El filosofo del metro dice:

La sociedad puede
limpiar la suciedad


Urge un esfuerzo conjunto
para verificar guarderías

Roberto Fuentes Vivar*

El asunto más importante de la semana y que ha sido uno de los más comentados en el más reciente mes y medio es sin duda el de la guardería ABC de Hermosillo.
A raíz del incendio en el que perdieron la vida 48 menores se abrió una especie de caja de pandora de la que salieron cientos de males y muchas vertientes que deben investigarse.
Por ejemplo, no sólo es escandaloso el número de guarderías subrogadas a parientes de políticos de todos los partidos, sino que es deleznable el hecho de que el Instituto Mexicano del Seguro Social tardara tanto tiempo en difundir una lista que debiera tener permanentemente a la mano y ser transparente de acuerdo con la ley de acceso a la información.
Además se han cuestionado los principios legales de estas subrogaciones y se ha puesto en entredicho toda una política de privatizaciones que tuvo su origen en la década de los ochenta del siglo pasado y continúa hasta nuestros días.
Para los padres de los niños que fallecieron lo único que se exige, por parte de toda la sociedad, es justicia. No sólo artimañas legales e indemnizaciones, sino justicia en el término más amplio de la palabra y con la frase tan común y tan manoseada de "caiga quien caiga".
De hecho, el caso de la guardería ABC ha servido para unir a los mexicanos en lo que se refiere a una condena generalizada.
Por eso es quizá el momento de comenzar a actuar hacia adelante, aunque sin descuidar en ningún momento el esclarecimiento de los hechos y el castigo a los responsables.
Una forma de ir hacia adelante es precisamente evitar que en un futuro vuelva a ocurrir una tragedia similar. En este sentido es urgente que se revise el estado de cada una de las guarderías del IMSS. Hay quienes aseguran que una investigación a mil 500 guarderías se antoja imposible por la logística que implica, sobre todo si se desea que los resultados del diagnóstico tengan el mínimo de objeciones.
En este sentido, aprovecho este espacio de Radio Educación para proponer un movimiento ciudadano sin precedentes para elaborar este diagnóstico.
Por ejemplo, en estos momentos los legisladores cuentan con una imagen de poca confiabilidad ante la sociedad. Si se toma en cuenta de que existen más de mil 600 legisladores federales y alrededor de mil 200 locales que podrían designar un día de trabajo a visitar esas guarderías para verificar las condiciones que guardan las guarderías.
Si se toma en cuenta con que son mil 500 guarderías las existentes, en promedio existen 50 por estado, por lo que podrían conformarse comisiones de dos diputados -uno federal y otro local- que acompañados por miembros de organizaciones civiles realicen este trabajo de investigación.
Paralelamente, los medios de comunicación que han mostrado su condena ante la tragedia y que al mismo iempo en muchos casos se han convertido en jueces sumarios, podrían sumarse a estas verificaciones para que de manera ordenada se investiguen las condiciones de las guarderías.
El escenario está allí. Los recursos humanos también. Nada más falta que ahora sí se organicen y se eliminen las distorsiones políticas para que puedan actuar en beneficio de la sociedad. Como dice el filósofo del metro: La sociedad puede limpiar la suciedad.
*Comentario para Radio Educación/10 de julio de 2009