El filósofo del metro dice:
Recesión y Rebeldía
comienzan con
la misma letra
Desempleados desesperados
abuchean a Javier Lozano
Roberto Fuentes Vivar*
Todos días nos enteramos, a través de las agencias noticiosas, de noticias mundiales sobre desempleo. Hoy nada menos se informó que en la Unión Europea, por la crisis han sido despedidos 15 millones de trabajadores.
También hoy las agencias reportan que en Estados Unidos, también por la recesión, 7.3 millones de empleados han perdido el empleo, además de los recortes que cada empresa anuncia.
Es más, hoy también el Fondo Monetario Internacional, señalaba en una reunión en Chile que el empleo seguirá deteriorándose en todo el mundo.
México no sólo no es la excepción, sino que es uno de los países más afectados por el desempleo al mostrar la mayor tasa de decrecimiento a nivel internacional.
Incluso, diariamente se presentan cifras alarmantes. Por ejemplo, la encuesta que realiza mensualmente el Banco de México entre una treintena de agencias, señala que todavía faltan 862 mil empleos por perderse en los próximos meses.
Esta encuesta reviste especial importancia porque de los analistas entrevistados a finales de junio el 70 por ciento dijo que el desempleo continuará o se agravará.
Nada más por establecer una comparación, en la misma encuesta realizada hace seis meses, los analistas preveían que en vez de despedirse mexicanos se iban a crear 242 mil nuevas plazas. En ese momento, diciembre del año pasado, sólo tres por ciento de los encuestados decían que el empleo se agravía y hoy la cifra se ha aumentado a 70 por ciento.
Es más, hace una semana dabamos cuenta aquí de la gravedad del empleo profesional. A lo que sumó esta semana un análisis de la asociación de Universidades e Institutos de Educación Superior que dice que el 55 por ciento de los egresados de universidades no encuentra empleo.
La dramática situación que viven millones de mexicanos sin empleo tuvo una especie de climax en esta semana cuando el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, fue abucheado -le aventaron incluyo vasos e agua y frijoles- al presentar los logros de su programa de empleo temporal.
Esto sucedió en la colonia Independencia en Monterrey y el acto era para persentar a 300 trabajadores beneficiarios de empleo temporal en los que se invirtieron 2 millones 200 mil pesos.
El hecho en sí del abucheo a Lozano Alarcón reviste importancia por varios motivos. El primero es que fue en Monterrey, la ciudad que tradicionalmente ha sido el ejemplo de industria y de empleo, además de trabajo con mejores prestaciones que en el resto de la República.
En segundo lugar porque si se suman todos los datos que hemos mencionado puede ser un indicador de que los desempleados comenzaron a perder la paciencia. De hecho, este incidente puede convertirse en un preámbulo de acciones de desesperación mayores por parte de los desempleados y que hasta pudieran poner en peligro la supuesta paz social que vivimos.
Es muy probable que ante el número de despidos actuales, la economía informal sea ya incapaz de absorber a los desempleados por haber llegado ya un límite y no poder crecer más, lo que sería sumamente grave para el país. Como dice el filósofo del metro: Recesión y rebeldía comienzaan con la misma letra.
*Comentario para Radio Educación/3 de julio de 2009
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