El filósofo del metro dice:
Salud, vieja palabra
burguesa que tiende
a desaparcer
La Corte debe investigar todo
el sistema de seguridad social
Roberto Fuentes Vivar*
Finalmente la Suprema Corte de Justicia atrajo para sí el caso de las muerte de 49 niños en la guarería ABC de Hermosillo, Sonora. Esta decisión, en principio, dividió a los propios ministros, pues el ala más retrograda se opuso, mientras que la otra parte logró que el máximo tribunal del Poder Judicial del país investigue el incendio.
Se trata, en síntesis, de acontcimiento insólito en el que nuevamente la Suprema Corte se erige en el juez que la nación espera como un ente autónomo e independiente.
El simple hecho de que intervenga la Suprema Corte atiende sobre todo a una demanda social y mediática, aunque es previsible que, desde el punto de vista jurídicio y desde el punto de vista de la justicia en general no pase nada.
Es decir que lo más probable es que luego de los seis meses de investigaciones se encuentren algunas fallas administrativas, algunos actos de corrupción en la asignación de guarderías y algunos otras responsabilidades menores, pero difícilmente se encontrarán culpables del más alto nivel como lo exige la sociedad.
Ojalá la propia Suprema Corte tome en cuenta no sólo el hecho del incendio sino todo lo que conlleva a su alrededor y que se inicia a partir de la década de los ochenta cuando el Poder Ejecutivo Federal decidió iniciar su adelgazamiento para asignar mayor responsabilidad en todas las áreas al sector privado.
Para ponerlo en perspectiva hay que hacer un ejercio de ubicación. Este tipo de guarderías depende directamente, incluso hasta para su subrogación, del Instituto Mexicano del Seguro Social. A su vez este instituto depende del sector salud.
Informes oficiales indian que en 1980 el gasto público en salud era de 4% del Producto Interno Bruto y el privado de 2%. Ahora el privado equivale a 3.4% del PIB y el público redujo su participación a sólo el 3.0%.
En síntesis estmos viviendo las consecuencias de la privatización del sector salud. Sin embargo, el sector privado , como se ha demostrado, antepone la búsqueda de utilidades inmediatas al bienestar de la sociedad.
De hecho, en estos momentos, todo el sector salud se encuentra colapsado por la crisis económica y por la forma en que el presupuesto de Egresos de la Federación se ha visto recortado y por los ajustes que seguramente vendrán en el resto del año.
Mientras tanto, el dinero que gastan en salud las familias mexicanas se ha reducido drásticamente. Tan solo, de acuerdo con la encuesta Nacional Ingreso Gasto del INEGI de 2006 a 2008 se redujo de 1100 a solo 690 pesos el dinero usan trimestralmente los mexicanos en cuidados de la salud.
Ya con la crisis, la situación es peor pues una encuesta de Ipsos Bimsa dada a conocer ayer, señala que el 60 por ciento de los mexicanos bajó su presupuesto para salud y sólo 15% asiste a los servicios médicos privados.
Si los investigadores de la Suprema Corte de Justicia no estudian el caso de la guardería a los ojos de esta privatización seguramente los resultados serán parciales y los mexicanos estaremos expuestos a una pérdida cada vez mayor de la calidad de vida y por ende, de nuestros derechos humanos.
Como dice el filósofo del metro: Cualquier acto de justicia comienza por una buena salud.
*Comentario para Radio Educación/7 de agosto de 2009
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