El filosofo del metro dice:
Muchos malos días y
ningún otro buendía
Se cumplen 25 años de la
muerte de Manuel Buendía
Roberto Fuentes Vivar*
Mañana se cumplen 25 años del asesinato de Manuel Buendía, por lo que es una buena oportunidad para hacer una refelexión sobre el legado del periodista y qué pa pasado en un cuarto de siglo.
En primer lugar, como maestro, Buendía fue un acérrimo defensor del periodismo como un medio para la creación de conciencia social. Es decir que una sociedad bien informada tendría más elementos para tomar decisiones. Lamentablemente la idea de que el periodismo sirva de detonador de conciencia ha pasado al olvido y ahora lo que domina es el periodismo basado en el escándalo como una forma de aumentar ratings. Es decir que el periodismo de la conciencia social al imperio del rating y a una forma de hacer negocios.
Otro de los temas recurrentes de Buendía fue la televisión. Sin mencionarlo directamente en sus escritos, sí profesaba la tesis de que la televisión era el opio del pueblo. Es decir que era uno de los principales elementos de enajenación del pueblo mexicano. Guardo copias de columnas suyas de hace 35 años en las que criticaba los contenidos televisivos.
Hoy, la televisión sigue siendo un elemento de eiminación de conciencia social y nada más como ejemplo hay que mencionar que esta semana, por primera vez en la historia, se cuestiona el manejo de los derechos humanos en un programa de Televisa y hasta la Comisión de Derechos Humanos ha puesto a disposición de televisa un curso de garantías individuales por la violación que se ha hecho de ellas en un reality show.
En materia económica, Buendía criticaba los monopolios, los oligopolios y la forma en que muchos mpresarios lucraban hace un cuarto de siglo con las necesidades del pueblo y culpaba también a las autoridades por las crisis recurrentes como la de 1976 y la de 1982. Poco después de su muerte vino la crisis de 1987, después de la de 1995 y ahora la de 2009, y en todas ellas hay pocos que salen ganando y una inmensa mayoría salen perdiendo.
Otro de los temas preferidos de Buendía fueron las organizaciones encubiertas como la CIA y el Instituto Lingüistico de Verano, por sus actuaciones en contra de la soberanía de los países. Concretamente sobre el ILV denunció en muchas ocasiones la forma de aculturación que ejercía este instituto en contra de las raíces culturales mexicanas a través de la religión. Hoy es impresionante la forma en que se han extendido las sectas religiosas propiciadas por el ILV muchas de las cuales eliminan el concepto de nacionalidad.
En materia política, Buendía denunció en incontables ocasiones los abusos de poder y la impunidad de los grupos políticos. También escribió sobre las mañas y artimañas electorales. En aquel entonces existía un partido único, el PRI y había un profundo alejamiento entre gobernantes y gobernados.
Hoy con varios partidos en distintos poderes y nieveles de gobierno, la política electoral está en todos lados, desde los spots televisivos, los partidos de futbol, hasta en acciones de gobierno como el golpe al narcotráfico en Michoacán que ha sido cuestionado y ligado posiblemente a cuestiones y sentimientos electorales.
Sin embargo, 25 años después de su muerte, prevalece la misma situación: un profundo alejamiento entre gobernados y gobernantes.
Como dice el filósofo del metro: cuántos malos días s hay en un cuarto de siglo sin que haya otro buendía.
*Comentario para Radio Educación/29 de mayo de 2009
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