El filósofo del metro dice
Finanzas sanas...
sociedad no tanto
¿Entierran el consenso de Washington?
Roberto Fuentes Vivar*
La reunión del grupo de los 20 que se realizó ayer en Londres, dejó muchas enseñanzas. En primer lugar, nuevamente los gobiernos no tomaron en cuenta a la sociedad y, como ha ocurrido desde hace varios años en las reuniones multilaterales, las voces de afuera, de los manifestantes, no se escucharon adentro de las sesiones.
En segundo lugar hay que señalar que sí hay buenos propósitos, pues por primera vez desde hace más de 60 años cuando se formuló el modelo económico de Bretton Woods, que fue ratificado en 1989 con el consenso de Washington, se abre la puerta para discutir y modificar algunas reglas del juego financiero mundial.
El hecho de que se acote la especulación, se limiten los altos salarios a banqueros y casabolsistas y se incluya más participacion de los gobiernos en las ergulaciones, es sin duda positivo.
Sin embargo, la idea de que los organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional sean los encargados de juntar un billón de dólares para luego repartirlo a los países en problemas para salir de la crisis, demuestra que una vez más se apuntala a estos organismos que tanto daño han hecho al mundo y a las economías no desarrolladas durante las últimas décadas.
Las intenciones en general son buenas y hasta los organizadores de la cumbre aseguraron que el consenso de Washington, mediante el cual se obligaba a a los países a estrechar el cinturón del gasto público para participar en el concierto económico mundial, ya se murió, ya se acabó o ya se agotó, según decía Gordon Brown, el primer ministro británico.
En esta reunión, que a manera de Bretton Woods o el consenso de Washington podría llamarse 20 países y una crisis o la cirujía de Londres, sí hay avances, pero como lo insistió a las pocas horas el presidente estadunidense Barak Obama, no es total, pues falta mucho por hacer.
Si se toman en cuenta las declaraciones de muchos presidentes, esta cumbre representó el entierro del consenso de Washington, pero al mismo tiempo una sanación para Bretton Woods, es decir que sí se concluye con algunos de los males del neoliberalismo, pero no con las raíces, algunas en estado de putreacción, de la estructura financiera mundial.
El problema que se presenta actualmente es que mientras no acabe de morir el modelo supuestamente enterrado y mientras no nazca el nuevo, la palabra que puede prevalecer en lo que resta de este año y parte del siguiente será incertidumbre.
Felipe Calderón por su parte concluyó la gira con dos objetivos que al parecer sí cumplió: pedir dinero y vender petróleo.Con estas premisas ya se organizó aquí en México un blindaje que spuestamente ayudará a resarcir algunos problemas de la crisis.
Lamentablemente la incertidumbre de que no acabe de nacer un nuevo modelo económico, lo que genera es volatilidad en los mercados y dificultades para retomar el crecimiento económico mundial, con su consecuente afectación para la sociedad que tendrá que soportar despidos, pérdida de su poder adquisitivo, aumento en los niveles de pobreza y quizá mas enfermedades. Como dice el filósofo del metro: finanzas sanas... sociedad no tanto.
*Comentario para Radio Educación/ 3 de abril de 2009
0 Comments:
Post a Comment
<< Home