar.
En primer lugar, existe la opinión casi generalizada de que el paquete presentado por la Secretaría de Hacienda tiene un carácter recesivo que va en contra de lo que necesita el país para salir de la crisis. En este sentido, especialistas, intelectuales, académicos. Incluso el propio rector de la UNAM, José Narro, y hasta organziaciones de la iniciativa privada han señalado que el país necesita fortalecer el mercado interno para hacer frente a la situación actual y no achicar aún más el mercado.
En segundo lugar ya ha quedado demostrado que si la secretaría de Hacienda elimina los regímenes especiales, desaparece las fórmulas para posponer el pago de impuestos de las grandes empresas y cobra contribuciones a las utilidades bursátiles, puede tapar fácilmente el agujero de 300 mil millones de pesos y aún tendría remanentes por una cantidad igual, sólo cobrando a quienes más ganan.
En tercer término ha quedado demostrado que el impuesto del dos por ciento es más una especie de IVA disfrazado que atenta contra la mayor parte de la población y dificilmente será posible que reduzca los niveles de pobreza que existen y tienden a crecer por la misma crisis actual.
Un cuarto punto que se ha puesto a debate esta semana es que el proyecto de la Secretaría de Hacienda pronunciará más los niveles de desempleo que se viven, pues tan sólo se espera la elinmiación de 10 mil burócratas que se sumarán seguramente a las filas de la economía informal porque la creación de empleos será nula.
Un quinto punto y quizá el más importante de todos, es que a pesar de que todos los elementos del paquete 2010 son recesivos y actúan en contra de la población, es muy probable que las fuerzas políticas los aprueben, manejando una vez más un doble discurso.
En este sentido, parece ser que hay cada vez más legisladores convencidos, aunque sea en declaraciones, de que aprobar la propuesta de Hacienda sólo permitirá alargar la crisis y llevarnos a la antesala de posibles descontentos que pongan en peligro la paz social.
Sin embargo, las negociaciones entre las cúpulas partidistas del PRI y el PAN podrían ocasionar que se pierda la oportunidad histórica de las cámaras legislativas para dar un viraje al modelo económico y, por el contrario, se fortalezca aún más un sistema que privilegia los desequilbrios sociales.
Es grave, por ejemplo que a la clase media se le comiencen a cobrar más impuestos por las operaciones bancarias, mientras que los 190 mil inversionistas bursátiles no pagan impuestos. Lamentablemente los diputados y senadores parece que harán más caso a quienes los apoyaron con grande sumas que a los ciudadanos que los eligieron.
En este sentido, el PRI es el que tiene más responsabilidad al tener el mayor número de diputados y senadores y en sus manos está que se cobren impuestos a las grandes corporaciones y se pueda tener un año entrante menos recesivo o en seguir exprimiendo a los actuales contribuyentes y alargar más una crisis que ya podría comenzar a olvidarse.
Como dice el filósofo del metro: Del olvido al no me acuerdo solo hay un paso: las elecciones.
Antes de terminar nada más quería enviar un abrazo a todos los directivos y trabajadores de La Jornada por los 25 años del diario.
*Comentario para Radio Educación/18 de septiembre de 2009