El filósofo del metro dice:
Las empresas ganan
el ciudadano pierde
El nuevo ajuste presupuestal
creará más tensiones sociales
Roberto Fuentes Vivar*
El panorama que se presenta para México en este segundo semestre es prácticamente aterrador, luego del nuevo ajuste presupuestal que anunció ayer el secretario de Hacienda, Agustín Carstens. Pero antes de analizar lo que puede pasar tras este recorte y los anunciados ajustes que de manera mensual o periódica se realizarán en lo que resta el año, hay que analizar que pasó en el primer semestre.
Primero que nada hay que señalar aún no hay un dato oficial del comportamiento de la economía entre enero y junio. Incluso la falta de claridad es tal que Hacienda veía hace unos días la luz al final del túnel. Sin embargo, Todo indica que el desplome de abril a junio fue de dos dígitos en el segundo trimestre. Por esta baja en la economía, aunada a los bajos precios del crudo, al menor turismo y al descenso en el envío de remesas, existe un agujero de alrededor de 500 mil millones de pesos en los ingresos del sector público.
Para ser más concretos, se han recaudado menos impuestos y por ello se afectarán los programas gubernamentales. Esto traerá como consecuencia que los ciudadanos, usted y yo, nos veamos perjudicados de diversas formar.
Pero, hay un asunto que vale la pena mencionar y es que los grandes consorcios no reflejan esas pérdidas. Como ejemplo hay que mencionar que hasta este momento han reportado sus estados financieros a la Bolsa Mexicana de Valores unas 50 empresas. Ninguna de ellas registra pérdidas. Por el contrario en muchos casos, la mayoría, se han aumentado las utilidades y las ventas.
¿Porqué entonces no aumentan los ingresos presupuestales si hay ganancias en estos consorcios que son los consentidos del gobierno por ser determinantes para la economía? Por una sencilla razón, las utilidades se erparten entre los accionistas y estos están exentos de impuestos, porque así lo sugieren los cánones neoliberales.
Una vez explicada esta desigualdad en la que se anuncia aumento de impuestos para el año entrante para usted o para mí, pero con excenciones para las superempresas, hay que entrar a las consecuencias del nuevo ajuste de 50 mil millones que se suma al de 35 mil millones de pesos que se había anunciado anteriormente y a los que vendrán después.
Una de las consecuencias es que se aviva la presión social en todo el país, pues no solo se prevé oficialmente un aumento en el desempleo y en la cartera vencida, sino que la sociedad en sí misma tiene más razones para explotar, por lo que cualquier detonador podría provocar un estallido social.
Además, la gobernabilidad se verá reducida, pues los enfrentamientos entre los estados, al no recibir recursos suficientes, y la Federación, se harán cada vez mayores, con riesgo de que en cualquier momento se generen conflictos políticos graves y s eponga más en riesgo la gobernabilidad. Esto por ejemplo, puede verse en el Distrito Federal, en donde cadad vez son mayores las diferencias con la presidencia de la República, en casos como seguridad, agua y, desde luego, recursos financieros.
El futuro es muy incierto, pero puede preverse que algunos gobernadores entren en un procso de rebeldía. Los ciudadanos también.
Como dice el filósofo del metro: los únicos que ganan son los de siempre, incluyendo a los fabricantes de tijeras.
*Comentario para Radio Educación/23 de julio de 2009
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